martes, 19 de junio de 2012

GRAL PICO, LA PAMPA: Tomaselli se declaró culpable por el crimen de su esposa

“Me declaro culpable, aunque no recuerdo lo que hice. Que me condenen por lo que hice y por las evidencias que tuve en mis propias manos”, dijo Marcelo Tomaselli (26) al declarar en la primera jornada del juicio por el crimen de Carla Figueroa. El hombre había violado a la mujer, fue encarcelado pero luego ella lo perdonó y se casaron.

 Marcelo Tomaselli, el joven acusado de matar a puñaladas a su esposa frente a su hijo de 3 años tras de salir de prisión beneficiado por la figura penal del "avenimiento" cuando ella lo perdonó por haberla violado, en General Pico, La Pampa, se declaró hoy culpable, aunque dijo que no recuerda lo que hizo.

"Me declaro culpable, aunque no recuerdo lo que hice. Que me condenen por lo que hice y por las evidencias que tuve en mis propias manos", expresó Tomaselli (26) al declarar como acusado en la primera jornada del juicio que se le sigue por el crimen de su esposa, Carla Figueroa (22), cometido el 10 de diciembre de 2011.

En tanto, la madre del acusado, Rosana Muchiut, única testigo presencial del hecho y dueña de la casa donde se cometió el crimen, recordó el momento en que su hijo abrió la puerta de su habitación y le dijo: "Ya está, mamá, ¿no me das un beso? Mi corazón está aliviado".

El debate por el femicidio cometido hace poco más de seis meses se inició esta mañana cerca de las 9 en el Tribunal de Audiencia de General Pico, integrado por los jueces Florentino Rubio, Fabricio Losi y Juan Alberto Abraham.

Tomaselli, acusado del delito de "homicidio agravado por el vínculo", llegó fuertemente custodiado por la policía al tribunal donde lo aguardaban los jueces, el fiscal de juicio, Alejandro Gilardenghi, y su defensor oficial, Walter Vaccaro.

Vestido con un pantalón de jean azul y un buzo bordó, con el cabello muy corto y el rostro pálido, Tomaselli se declaró culpable al ser llamado a declarar y aportó algunos detalles sobre lo ocurrido antes del ataque a su esposa.

"Ella estaba rara, quería hablar conmigo y no sabía por donde empezar. Me pidió perdón por engañarme, me dijo que el bebé no era mío y me pedía disculpas por haberme acusado de algo que no hice", expresó el acusado al aludir a la denuncia de violación que le había realizado tiempo antes su esposa, por la que fue a prisión.

"La maté en la pieza, aunque no recuerdo nada, tampoco del cuchillo", dijo Tomaselli al referirse al arma homicida con la que le aplicó a su mujer 11 puñaladas en distintas partes del cuerpo frente a su pequeño hijo.

Tras su exposición, la madre del acusado relató que al momento de ataque se encontraba en la habitación contigua a la de su hijo.

La mujer contó que alrededor de las 4.30 de la madrugada del sábado 10 de diciembre pasado, cuando la pareja regresó de pasear y de tomar unos mates, su hijo le entregó al niño y vio a Carla parada y quieta.

"Mi hijo me dio al nene y vi a Carla parada, no le vi sangre pero me miró como diciendo "sacame de acá. Yo me fui a la habitación con el nene, tenía miedo y quería protegerlo. No era mi hijo, estaba transformado y los ojos como salidos para afuera, cerró la puerta y me imaginé lo peor, que la estaba matando", relató la mujer quebrada por el llanto.

Luego agregó que vio salir a su hijo de la habitación "todo ensangrentado" y que le dijo "ya está, mamá, ¿no me das un beso? Mi corazón está aliviado", tras lo cual, "alzó al nene, se sentó y prendió un cigarrillo".

Durante el primer tramo del juicio se vivió un momento de gran tensión cuando comenzaron a declarar los efectivos que intervinieron en el hecho y se mostraron fotos del lugar del femicidio y a Carla en el piso ensangrentada.

Uno de los familiares de la víctima comenzó a insultar a Tomaselli, al tiempo que la hermana de Figueroa se descompensó, lo que llevó al presidente del Tribunal a hacer un receso de cinco minutos y decidir que no se difundieran más imágenes.

El caso se inició en abril del 2011 cuando Tomaselli pasó a buscar a su esposa Figueroa por su trabajo en un quiosco de la ciudad de General Pico, con la excusa de conversar e intentar recuperar la relación entre ambos, que había finalizado.

El hombre la llevó a un descampado y la violó, tras lo cual ella lo denunció y quedó detenido.

Mientras estuvo preso, Figueroa lo visitó a diario en la cárcel y le llevó ropa limpia y alimentos, hasta que el abogado de Tomaselli le comunicó a las autoridades judiciales que la pareja tenía pensado casarse, lo que ocurrió el 2 de diciembre en el Registro Civil de General Pico, bajo medidas de seguridad, ya que el joven seguía preso.

Luego del casamiento, el defensor pidió la libertad de Tomaselli en base a la figura penal del "avenimiento", ya que argumentó que la chica lo había perdonado y quería volver a vivir con él.

Los jueces Carlos Flores y Adolfo Jensen -el único que se opuso fue el magistrado Pablo Balaguer que consideró que con la decisión "no se estaba protegiendo a la víctima"- hicieron lugar al planteo y Tomaselli quedó en libertad el 4 de diciembre del 2011.

Siete días después, Figueroa fue asesinada de 11 puñaladas en la casa de su suegra, situada en calle 36 al 1200, del barrio Indios Ranqueles, de General Pico.

Tras el crimen y luego del repudio de distintas organizaciones de defensa de los derechos de género, el juez Jensen se jubiló, con lo que omitió el paso por el jury de enjuiciamiento, mientras que Flores está suspendido en sus funciones y enfrenta un jury.

En tanto, la figura penal del "avenimiento" fue derogada por el Congreso Nacional a raíz de este hecho.

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