miércoles, 4 de enero de 2012

ROSARIO:Detuvieron a un menor por el ataque a tiros que derivó en un triple crimen

Tiene 17 años y le dicen Danonino. Le imputan participar en la balacera contra Maximiliano Rodríguez. Tras ese hecho, la madrugada del domingo, mataron a tres militantes en la villa Moreno. Para el comisario Néstor Arismendi, jefe de la policía de Rosario, las víctimas no eran el objetivo.

Leonel Matías S. tiene 17 años, lo conocen como Danonino, y a pesar de su corta edad cuenta con varias anotaciones penales. El pibe vive en Moreno al 3900, donde ayer a la mañana lo arrestaron. La policía le achaca haber conducido la moto desde la cual Ezequiel El negro Villalba, quien está prófugo, disparó sin piedad la madrugada del domingo pasado contra el BMW en el que iba Maximiliano Rodríguez, apodado El hijo del quemado, un joven con frondoso prontuario catalogado como un sicario al mejor postor y que permanece internado bajo custodia en el Hospital de Emergencias. Ese ataque derivó pocos minutos más tarde en el homicidio a sangre fría de tres militantes barriales que, inocentemente, pagaron con sus vidas la espiral de una guerra que no les pertenecía.
En tanto, la hipótesis de los pesquisas que tratan de desenredar la madeja tejida detrás de estos casos parece transparentarse a partir de las declaraciones del jefe de la Unidad Regional II de policía, el comisario Néstor Arismendi: "Por los testimonios y las pruebas recolectadas creemos que la hipótesis más firme es una enemistad manifiesta en la interna de la barra brava de Newell's. Las diferencias nacen allí y luego las dirimen a los tiros" en otros lugares. De esta manera, el máximo jefe policial rosarino descartó otros móviles como peleas de bandas barriales o ajustes entre narcos. Aunque, vale la pena aclararlo, la barra no es otra cosa que un complejo escenario en el cual se asientan y desde el cual manejan sus negocios esas bandas.

La secuencia. Para la policía la secuencia de los hechos trágicos del domingo va quedando clara. Todo empezó el 29 de diciembre en Dorrego al 4000 cuando fue baleado Facundo Ezequiel O., un chico de 18 años vinculado con la actual conducción de la barra leprosa que conduce Diego Panadero Ochoa. Ese ataque fue atribuído por testigos a Maximiliano Rodríguez, quien en respuesta por aquella balacera habría sido atacado a tiros a las 3.30 del 1º de enero. El muchacho, de 24 años, estaba en un BMW junto a su novia y una amiga en Garay y Vera Mujica cuando recibió tres balazos. Desde allí lo llevaron al Heca, donde quedó internado. Pero tuvo tiempo de llamar a su padre, Sergio Gustavo El quemado Rodríguez, y avisarle de lo ocurrido. Incluso, dicen, le confió quiénes le habían disparado: Danonino y El negro Villalba.
Lo cierto es que media hora más tarde El quemado llegó a la esquina de Dorrego y Presidente Quintana, donde residen los acusados por su hijo. Lo hizo en compañía de al menos otros dos muchachos: Damián Damiancito Martínez, en cuya casa allanada se encontró un chaleco antibalas de la policía; y El tele Delgado, un compañero de su hijo en varias andanzas delictivas. Allí ingresaron a la canchita de la Agrupacion Infantil Oroño preguntando por Danonino y El negro. Pero se toparon con tres jóvenes militantes del Movimiento 26 de Junio en el Frente Darío Santillán que nada tenían que ver: Jeremías Jere Trasante, de 17 años; Adrián Patón Rodríguez, de 20; y Claudio El mono Suárez, de 19. A los tres los rociaron a balazos y los mataron. Después hicieron lo mismo contra las viviendas vecinas lastimando a varias personas. Desde entonces sus pasos se perdieron y junto a El negro Villalba se mantienen prófugos.
"Presumiblemente todo está vinculado. Aunque tampoco podemos asegurar nada, entendemos que la acción de la canchita (donde se cometió el triple crimen) fue una especie de represalia o venganza de lo ocurrido antes" con Maximiliano Rodríguez, dijo ayer el juez de Instrucción Juan José Pazos, a cargo de las causas. El magistrado sostuvo que "la principal hipótesis es la de una venganza" contra El hijo del quemado.
En el medio. En tanto, el comisario Arismendi sostuvo que las víctimas del triple crimen "estaban en el camino, en el medio hacia el destino final que buscaba el ataque y, evidentemente, aquel que lo hizo, en medio de su locura, su furia por tomar venganza, hizo una secuencia de disparos que terminó con la vida de los tres jóvenes", en referencia a los militantes. Asimismo, el jefe policial confió que tras la masacre, "hubo otra secuencia de disparos contra quien creemos era el destinatario final".
Acera de cuántos y quiénes dispararon, aún las pericias no han trascendido. Sin embargo, extraoficialmente se dijo ayer que "no es erróneo pensar que sólo haya disparado El quemado Rodríguez con una pistola ametralladora calibre 9 milímetros" y que sus cómplices hayan estado junto a él pero sin disparar.
Ayer al mediodía, la casa de El quemado Rodríguez, en Moreno al 6000, fue allanada. El hombre no estaba y los pesquisas se llevaron una computadora y unos 10 mil pesos en efectivo. Otro allanamiento se hizo en Moreno al 3900, donde reside El negro Villalba. El muchacho tampoco estaba allí pero los policías incautaron una moto Motomel de 200 cc. roja y negra tipo enduro que sería el rodado que la noche de los hechos conducía Danonino y desde el cual el prófugo le disparó a Maximiliano Rodríguez. Finalmente se allanó la casa de Danonino y, como se dijo, quedó arrestado por ese ataque.

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