viernes, 6 de enero de 2012

SANTA FE: Durante el Año Nuevo hubo más consultas pediátricas que psiquiátricas

Aunque no es su especialidad, en el hospital Mira y López el viernes, sábado y domingo pasados asistieron a 172 niños. Y solamente a 20 pacientes adultos con problemas o crisis de salud mental.

Solamente en tres días –el viernes, sábado y domingo pasados, a fin de año– hubo 172 atenciones pediátricas en la guardia del hospital Mira y López, contra 20 psiquiátricas.
Lo curioso del caso es que se trata de un efector dedicado exclusivamente a la asistencia y contención de personas con problemas mentales. Y no de niños.
De todos modos, la tendencia ha sido significativamente decreciente comparada con igual período pero de 2010. En ese momento, y cuando el año también concluía, las atenciones pediátricas fueron 411, mientras que 42 las psiquiátricas.
Aún así, para explicar la alta demanda de atención de niños en la guardia del efector, Diario UNO dialogó con referentes del Nodo Santa Fe de Salud. Desde la institución consideraron inicialmente que la gran concentración de gente en el norte de la ciudad es una de las causas principales.
A ello hay que sumarle –aseguraron– que en el Mira y López hay una guardia pediátrica y un consultorio externo de pediatría “que trabajan muy bien”, y señalaron que en años anteriores este efector superaba en cantidad de atenciones de niños a las de la guardia del Alassia.
Por otra parte, puntualizaron que la tendencia general a que las atenciones pediátricas se concentren en los hospitales es decreciente, en la medida en que la política sanitaria actual ha sido la de reforzar la presencia de especialistas en los Centros de Salud.
Consultados sobre las principales enfermedades pediátricas que se atienden, señalaron que son las infecciones respiratorias altas (como otitis, sinusitis, resfrío común, faringoamigdalitis, faringitis, entre otras) pero fundamentalmente las gastroenterocolitis.

Necesidad del nuevo efector
La alta demanda de atención en el Mira y López –no sólo en la guardia pediátrica sino también en la general, ambas que superan en número a las psiquiátricas– se solucionará con la construcción del nuevo hospital Iturraspe, juntamente lindero al primer efector, y con la consolidación del plan integral de obras en salud.
“La nueva ubicación del nuevo Iturraspe reúne muchísimas posibilidades. Primero que nada, es el crecimiento de la ciudad. Está rodeado de espacios como el hospital Mira y López, una vieja estructura de un gran arquitecto argentino, Vladimiro Acosta; y el hospital Sayago, que es chiquito pero que está ahí, y todo este polo tiene esta tradición sanitaria; y a la larga va a tener que jugar un papel en este nuevo núcleo sanitario”, dijo el arquitecto Mario Corea Aiello, autor del proyecto.
El nuevo efector tendrá 160 camas, más que las 120 o 140 que se utilizan en Europa, según explicó Corea. El edificio se recostará sobre la parte trasera del predio, conservando todo lo que se pueda el espacio verde que se encuentra sobre Blas Parera, porque “esos árboles no se compran, habría que esperarlos 30 años. Aparte, esta protección verde a la tranquilidad del uso hospitalario es de suma utilidad”.
El proyecto está constituido por una serie de pabellones unidos por una calle pública (la rambla, un gran hall lineal) y una para los profesionales, con una construcción alargada detrás, destinada a todo lo que es servicios y dependencias.
Toda la estructura tendrá dos plantas, con un nivel de servicios intermedio: por allí circularán todas las cañerías y servicios, de manera tal que las reparaciones grandes puedan hacerse sin comprometer el funcionamiento de cada sección.
Habrá dos accesos de emergencias sobre Gorriti, uno para las ambulancias y otro para quienes se acerque en auto particular, y un estacionamiento ubicado en el otro extremo de la edificación.

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