domingo, 15 de enero de 2012

ROSARIO: Hay al menos 200 embarcaciones encalladas por la bajante del río

Desde Prefectura comentaron que en estos días podría subir “algo” la altura del río. Pero el agua que cayó no impedirá que “para el 19 de este mes la altura descienda 15 centímetros”, confesaron los uniformados.

La bajante del río, que se acentuará en los próximos días, junto con la falta de calado y mantenimiento de las guarderías y clubes náuticos hizo que hasta el momento “al menos 200 embarcaciones no puedan salir a navegar, especialmente las de gran tamaño porque están encalladas en el barro”, aseguró el presidente de la Cámara Náutica Región Rosario, Jorge Pinilla.
   La lluvia del miércoles a la madrugada esperanzó a los navegantes al igual que las precipitaciones que cayeron en Brasil y que tal vez podrían llegar al Paraná.
   Desde Prefectura comentaron que en estos días podría subir “algo” la altura del río. Pero el agua que cayó no impedirá que “para el 19 de este mes la altura descienda 15 centímetros”, confesaron los uniformados.
   En este momento, el Paraná tiene “dos metros de altura cuando lo normal es de 3,20” puntualizaron en Prefectura. Y comentaron que “hubo épocas peores”. De hecho en 2009 el río llegó a 1,74
metro.
   En tanto, muchos de los aficionados al río que planearon navegar en el verano (la estación con mayor actividad en el río) no lo pueden hacer.
Una simple muestra de esto se vio claramente en la Caravana de los Deseos, la actividad organizada por la Municipalidad que se realizó el sábado pasado, donde se esperaban más de mil embarcaciones y sólo participaron 600. “Muchas no pudieron salir por estar encalladas” explicaron los organizadores.
Falta de mantenimiento. Para que las embarcaciones puedan navegar tranquilamente en el Paraná es necesario que se realice un mantenimiento permanente de las guarderías o caletas donde descansan los buques. “Y este mantenimiento, que fundamentalmente es el dragado, no siempre se hace”, confesó Pinilla.
   A esto agregó que “el Paraná es un río de sedimentación y el calado se tiene que hacer en forma permanente, pero hay quienes no lo llevan a cabo o se dejan estar cuando el río está alto”.
   Sin embargo, el panorama no alcanzó a todos y hay varios clubes de la costa que ya están dragando.
Esto no sucede en la guardería Obrings, ex Río, que está sobre el arroyo Ludueña. Allí están encalladas no sólo las embarcaciones de gran tamaño, sino también las lanchas y hasta los botes. La poca agua agravó la situación.
En llamas. La temporada verano es la más fuerte para los amantes de los deportes de río. No poder sacar las embarcaciones puso en llamas a los dueños que esperan esta época para disfrutar de la navegación.
   “A muchos se les rompen las hélices y tienen otros problemas serios en sus embarcaciones cuando están encalladas”, acotó Pinilla, lo que provoca un mayor malestar entre los navegantes.
   Desde el Club Bancario comentaron: “Este año llamativamente “hay mucha gente que quiere salir a navegar o estacionar sus embarcaciones, pero tenemos el problema de que, aunque tenemos un dragado permanente, no todos pueden salir. Las lanchas no tienen problemas, pero sí los barcos más grandes”. La situación tenderá a agravarse en los próximos días.

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