sábado, 21 de enero de 2012

ROSARIO: Vestidos como policías robaron $ 25 mil de una casa de La Florida

A primera hora de la mañana del jueves, la familia que reside en calle Francisco de Miranda 3846, en el barrio La Florida, fue víctima de un engaño que le permitió a un grupo de ladrones vestidos como policías concretar un importante robo de dinero en efectivo.

Adriana C., quien vive en la importante vivienda, se había levantado poco antes de las 8 de para ir a su trabajo y entonces fue sorprendida por el timbre. Al atender a la puerta, la mujer franqueó el ingreso a tres hombres que se hicieron pasar por agentes de la fuerza de seguridad y a un cuarto que, según los visitantes, era "el testigo" de un operativo rutinario. Sin embargo, una vez adentro de la propiedad, los maleantes desnudaron sus verdaderas intenciones y le sustrajeron una caja con 25 mil pesos en efectivo además de otros bienes. Todo sucedió en pocos minutos y los ladrones se fueron tan tranquilos como llegaron.
La mujer no dudo en franquear el ingreso de los falsos policías a la casa ya que pensó que se trataba de algún procedimiento vinculado a la situación procesal de su padre, Antonio Tony C., quien está detenido y procesado por una causa de abusos de menores (ver aparte). Adriana C. vive junto a su hijo Santino y su hermano Brian, y se encarga de llevar adelante los negocios de su padre: una cadena de verdulerías en la zona sur de la ciudad y en distintas localidades cercanas a Rosario. Por eso, la mujer tiene una rutina horaria de salidas matutinas y llegadas nocturnas a su casa, algo sobre lo que los ladrones seguramente estaban al tanto previamente.
Les creí. "Llegaron a la hora con menos movimiento en el barrio. En la casa estaban la chica que cuida a mi hijo, quien dormía en su cuarto; mi hermano y un amigo. Cuando arribaron me dijeron que venían a hacer un reconocimiento ambiental en el marco de la causa en la que está involucrado mi papá, así que les abrí" contó Adriana.
Según la víctima, los tres hombres traían "chalecos antibalas, charreteras, pistolas" y todo parecía ser normal. Sólo que la inspección de rutina realizada por la fuerza policial no era tal cosa.
Una vez adentro y dueños de la situación, los tres maleantes uniformados como policías y el falso testigo de civil, se dirigieron a las habitaciones de la casa, comenzaron a revolver los muebles y, si bien no trataron demasiado mal a los ocupantes de la vivienda ni los forzaron, sí tomaron del cabello a Adriana por unos segundos y le preguntaron dónde estaba el dinero.
Por los techos. Mientras eso ocurría, Brian, el hermano de Adriana, se deslizó por una ventana lateral de la casa y luego por una pared para refugiarse en la vivienda lindera de un vecino. Desde allí el muchacho se contactó con el 911 para informar de lo que estaba pasando.
"Les abrí a los tres que ví vestidos de policías, pero cuando entró el que era supuestamente testigo me di cuenta que me iban a robar porque el muchacho ese traía una soga. No tuve miedo, sólo quería que se fueran rápido", sostuvo Adriana C., tranquila pero consciente de que podría haber sido un incidente de magnitud.
"Mi hermano alcanzó a irse sin que lo vieran, aunque después los tipos se dieron cuenta. Brian fue hasta la casa de un vecino y llamó al 911", agregó la joven mujer. A partir de ese momento los tiempos se aceleraron. Los ladrones huyeron con el botín de unos 25 mil pesos y la policía llegó pocos minutos después.
Según fuentes policiales, los asaltantes se movilizaban en un automóvil Renault Sandero color negro. "Al auto lo encontramos abandonado a pocas cuadras de la vivienda y suponemos que los delincuentes huyeron en otro vehículo", dijeron voceros de la comisaría 10ª, que interviene en el hecho por jurisdicción.
Según vecinos del lugar, no es la primera vez que la vivienda de Francisco de Miranda al 3800 es asaltada. Hace unos cuatro meses, cuando la casa estaba al cuidado de un familiar, autores anónimos se llevaron una buena suma de efectivo y pertenencias, al igual que el jueves.
Dos meses más tarde, dicen los que conocen los chismes del barrio, la familia C. fue víctima de otro robo. En esa ocasión los ladrones entraron a la vivienda por los techos y accedieron a la casa por el patio para huir con más dinero. De momento, los efectivos de la seccional 10ª trabajan para resolver el nuevo caso.

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