jueves, 5 de enero de 2012

ROSARIO: Confirman que tras el triple crimen hubo un tiroteo entre dos prófugos

El padre de Maxi Rodríguez fue a vengar un ataque a su hijo y asesinó a tres jóvenes inocentes. Después se enfrentó a balazos con el muchacho al que buscaba: así hirieron a dos mujeres.

Con el correr de las horas, y el necesario desfile de testigos por sede policial y judicial, la investigación del triple crimen ocurrido el domingo 1º de enero a las 4 de la mañana en Dorrego y Presidente Quintana va despejando dudas y limpiando nombres. Esos testimonios dejaron en claro que Jeremías Trasante, de 17 años; Adrián Rodríguez, de 20; y Claudio Suárez, de 19, cometieron un sólo pecado: estar fumando en un momento y un lugar inoportunos. Así, quedaron en medio de la venganza por un ataque a balazos registrado una hora antes a 20 cuadras de allí, del que fue víctima Maximiliano El hijo del quemado Rodríguez. Además, se confirmó que tras el triple crimen hubo un intercambio de disparos entre el padre de Rodríguez y un joven acusado del ataque a su hijo.
A partir de esos testimonios pudo conocerse la ruta de los asesinos de los pibes que militaban en el Movimiento 26 de Junio, y que nada tiene que ver con lo relatado a este diario el día del crimen por los vecinos.
Trío. Según estos datos, insertos en la causa judicial, los agresores llegaron en un vehículo blanco que dejaron estacionado en Moreno y Presidente Quintana. Estaban buscando a Ezequiel El negro Villalba, quien tiene tres domicilios en la zona: uno de ellos por calle Dorrego y a metros de la canchita de la Agrupación Infantil Oroño.
Para los investigadores, los agresores eran Sergio Quemado Rodríguez, padre de Maximiliano; Damián Damiancito Martínez,y El Tele Delgado. Sólo el primero estaba armado: portaba una ametralladora del tipo FMK 3, un arma que dispara ráfagas de calibre 9 milímetros con un alcance de 100 metros. Otro de los del trío, presumiblemente Damiancito, llevaba colocado un chaleco antibalas.
¿Cuál era el objetivo de la venganza? El negro Ezequiel fue apuntado por el propio Maxi Rodríguez como quien lo había baleado minutos antes, junto a un menor apodado Danonino, en Garay y Vera Mujica.
Inexplicable. ¿Por qué mataron a los pibes en la canchita? La pregunta no tiene explicación y difícilmente la tendrá. El sobreviviente de la masacre relató que los agresores preguntaron "por un tal Andrés". Los vecinos, el domingo, dijeron que en el barrio no había ningún Andrés y sólo reconocían a un tal Pichirica, que había vivido en Moreno al 3900 pero tenía "broncas con todos" y se marchó de la villa.
Al ver armados a los recién llegados, el sobreviviente corrió hacia calle Biedma y se disimuló en la oscuridad. Luego comenzaron las ráfagas de 9 milímetros que tuvieron dos secuencias. Una, dentro del club, que terminó con los tres jóvenes desarmados y asesinados con entre cinco y ocho balazos cada uno.
Otra secuencia se dio en la puerta del club, sobre calle Dorrego. Fue un tiroteo entre El negro Ezequiel empuñando una pistola 9 milímetros y El quemado Rodríguez con la ametralladora. En ese intercambio de plomo hirieron a tres vecinos.
Balazos y vueltos. El 1º de enero, entre las 3 y las 4.30 de la madrugada, los testigos y protagonistas de esta crónica estaban festejando la llegada del año nuevo. En la villa Moreno, la mayoría de los vecinos había sacado reposeras y sillas para escaparle al calor.
A las 3.30 Maximiliano Rodríguez, de 24 años, estaba con su novia y una amiga en un BMW en Garay y Vera Mujica. Hasta allí llegaron dos muchachos en moto (para los pesquisas, Ezequiel Villalba y Danonino) y dispararon contra el auto con una pistola 9 milímetros.
Varios plomos impactaron en el chasis y al menos tres en el cuerpo de Maxi Rodríguez, quien repelió la agresión con su 9 milímetros. Sus tiros dejaron huecos en el parabrisas.
Esa agresión había sido el vuelto de los ocho balazos que Maxi le propinó el 29 de diciembre a Facundo Ezequiel O., de 18 años, a cien metros de la canchita de Dorrego y Quintana. Ese ataque es la piedra fundamental de la tragedia y es lo que alimentó la hipótesis de la interna en la barra brava de Newell's. Es que Facundo O. es del entorno de Diego Panadero Ochoa. Y Maxi Rodríguez intentó tumbar al líder del paraavalancha leproso.
Odio. Luego de que Maxi Rodríguez fuera herido, su padre, Damiancito y Delgado llegaron al lugar. Mientras al joven atacado lo llevaban al Heca, ciego de odio El quemado fue por venganza con Damiancito y Tele.
Cerca de las 4.15 el trío dejó su vehículo en Moreno al 3800. Caminaron unos 30 metros por Presidente Quintana hacia Dorrego hasta que ingresaron a la canchita del club Oroño. El objetivo, la casa de El negro Ezequiel, ubicada sobre Dorrego, a metros del ingreso al club.
Tras cruzar la canchita se toparon con cuatro pibes que estaban sentados en un banco, detrás de un arco y debajo de tres árboles. Además de Jere, el Patón y el Mono, había un muchacho que logró huir. Tras el diálogo fallido entre El quemado y los pibes, comenzaron los disparos. Jeri cayó fulminado y las manchas de su sangre sobre la tierra quedaron como testimonio. El Patón se desplomó casi en la canchita y el Mono corrió unos 30 metros antes de caer.
Cuando El negro Ezequiel escuchó las ráfagas desde la vereda de su casa, se preparó para lo que le deparara el destino. Arma en mano se quedó apuntando hacia la entrada del club. Cuando El quemado y los suyos asomaron sus narices fueron recibidos a plomo y pólvora.
El quemado sólo atinó a disparar una ráfaga, en un arco de 30 grados, que hirió a tres vecinos. Con los disparos silbando, Rodríguez retrocedió sobre sus pasos y a la carrera llegó hasta el auto que lo esperaba sobre Moreno. Y entonces se perdieron en la noche.
Movilización
El Frente Darío Santillán, donde militaban los tres jóvenes asesinados la madrugada del domingo en la villa Moreno, junto a distintas organizaciones políticas, sociales y gremiales convocaron para mañana a una marcha en reclamo del esclarecimiento del triple crimen.
  La convocatoria se fijo para las 10 de la mañana frente al edificio de Tribunales, en Balcarce al 1600, desde donde los participantes se dirigirán hasta la sede local de la Gobernación, ubicada en Santa Fe y Moreno.

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