Familiares y amigos de Sebastián
Battellini se hicieron presentes frente a la planta para pedir justicia
y mayor seguridad para los empleados del lugar. Realizaron dos cortes
sobre la ruta nacional 34, uno por la mañana y otro por la tarde, y
anunciaron que podrían continuar hoy con las protestas.
A una semana de la explosión que volvió a sacudir a la ciudad,
familiares y amigos de una de las víctimas realizaron una masiva
manifestación en reclamo de Justicia. Hubo cortes prolongados sobre la
ruta nacional 34 y anticiparon que en los próximos días se podrían
reiterar las protestas.
Todo comenzó en horas de la mañana cuando un reducido grupo de personas, entre los que se encontraban familiares directos de Sebastián Battellini, se hicieron presentes frente a la planta de Foti Manufacturera Argentina SA, para expresar su malestar por lo ocurrido y aguardar algún tipo de respuesta.
A esa hora de la mañana se llevó a cabo un corte sobre la ruta 34 que demandó la intervención de Gendarmería y también de personal policial, para ordenar el intenso tránsito de vehículos que por esas horas muestra la ruta. De todas formas, la protesta no se extendió por mucho tiempo y se anunció una segunda convocatoria para la tarde.
La respuesta de la gente a este llamado fue muy importante. Cercana las 20.15, un grupo de casi 100 personas, en su mayoría jóvenes, pero también familias y niños, ganaron la ruta 34 y realizaron un corte sobre las dos calzadas que se prolongó hasta pasadas las 21 horas.
Aquí también tuvo que intervenir la policía para desviar el tránsito, a través de la colectora oeste. Hubo banderas, quema de cubiertas, bombos y pancartas. El lema que más se repitió fue "Justicia por Seba", haciendo alusión al joven de 25 años que falleció al día siguiente de la explosión en la firma, tras haber sido derivado a una clínica de Rosario. Los presentes se llegaron, en su mayoría, desde barrio Güemes. Aunque también hubo entre los manifestantes personas de diferentes barrios de la ciudad.
Los reclamos apuntaron principalmente a los responsables de la planta, que hace cuatro años atrás ya había sufrido un episodio similar, con un saldo de cuatro muertos. Las protestas también estuvieron dirigidas a las demoras en la Justicia y a la necesidad de que se encuentre y castigue a los culpables.
Según aseguraron los presentes, ningún representante de la empresa tomó contacto con los familiares de la víctima tras la explosión. Tampoco lo hicieron las autoridades locales y hubo algunas quejas por las demoras que se registraron en la entrega del cuerpo del joven fallecido.
Si bien se pudo identificar a algunos coordinadores de la movilización, la convocatoria fue muy espontánea y se pudo observar cómo diferentes grupos se acercaban al lugar portando cubiertas, que las arrojaban en uno de los cinco focos prendidos que llegó a tener el ancho de la ruta.
Por este mismo motivo, anoche todavía no estaba muy claro cuáles iban a hacer los próximos pasos a seguir. En principio, la intención era continuar hoy con la protesta pero no estaba definido ni el lugar ni la hora. Algunos planteaban la posibilidad de trasladar la movilización al centro de la ciudad mientras que otros sostenían que se debía mantener el reclamo frente a la empresa.
Lo cierto es que la indignación frente a lo ocurrido ya tomó forma entre los allegados a una de las víctimas, que si bien se movilizaron por la muerte de Battellini, no dejaron de pedir mayor seguridad en la planta, y que esta vez algo pueda cambiar.
Cabe recordar que del hecho ocurrido hace cuatro años atrás todavía no se conocen responsables. La causa penal abierta tiene tres personas procesadas, entre las que figuran dos directivos y la jefe de Higiene y Seguridad, pero aún ninguna condena. Tampoco hubo mayores avances en la causa civil, por la cual los familiares de las cuatro víctimas reclaman algún tipo de resarcimiento por lo sucedido.
Por lo pronto, el juez Osvaldo Carlos está investigando esta segunda explosión como un homicidio culposo múltiple. Entre las causas que se manejan se señala la posibilidad de una negligencia del personal, de una falla en el funcionamiento de la maquinaria o de algún factor externo meteorológico.
El hecho ocurrió el pasado martes 27 de diciembre, cuando en horas de la mañana una fuerte explosión se produjo en el predio que ocupa la empresa orientada a la producción de material explosivo, sobre la ruta nacional 34. En el lugar, falleció Ricardo Rubén Perriard, de 49 años de edad, mientras que Sebastián Battellini, de 25 años, fue trasladado a un centro médico presentando graves quemaduras y lesiones en su cuerpo, que finalmente determinarían su fallecimiento.
Todo comenzó en horas de la mañana cuando un reducido grupo de personas, entre los que se encontraban familiares directos de Sebastián Battellini, se hicieron presentes frente a la planta de Foti Manufacturera Argentina SA, para expresar su malestar por lo ocurrido y aguardar algún tipo de respuesta.
A esa hora de la mañana se llevó a cabo un corte sobre la ruta 34 que demandó la intervención de Gendarmería y también de personal policial, para ordenar el intenso tránsito de vehículos que por esas horas muestra la ruta. De todas formas, la protesta no se extendió por mucho tiempo y se anunció una segunda convocatoria para la tarde.
La respuesta de la gente a este llamado fue muy importante. Cercana las 20.15, un grupo de casi 100 personas, en su mayoría jóvenes, pero también familias y niños, ganaron la ruta 34 y realizaron un corte sobre las dos calzadas que se prolongó hasta pasadas las 21 horas.
Aquí también tuvo que intervenir la policía para desviar el tránsito, a través de la colectora oeste. Hubo banderas, quema de cubiertas, bombos y pancartas. El lema que más se repitió fue "Justicia por Seba", haciendo alusión al joven de 25 años que falleció al día siguiente de la explosión en la firma, tras haber sido derivado a una clínica de Rosario. Los presentes se llegaron, en su mayoría, desde barrio Güemes. Aunque también hubo entre los manifestantes personas de diferentes barrios de la ciudad.
Los reclamos apuntaron principalmente a los responsables de la planta, que hace cuatro años atrás ya había sufrido un episodio similar, con un saldo de cuatro muertos. Las protestas también estuvieron dirigidas a las demoras en la Justicia y a la necesidad de que se encuentre y castigue a los culpables.
Según aseguraron los presentes, ningún representante de la empresa tomó contacto con los familiares de la víctima tras la explosión. Tampoco lo hicieron las autoridades locales y hubo algunas quejas por las demoras que se registraron en la entrega del cuerpo del joven fallecido.
Si bien se pudo identificar a algunos coordinadores de la movilización, la convocatoria fue muy espontánea y se pudo observar cómo diferentes grupos se acercaban al lugar portando cubiertas, que las arrojaban en uno de los cinco focos prendidos que llegó a tener el ancho de la ruta.
Por este mismo motivo, anoche todavía no estaba muy claro cuáles iban a hacer los próximos pasos a seguir. En principio, la intención era continuar hoy con la protesta pero no estaba definido ni el lugar ni la hora. Algunos planteaban la posibilidad de trasladar la movilización al centro de la ciudad mientras que otros sostenían que se debía mantener el reclamo frente a la empresa.
Lo cierto es que la indignación frente a lo ocurrido ya tomó forma entre los allegados a una de las víctimas, que si bien se movilizaron por la muerte de Battellini, no dejaron de pedir mayor seguridad en la planta, y que esta vez algo pueda cambiar.
Cabe recordar que del hecho ocurrido hace cuatro años atrás todavía no se conocen responsables. La causa penal abierta tiene tres personas procesadas, entre las que figuran dos directivos y la jefe de Higiene y Seguridad, pero aún ninguna condena. Tampoco hubo mayores avances en la causa civil, por la cual los familiares de las cuatro víctimas reclaman algún tipo de resarcimiento por lo sucedido.
Por lo pronto, el juez Osvaldo Carlos está investigando esta segunda explosión como un homicidio culposo múltiple. Entre las causas que se manejan se señala la posibilidad de una negligencia del personal, de una falla en el funcionamiento de la maquinaria o de algún factor externo meteorológico.
El hecho ocurrió el pasado martes 27 de diciembre, cuando en horas de la mañana una fuerte explosión se produjo en el predio que ocupa la empresa orientada a la producción de material explosivo, sobre la ruta nacional 34. En el lugar, falleció Ricardo Rubén Perriard, de 49 años de edad, mientras que Sebastián Battellini, de 25 años, fue trasladado a un centro médico presentando graves quemaduras y lesiones en su cuerpo, que finalmente determinarían su fallecimiento.
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