domingo, 15 de enero de 2012

PROV. STA FE: La EPE busca revertir más de dos décadas marcadas por los cortes

Cumple 25 años durante los que se hicieron muchas promesas pero hubo pocas soluciones. La historia de una firma que esta semana estuvo en boca de todos por la falta del servicio.

Los cortes de energía eléctrica en Rosario ya son un clásico. Ocurren desde hace al menos 25 años, desde que nació la Empresa Provincial de la Energía (EPE). Este verano no es la excepción. Tanto que el tema se convirtió en el eje de la semana que hoy concluye. Una mirada hacia atrás revela un ciclo signado por anuncios de obras que, sin embargo, no pudieron evitar las interrupciones en el suministro. De todos modos, en los últimos cuatro años se invirtió mucho más que en décadas anteriores. Habrá 360 millones de pesos sólo para Rosario en los próximos seis años, según el presidente de la firma, Daniel Cantalejo.
Desde su creación en 1987, cada una de las gestiones de la EPE aseguró haber trabajado y mucho para brindar un buen servicio. Un dossier elaborado por la misma empresa, el 26 de noviembre de 2006 pasa revista a temas ineludibles como situación energética, crecimiento industrial, nuevo mapa eléctrico y, un dato relevante, la evolución de la composición del gasto desde 1993 a 2007. "La EPE hoy es una empresa que invierte en obras 10 veces más que hace 10 años, que ha reducido un 62 por ciento su gasto en personal, y que duplicó la adquisición de energía. Una empresa en transformación, que desde hace 2 años se viene anticipando con inversiones en infraestructura a los actuales picos de demanda", aseguraba el documento en aquella fecha.
Pero aquel deseo plasmado no puede ocultar una contradicción: la realidad y los relatos. En la memoria de los rosarinos están presentes interrupciones y apagones. Desde el último corte de la semana pasada, hacia atrás, se puede aplicar una metáfora que una vez, y para otra relación, utilizó un famoso presidente del país: "La demanda va en ascensor y las inversiones por la escalera".
Si bien queda claro que los cortes de luz siguen, el panorama parece empezar a cambiar direccionado por el Plan Estratégico 2010-2025. "La EPE se adapta al desarrollo urbano y prevé un verano sin grandes cortes", fue el último anuncio que recogió La Capital de parte del titular del área de Relaciones Institucionales de la compañía, Raúl Stival, en la edición del 29 de agosto de 2011. En aquella oportunidad, aseguró que la empresa estaba "realizando obras para tener menos problemas en el verano y para hacerle frente al crecimiento vegetativo de la demanda, que sube un 6 o 7 por ciento por año".
Entre las inversiones, se cuenta la estación transformadora de Ibarlucea, inaugurada en noviembre pasado. Es la número 57 que opera la EPE para convertir la energía de alta a media tensión y para beneficio de unos 30 mil habitantes del noroeste del departamento Rosario. La medida fue celebrada por las autoridades provinciales como "coronación de cuatro años de inversión inédita de mil millones de pesos". Aunque el mismo mes había deparado dos sorpresas menos gratas: un 23 por ciento de aumento en las tarifas que comenzó a llegar dividido entre diciembre y marzo y el primer corte de luz de la actual temporada. Fue el pasado 8 de noviembre, cuando el termómetro mostró 33.7º y "causó una doble falla en la red de media tensión". Nada nuevo, un calco de las últimas décadas en las distintas gestiones de gobierno.
Seis meses antes había vuelto a funcionar la usina térmica Sorrento, a través del holding Albanesi, uno de los más activos inversores en el mercado de la energía en el país, y un nuevo centro de distribución en San Martín 4364. A contrapelo de esta expectativa, en marzo pasado, los medios ya hablaban de "piquete por falta de luz en el centro" pocas semanas después de que la EPE anunciara una inversión de 720 millones hasta 2015.
El racconto llega hasta enero de 2011, que se emparenta con el actual. "El calor no afloja y el consumo energético en el país ya superó un nuevo récord", tituló este diario el pasado 10 de enero de este año. El aspecto cíclico del problema es lo que por estos días agobia tanto o más que los apagones. Por añadidura, los usuarios ya sienten que hablar de "récord histórico de consumo" es un latiguillo y lo hacen saber a través de llamados y cartas de lectores.
Hacia atrás. “Así será el nuevo mapa eléctrico de Santa Fe”, entusiasmaba la EPE en el citado dossier de 2006 en el que también planteaba el desafío de un plan de obras claves en toda la provincia. Así, se anunciaban las usinas térmicas de Timbúes, capaces de hacer frente al 50 por ciento de la demanda pico. ¿A qué se estaba respondiendo? “Buscamos iluminar con cifras y datos concretos, actualizados, el conocimiento que todos tienen de la EPE. Una percepción que muchas veces está oscurecida por mitos, rumores y realidades de otras épocas”, indicaba el documento.
   En diciembre de 1996, el entonces gobernador Jorge Obeid descartó la privatización y accionó un proceso transformador para dar vuelta denuncias de fraudes y desmanejos, con funcionarios sospechados de corrupción, que significaban pérdidas millonarias para el empresa. Se pagaban más de 10 millones al año por horas extras y otros cinco en bonificaciones a empleados, y hasta se hablaba de impunidad y de una EPE paralela que facturaba medidores adulterados.
   Según Obeid, la empresa compraba barato, vendía caro, tenía tarifas altas, no invertía y tenía salarios de privilegio. Una de las denuncias hablaba de 1.000 empleados en sólo un año (1996). Hubo apagones en pleno julio y protestas de vecinos. En diciembre de 2003, asumió nuevamente Luis El Halli Obeid, de la mano de una nueva gobernación de su primo Jorge Obeid, hasta 2007.
Un patrón que se repite. Cortes y anuncios de obras se convirtieron en una matriz anual desconcertante. Los mismos problemas y los mismas promesas y, de yapa, idéntico argumento: los récords de consumo que entre 2003 y 2008 alcanzaron una diferencia de 384 megavatios.
Durante ese período, la ciudad tuvo un crecimiento exponencial conocido como boom inmobiliario.
Pregunta casi retórica: ¿La EPE no pudo trabajar sobre esa realidad y anticiparse al déficit señalado? En cambio, para disminuir los cortes hubo apelaciones al uso racional, lamparitas de bajo consumo y redadas contra los enganchados. Todas causas más que nobles, pero ninguna de impacto estructural capaces de revertir problemas que son tan de fondo que llevan décadas, tal como se puede comprobar a través de un repaso de archivo.
Hoy se aguarda que la inversión anunciada comience a dar sus frutos direccionada por el ambicioso Plan Estratégico 2010-2025.

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