La única sospechosa de haber asesinado de un disparo al gobernador de Río Negro podría recibir la pena de cadena perpetua en el caso de hallarla culpable. Ayer se negó a declarar.
A menos de un mes de la muerte del gobernador de Río Negro, Carlos Soria, la viuda y única sospechosa Susana Freydoz fue imputada por "homicidio calificado agravado por el vínculo". Lo decidió el juez Emilio Stadler después de que la acusada de haber efectuado el disparo se retirara de los tribunales, negada a la declaración indagatoria.
La mujer escuchó de boca del propio magistrado la acusación y luego dijo que no estaba dispuesta a declarar. En medio de un fuerte operativo policial, regresó a la ciudad rionegrina de Allen donde se encuentra "restringida de su libertad" debido al estado de salud en el que se encuentra y el delito que se le imputa.
Freydoz fue trasladada el miércoles a la mañana a los tribunales de Roca. Minutos después de las 9 ingresó a la zona de estacionamientos que se encuentra en el subsuelo, por avenida Roca, entre San Luis y Palacios. Lo hizo a bordo de un Peugeot 307 XS –patente FZY 650– con vidrios polarizados y en compañía de un sobrino que conducía el vehículo y de su hijo Carlos.
El trámite judicial duró poco más de una hora y media. Tras las notificaciones y confirmaciones de los datos personales de la mujer y de su abogado Alberto Riccheri, el juez Emilio Stadler le leyó la imputación del delito por el cual había sido convocada a indagatoria.
"Homicidio calificado, agravado por el vínculo y la utilización de un arma de fuego", según trascendió de fuentes judiciales. Sin mediar muchas palabras, la viuda de Soria aseguró ante el juez que no declararía. En varias oportunidades se la pudo ver a Freydoz visiblemente consternada, y con anteojos negros.
La calificación de la causa no resultó un dato menor para el estado de la mujer (que según su abogado se encuentra medicada) y de sus allegados, ya que por ese delito, en caso de ser hallada culpable, será condenada a prisión perpetua (artículo 80 inciso 1 del Código Penal).
Después de expresar la negativa a declarar, no hubo tiempo para nada más. La mujer se levantó de la sala a la cual había ingresado con su defensor y nuevamente se dirigió al subsuelo del edificio de tribunales.
Afuera la esperaban las cámaras de los medios nacionales y media decena de fotógrafos que desde temprano buscaban la imagen de Freydoz ya que no había aparecido públicamente desde el día en el que habría disparado al ex gobernador, en su chacra de Paso Córdoba la madrugada del 1ero de enero de este año.
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