Un chico de 17 años que era buscado por la policía en el marco del asesinato de un muchacho de 23 años, hijo de un comisario rosarino, se presentó por voluntad propia en los Tribunales.
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Un chico de 17 años que era buscado por la policía en el marco del asesinato de un muchacho de 23 años, hijo de un comisario rosarino, se presentó por voluntad propia en los Tribunales. El joven fue indagado en un juzgado de Menores y rechazó en forma rotunda tener conexión con el homicidio citado que se registró hace 16 días. Quedó detenido en el Instituto de Rehabilitación del Adolescente de Rosario (Irar).
Enterado de que lo buscaban por el crimen de Juan Manuel Gorosito, ejecutado de un tiro por la espalda el 13 de octubre pasado, Enrique Nahuel G. se dirigió el miércoles a la mañana al juzgado de Menores Nº 4. Fuentes ligadas a su defensa penal señalaron que se presentó de manera espontánea al enterarse que la policía había allanado la casa de su abuela, en la calle Casilda, siguiendo sus pasos por el crimen.
Juan Manuel Gorosito llegó la noche del miércoles 13 de octubre a la casa de los abuelos de su novia, en Santa Fe al 7100, y fue abordado cuando entraba la moto. Resistió el robo y puso en fuga al asaltante que en determinado momento le efectuó un disparo por la espalda que lo mató. El ladrón se llevó la moto del muchacho, una Honda 125 roja y negra que apareció abandonada, dos días después, sobre las vías del ferrocarril frente al predio de entrenamiento del club Argentino de Rosario.
Por temor. Enrique G. tuvo que esperar un día para ser indagado. Cuando llegó la ocasión le dijo a la jueza de Menores Nº 4, María Dolores Aguirre Guarrochena, que se había presentado por el miedo que sentía al ser implicado en un delito del que era ajeno y que su temor se acrecentaba al ser la víctima hijo de un policía.
Fuentes de la defensa del chico consignaron que existe en el expediente un testimonio que describe al autor del robo y homicidio como una persona de unos 25 años y de cabello rubio, mientras que el chico ahora detenido en el Irar no coincide ni en edda ni aspecto con ese reporte.
Juan Manuel Gorosito trabajaba en un comercio de calzado. La noche fatal había llegado en moto a la casa de los abuelos de su novia Paula, con quien trabajaba. En la vereda de la casa, Juan comenzó a maniobrar su moto para estacionarla en el porche de la casa contigua al pasillo. Según el relato de la muchacha, por el lugar pasó un joven caminando. Una vez que superó a la pareja, volvió sobre sus pasos y encaró a los dos arma en mano.
"Al ver el arma, la chica se introdujo en la casa y un instante después escuchó el disparo. Cuando salió nuevamente a la calle, se encontró con su novio baleado y con el otro hombre huyendo en la moto", explicó ayer el comisario Juan Pablo Bengoechea, jefe de la comisaría 14ª.
Ataque y huida. Juan Manuel es uno de los hijos del comisario Claudio Gorosito, ex jefe de la brigada de Investigaciones de la Unidad Regional II y de las comisarías 8ª y 1ª entre otros destinos. El muchacho tenía su domicilio en el pasaje Santafesino entre Rueda y Virasoro, de barrio La Tablada.
El balazo que disparó el agresor impactó a Juan Manuel en la región dorsal y quedó a la altura del sexto arco costal sobre la línea escapular. Mortalmente herido Gorosito corrió unos metros hacia calle Guatemala, distante unos 50 metros de la casa de su novia. Cuando Paula y su madre salieron a la vereda, menos de un minuto después de la detonación, descubrieron al joven agonizante y al bandido armado que huía por Santa Fe en la moto robada.
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