Justo en la esquina de San Juan y Javier de la Rosa, en el límite entre los dos barrios nombrados, Marcela Figueroa recorría su casa con 10 centímetros cerca del mediodía. “Hasta acá llegué a tener agua”, le dijo a El Litoral, mientras señalaba una línea en la pared, a unos 80 ó 90 centímetros del suelo. Hasta anoche, esta vecina se vio obligada a permanecer en la casa de su suegra junto a sus cinco chicos. “No sé cuándo voy a poder volver. Ya tuve que tirar dos colchones, no se puede vivir así”, manifestó ofuscada. Muy cerca de sus pies flotaba una zapatilla.
Andrea Gorosito, que vive en la misma intersección de calles pero justo enfrente, también se lamentaba hoy de tener agua dentro de su casa. “Llegué a tener más de 80 centímetros”, explicó. Hoy regresó a su morada para verificar la situación, tras estar los últimos días en la casa de una tía. Lo hizo obligada por las circunstancias porque debía presentarse a trabajar. “Ahora los que quedamos con agua en casa somos pocos”, reconoció, pero recordó que “esto nos afectó a todos”.
En la casa de Armando Orellano, en Javier de la Rosa 3608, la situación era un poco mejor, pero todavía tenía todos los pisos mojados, sobre todo en el comedor y junto con un amigo trataban de escurrir el garaje, donde el agua caprichosa no terminaba de irse. El enojo de este vecino, que tiene que hacerse diálisis con frecuencia, es que durante los últimos días debió permanecer en su casa durmiendo en sillas. “No abandoné por temor a los robos”, contó mientras de lamentaba del estado en que quedaron varios muebles.
Ariel Figueroa, en Javier de la Rosa 3683, era otro de los vecinos que todavía tenían agua -unos 10 centímetros- en Javier de la Rosa 3683. “Tengo toda la familia en la casa de mi viejo y vengo acá a cuidar”, respondió ante las consultas. La queja unánime es que ninguna autoridad municipal se acercó hasta allí para brindar algún tipo de ayuda.
Evacuados
Este mediodía todavía quedaban 35 familias de barrio Pompeya evacuadas en el Centro Deportivo Provincial, institución ubicada en Facundo Zuviría y Estanislao Zeballos, donde se alojó a la mayoría de los que se inundaron. En total, había 170 personas, de las cuales 120 eran chicos. Roberto Montenegro, a cargo del centro, informó que unas 10 familias tenían previsto emprender el regreso a casa después del almuerzo.
Denuncia penal por obstrucción de desagües
El municipio informó que realizará una denuncia penal, ante el fiscal de turno, por la posible comisión de un delito a raíz de elementos que fueron encontrados taponando las bocas de desagües en el norte de la ciudad.
En el escrito, el Fiscal Municipal informará que ayer por la tarde, cuadrillas de trabajadores municipales hallaron gran cantidad de escombros en la boca de tormenta situada en la calle Obispo Boneo, intersección Pasaje Paraguay, y un colchón enrollado dentro del conducto. Asimismo, en Pasaje Koch y calle San Lorenzo, se encontraron escombros y una cubierta de automóvil dentro de la boca de tormenta situada en ese lugar.
Los trabajadores municipales llegaron hasta allí junto a empleados de la firma Emsade, cuyo camión desobstructor realiza tareas al servicio del municipio para limpiar los desagües.
El parte oficial informa, además, que “una vez que los trabajadores lograron retirar los objetos mencionados, se fue en poco tiempo el agua que había permanecido por más de 48 horas en la zona de Facundo Zuviría, dando pauta del daño que ocasiona a la población este tipo de hechos”.
Cabe mencionar que la denuncia penal realizada por el Municipio, estará acompañada por la declaración de testigos que se encontraban en el lugar y por fotografías que fueron tomadas por los propios vecinos.
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