Hoy conviven dos normativas -de integración e inclusión- mientras se revisan las políticas educativas vigentes.
La Subsecretaría de Inclusión Educativa del Ministerio de Educación provincial está revisando las políticas de inclusión de alumnos con discapacidad en las escuelas de nivel obligatorio de la pasada gestión, mientras define los nuevos lineamientos a implementar. La lupa está puesta particularmente en la Resolución N° 1290/23, que está bajo análisis con la participación de todos los involucrados en el ámbito educativo. Convive, a nivel normativo, con un decreto de 2010 que habla de "integración".
"Teniendo en cuenta que el ministro Goity nos pidió que se revise y analice de forma participativa la Resolución 1290, que avala la 'inclusión plena', es que nos tomamos un tiempo para que esta discusión sea realmente participativa. Esa normativa está basada en las trayectorias únicas, que están derogadas al revocarse el avance continuo, que fue una de las primeras medidas que se tomaron en educación", señaló a El Litoral, Betina Florito, actual subsecretaria de Inclusión Educativa.
En paralelo, mediante una comunicación enviada a las escuelas a principios de año, se informó que la organización y la articulación de proyectos de inclusión interinstitucional se rigen por el Decreto 2703/10 y sus modificatorias, en cuanto a la promoción de estudiantes de nivel secundario (Decreto 3467/19).
"Es importante tener en cuenta que ese decreto de 2010, que en su momento fue muy innovador en cuanto a la integración, está vigente, al igual que está en vigencia la resolución 1290, del año pasado. Aunque esta última está en revisión", volvió a señalar la subsecretaria.
"En paralelo, estamos iniciando una capacitación que cuenta con gran cantidad de inscriptos. También estamos recorriendo el territorio y dando respuestas puntuales, además de habernos reunido a principios de año con ONGs, padres, docentes. Además, elaboramos estas 'pautas de inclusión' que ponen énfasis la revisión de cada trayectoria educativa, teniendo en cuenta la singularidad de los alumnos. En todo esto hemos estado avanzando", señaló Florito, al ser consultada sobre cuáles serán los ejes de la actual gestión en Educación Especial e inclusión.
Que no sea solo "estar" en la escuela
"La gestión anterior apuró pasos al aplicar la inclusión plena. Y nos parece que a la inclusión, a la convivencia, vamos a llegar a través de un proceso, de un paso a paso, porque las escuelas no están todas preparadas, ni todos los docentes se sienten con la confianza y con la tranquilidad de poder abordar algunas situaciones con determinados estudiantes", explicó Florito, con respecto a la inclusión de chicos con discapacidad en las escuelas de nivel obligatorio o comunes.
"Incluir no es sólo 'estar'. Incluir es pertenecer, es sentirse parte de un grupo, sentirse alojado, poder compartir, poder aprender. Porque nos hemos encontrado con chicos que 'están' en las escuelas pero que realmente no están incluidos", consideró Florito.
"La prioridad, para nosotros, son los procesos individuales", resumió la funcionaria, sobre la impronta que imprimirá su gestión. Y añadió: "Esto realmente se viene haciendo de una manera casi artesanal, caso por caso. Estamos logrando contener muchas situaciones, y sentimos que los padres nos están acompañando, apoyando y también nos están guiando".
"Entendemos que hay una población que tiene una singularidad, que necesita algo más personalizado, que quizá en un aula de 25 ó 30 chicos, a veces se complica. Quizás no sea este el momento en el que ese niño con esa discapacidad o esa dificultad de aprendizaje tenga que estar en el aula. A lo mejor esto será un poquito más adelante, después de pasar un tiempo por la escuela especial y de hacer un trabajo más personalizado".
Considerar la singularidad
Otra cuestión que dejan en claro las "Pautas de trabajo para la Inclusión Educativa 2024" es que, al derogarse las trayectorias únicas continuas, los alumnos integrados podrán llevar a cabo su recorrido escolar, tanto en las escuelas de nivel como en las escuelas especiales, sean estas de gestión oficial o privada, considerando la singularidad de cada alumno y su discapacidad.
Florito aclaró que el Ministerio de Educación dejó abierta la posibilidad "de que sean los padres, no nosotros, quienes elijan la educación de sus hijos con discapacidad". En tal sentido, pidió a las familias "que respeten la autoridad pedagógica, porque los docentes muchas veces aconsejan en base a lo que ya tienen visto, porque están ahí con el chico, porque lo conocen, porque comparten con él".
"Los apoyos -como el de los acompañantes terapéuticos- no son siempre necesarios y son eso: un apoyo adicional para que se pueda lograr determinado objetivo con ese estudiante. Pero sí es necesario que la trayectoria de cada alumno pueda ser consensuada y hablada entre la escuela especial, la escuela de nivel obligatorio, el equipo de profesionales externos que atiende a ese estudiante y los padres", destacó.
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