La tormenta vino precedida de algunas ráfagas y también de descargas eléctricas. Pasadas las nueve de la noche, comenzó el diluvio y enseguida también sus secuelas.
La Capital |
Calles desbordadas de agua, tránsito con serias dificultades, algunos árboles caídos y barrios anegados y con muchas complicaciones fueron las principales secuelas que debió padecer anoche la ciudad luego de un intenso aguacero que comenzó poco después de las nueve y que al cierre de esta edición se seguía abatiendo sobre la región. Anoche no se habían reportado víctimas personales, pero las dificultades para los vecinos se multiplicaban, sobre todo en algunas zonas más alejadas del centro.
El diluvio fue el corolario de una serie de advertencias lanzadas durante toda la tarde por el Servicio Meteorológico Nacional. Hacia la tardecita los pronósticos hablaban de la posibilidad cierta de tormentas severas y localmente muy intensas, y los servicios meteorológicos advertían sobre su intensidad.
Las proyecciones comenzaron a verificarse al caer la tarde en el norte de la provincia de Buenos Aires y el sur de Santa Fe, donde cayó mucha agua y la lluvia vino acompañada de fuertes vientos. En algunas ciudades y pueblos también cayó granizo. En Venado Tuerto, por ejemplo, las piedras fueron de considerable tamaño y causaron serios inconvenientes, además de algunos daños que anoche todavía no habían sido evaluados.
La tormenta vino precedida de algunas ráfagas y también de descargas eléctricas. Pasadas las nueve de la noche, comenzó el diluvio y enseguida también sus secuelas.
Llovió tanto, y tan fuerte, que en segundos las calles se inundaron. Muchas bocas de tormenta se taparon casi al instante, por la gran cantidad de hojas que cayeron durante todo el día a raíz de los vientos. Algunas avenidas se volvieron intransitables y esa situación se hizo más evidente en ciertos barrios.
La magnitud del temporal se advirtió rápidamente en las redes sociales, donde los usuarios comenzaron a narrar casi en vivo los detalles del aguacero, y también sus consecuencias. Se reportaron problemas en la zona de la terminal, en Génova y Travesía, y en Alem y Deán Funes. En algunas zonas, los propios vecinos interrumpían el tránsito para evitar que el agua ingresara a sus casas.
En cambio, y al contrario de lo que sucedió en varios sitios de la región, los rosarinos no reportaron hasta la medianoche la caída de granizo.
En el centro, uno de los lugares más afectados fue la avenida Pellegrini, desde bulevar Oroño hacia el este. Como es habitual en este tipo de contingencias, el túnel Celedonio Escalada se anegó rápidamente y los vehículos tuvieron que desviarse por calles alternativas. En Arroyito y Alberdi también se reportaban dificultades para el tránsito, igual que en barrio Belgrano y una infinidad de calles barriales.
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