En una operación sin precedentes fueron arrestados 17 ejecutivos, entre ellos los presidentes de tres de las constructoras más importantes de Brasil y un ex director de la empresa estatal.
Petrobras está en el ojo de la tormenta. Según las autoridades, el esquema de corrupción movilizó en términos de lavado de dinero y de sobrefacturación unos 3.850 millones de dólares. Foto: Agencia EFE
Redacción El Litoral
Agencias EFE/DPA
El escándalo que sacude Brasil desde hace varios meses por desvíos millonarios en la petrolera Petrobras, mayor empresa del país, se agravó en la jornada de ayer con el arresto de un exdirector de la estatal y de ejecutivos de nueve importantes empresas nacionales.
El exdirigente de Servicios de Petrobras Renato Duque fue detenido en Río de Janeiro en una nueva fase de la operación de la Policía Federal conocida como “Lava Jato”, iniciada en marzo y que este viernes movilizó a 300 agentes en seis estados brasileños para cumplir 85 órdenes de captura.
En total fueron arrestados 17 ejecutivos, entre ellos los presidentes de tres de las constructoras más importantes de Brasil: José Aldemario Pinheiro Filho (de OAS), Ildefonso Colares Filho (de Queiroz Galvao) y Dalton dos Santos Avancini (de Camargo Correa). La policía hizo incautaciones de material informático y pruebas en las sedes de las siete mayores constructoras del país, según el balance de la operación.
Petrobras está en el centro de las investigaciones de la operación y, según las autoridades, el esquema de corrupción movilizó en términos de lavado de dinero y de sobrefacturación unos 10.000 millones de reales (unos 3.850 millones de dólares).
En el marco de las investigaciones sobre lavado de dinero, la Policía Federal detuvo hace unos meses al exdirector de Abastecimiento de Petrobras Paulo Roberto Costa, quien aceptó colaborar con la justicia a cambio de una reducción de pena.
Costa, quien durante años fue uno de los principales ejecutivos de la empresa, denunció un aumento ilegal del precio de varias obras y operaciones de compra de refinerías, además de cobros adicionales en contratos con terceras empresas, con el objetivo de alimentar una red de sobornos a políticos y partidos.
En su declaración, delató a supuestos beneficiarios de la red de corrupción a cambio de una reducción de condena y reveló tener conocimiento de irregularidades practicadas en la Dirección de Servicios de Petrobras en la época en la que Renato Duque tenía el control.
Sospechas en los más altos niveles
Además de Duque, la operación de este viernes tuvo como blanco ejecutivos de las principales empresas acusadas de ofrecer sobornos equivalentes al 3 % de cada contrato que, según Costa, eran pagados a directivos de Petrobras.
Entre los detenidos figuran ejecutivos de las constructoras Odebrecht, Mendes Junior, Iesa, OAS, Camargo Correa, Queiroz Galvao y UTC.
La Justicia del estado de Paraná, responsable del proceso, ordenó el bloqueo de aproximadamente 720 millones de reales (unos 277,2 millones de dólares) en bienes de propiedad de 36 de los investigados.
El escándalo de corrupción de Petrobras fue uno de los temas más debatidos en la campaña electoral para los comicios del mes pasado, en los cuales fue reelegida la presidenta Dilma Rousseff, quien llegó a ser acusada por una revista de conocer el esquema de corrupción junto con su antecesor y mentor político, Luiz Inácio Lula da Silva.
En medio de esta novela, Petrobras anunció el jueves que sólo divulgaría sus resultados trimestrales en diciembre ante la posibilidad de que tenga que ajustarlos por los desvíos, aunque este viernes se retractó debido a la negativa reacción del mercado por las dudas generadas entre los inversores.
Las acciones de la empresa abrieron con fuertes caídas en la bolsa de Sao Paulo, del 4,77 % las preferenciales y del 5,17 % las ordinarias, por lo que la empresa anunció que el próximo lunes presentará sus resultados en el tercer trimestre, aunque no hayan sido revisados por los auditores externos que contrató para determinar si los desvíos descubiertos en los últimos meses afectaron sus finanzas.
La estatal admitió que pasa por un momento único en su historia debido a las investigaciones de millonarios desvíos que pueden afectar sus resultados.
Subrayó, además, que espera “alcanzar una mayor profundidad en las investigaciones de las empresas independientes de auditoría” que le permitan realizar “eventuales ajustes en las demostraciones contables generadas por las denuncias y las investigaciones”.
El Tribunal de Cuentas de Brasil calcula que los desvíos en Petrobras le costaron a las arcas públicas cerca de 3.000 millones de reales (unos 1.150 millones dólares) en los últimos años.
Las claves del caso
Petrobras, una de las mayores empresas del mundo, está en el ojo de la tormenta por denuncias de corrupción que de confirmarse podrían destapar uno de los mayores escándalos en la historia del país.
* Todo comenzó cuando Paulo Roberto Costa, exdirector de Abastecimiento y Refinación de Petrobras, encarcelado por pertenecer a una inmensa red de lavado de dinero, denunció para reducir su pena un mecanismo de pago de coimas a políticos vía contratos con la petrolera.
* Costa acusó de participar en el esquema de corrupción a más de 50 legisladores (incluidos los presidentes de ambas cámaras del Congreso), gobernadores, al ministro de Energía, en su mayoría del Partido de los Trabajadores (en el poder desde 2003) y de dos partidos de la coalición gobernante. Todos niegan las acusaciones o no se han expresado al respecto.
* Las coimas existirían desde que el PT llegó al poder en 2003. Rousseff fue ministra de Energía de 2003 a 2005 y presidenta del consejo de administración de Petrobras de 2003 a 2010.
Aunque en principio no fue directamente implicada en las denuncias, sí fue duramente cuestionada a causa de este escándalo durante las últimas elecciones presidenciales.
* Al escándalo por las coimas se suman negocios sospechosos que son investigados actualmente por el Congreso, entre ellos la compra a la belga Astra Oil de una refinería en Pasadena (Texas, EEUU) por 1.200 millones de dólares, que ésta había adquirido un año antes por solo 42,5 millones. Por otro lado, la refinería Abreu y Lima en Pernambuco (noreste), que Petrobras decidió construir en 2007 con Venezuela, tenía un presupuesto inicial de 2.300 millones de dólares. Venezuela finalmente nunca financió la obra, cuyo costo es estimado hoy en 20.000 millones.
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