Se había generado hace dos meses por el hundimiento de una cámara séptica del sistema de cloacas. La causa del problema fue la rotura de un caño de desagüe pluvial.
El personal de la empresa Mundo Construcciones ya está terminando los últimos detalles de la reparación del socavón de Arenales y Primera Junta, en barrio Santa Rosa de Lima. El hundimiento del terreno se produjo hace dos meses, a sólo 30 días de que la obra de prolongación de la red cloacal fuera inaugurada, y preocupó seriamente a los vecinos de la zona.
Desde lo estrictamente técnico, la empresa a cargo de los trabajos explicó que el socavón ocurrió por el hundimiento de la boca de registro ubicada en dicha intersección. El inconveniente lo originó la rotura de un caño de desagüe pluvial, que se prolonga paralelamente a la cámara en cuestión. “La pérdida de líquidos, generó una debilidad estructural en el suelo lo que condujo al colapso y hundimiento de la cámara, ocasionando la rotura de los caños de ese sector de la red”, indicaron.
Posteriormente detallaron los trabajos de reparación. “Se instalaron equipos de depresión de napa para bajar el nivel freático del suelo —distancia a la que se encuentra el agua desde la superficie del terreno— y posibilitar las excavaciones necesarias, como también la colocación de tablestacas para mantener la estabilidad de la perforación”. La última medida fue necesaria debido a que el suelo es poco estable por ser de relleno.
Finalmente, se desmontó la cámara completa, se confeccionó una nueva platea de fundación ya que se dañó la primera y se procedió a reemplazar la cañería averiada. Como último paso, realizaron la limpieza del circuito para recuperar el normal funcionamiento de la estación de bombeo.
Esperan que se solucione
“Supimos que se hundió la cámara, el asfalto se rompió y también un caño de agua. Ahora por suerte parece que ya va a estar todo arreglado. Fue una obra que esperábamos mucho, Dios y la Virgen quiera que ya con esto se termine de una vez”, dijo Alejandra una vecina de calle Arenales que tiene su casa justo frente a donde estaba el socavón.
En su momento, cuando se dio a conocer la existencia del socavón, el que estaba realmente preocupado era Alfredo Díaz, un vecino de Arenales 2397. Es que en su casa y en la vereda aparecieron varias grietas dado el movimiento de la tierra. El límite del socavón estaba apenas a tres metros de la puerta de ingreso. Para medir el crecimiento de las rajaduras, Alfredo colocaba piedritas en el espacio.
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