Significó una disminución del ritmo de crecimiento mensual de casi medio punto en comparación con julio, cuando fue 2,55%. Respondió a la menor fuerza del consumo interno, al disiparse el efecto del medio aguinaldo.
Además, la astringencia monetaria que comenzó a poner en práctica el Banco Central también indujo a contener el impulso del consumo, en un escenario donde la pérdida de competitividad acumulada de muchas industrias hizo perder mercados, y con ello redujo las horas trabajadas, en particular en la rama terminal automotriz.
De todas formas, el aumento de los precios, el cual se sospecha que nuevamnte más que duplicó al que informará este viernes el Indec, se mantiene a un ritmo cercano a 30% anual en perspectiva y de 25,2% en los últimos doce meses.
Se trata de una variación que comenzó a exceder la suba promedio de los salarios, de ahí la reacción inicial de pérdida de fuerza del consumo, con el consecuente freno del ritmo de alza.
No obstante, la diputada Patricia Bullrich, de Unión por Todos, resaltó que "la inflación de agosto fue la más alta desde la última década para ese mes, demostrando que se está frente a un proceso de aumento persistente y sostenido de los precios".
La presentación fue realizada en el Congreso, y estuvo a cargo de los Diputados Patricia Bullrich (Unión por Todos), Cornelia Schmidt-Liermann y Paula Bertol (PRO), Carlos Brown (Frente Peronista), Juan Pedro Tunessi, Patricia De Ferrari Rueda, Elsa Alvarez y Bernardo Biella Calvet (UCR).
"A pesar de los controles de precios, el cepo, y los controles a las importaciones que intentó el gobierno nacional, la inflación continúa en alza. Frente a esto volvemos a plantearle al Gobierno la regularización del Indec", enfatizó Bullrich.
La desaceleración del ritmo inflacionario tuvo lugar pese a que, por el contrario, el Banco Central de la República Argentina impulsó el ritmo de ajuste del tipo de cambio, para no aumentar su rezago respecto del real de Brasil: subió 3,3 por ciento.
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