lunes, 18 de junio de 2012

Un nuevo caso de muerte súbita en el fútbol amateur en tan solo 23 días

Nicolás Pulvirenti, un profesor de tenis de 36 años, falleció el sábado durante un partido de la Liga Interprofesional de Santa Fe. El 26 de mayo pasado, Luis Camissi de 21 años sufrió muerte súbita. Las autoridades de los torneos evalúan exigir a todos los jugadores estudios médicos.

El fútbol amateur santafesinos ya se cobró dos vidas en 23 días. Ambos casos ocurrieron un sábado a la tarde, en medio de un partido y los jugadores cayeron desplomados al suelo sin que la asistencia de los paramédicos pudiera reanimarlos. El primer caso, alertó muchísimo a la opinión pública por la corta edad de la víctima.


Luis Camissi tenía 21 años el 26 de mayo pasado, cuando su corazón no resistió el esfuerzo físico y dejó de latir. Era estudiante de ingeniería Química de la UNL y los fines de semana disfrutaba jugar en la liga de Inmaculada. Este sábado, en el predio del Sanatorio Santa Fe, ubicado sobre la ruta Nº 1, Nicolás Pulvirenti, integraba uno de los equipos que competían en la Liga Interprofesional de Santa Fe. Su vida de deportista y como profesional del tenis se truncó en medio del partido. Los paramédicos lo trasladaron en ambulancia hasta un sanatorio privado pero llegó sin signos vitales.


“Es muy difícil de prever”
“Nicolás estaba jugando en la cancha 1 de Sanatorio Santa Fe. Hace tres años que jugaba en ese equipo. Estaban en la mitad del partido y sufrió una muerte súbita. Se hizo todo para reanimarlo y no respondió. Con la ambulancia se lo trasladó hasta el sanatorio donde trataron de reanimarlo, pero no pudieron”, explicó ayer a Diario UNO el responsable de Torneos de la Liga Interprofesional, Juan Carlos Rodríguez, que desde hace 27 años que organiza torneos amateur.


“Ya teníamos previsto –continuó– que la gente que supere cierta edad le íbamos a pedir revisación médica como para sumar algún control más. Pero estos casos son muy difíciles de prevenir. Nicolás era muy sano, profesor de tenis, todo hacía suponer que estaba en buen estado de salud y que no podía ocurrirle nunca nada. Pero bueno, sucedió y estamos todos muy preocupados. Es algo que no se puede prever”.


En este sentido, Rodríguez insistió en que en la historia de la Liga Interprofesional el caso de Nicolás es el primero que sucede y alguna consecuencia “va a generar”. “Algo vamos a tener que modificar. Nosotros contratamos ambulancias, considerábamos de esa manera que estábamos cubiertos, Nunca pensamos que podía suceder algo así. El servicio de ambulancias siempre se usó cuando han ocurrido lesiones pero todas sin riesgo de vida, ahora vamos a tener que revisar todo nuevamente y rever qué vamos a hacer”.


Y agregó: “Por lo menos en cuanto a los ingresos a la Liga, que sea más estricto por ejemplo. Ya estamos pensando seriamente en ver la posibilidad de suspender la liga un par de fechas y pedir certificados médicos a todos. De todas maneras, un caso como este no sale en ningún control médico de rutina. Lo que suele suceder es que como hace muchos años que compartimos este espacio sabemos qué afecciones tienen los jugadores. Si conocemos a alguien con un problema cardíaco, lógicamente no lo dejamos inscribirse a los partidos, expresó Rodríguez. La Liga Interprofesionales de Santa Fe nuclea a unos 800 jugadores, de entre 24 y 65 años que están distribuidos en tres categorías.


—¿Después del caso de Luis Camissi hubo algún diálogo entre las ligas amateurs de fútbol santafesinas?
—No, creo que eso es un punto que tenemos pendientes.



Trastornos coronarios
El fallecimiento de Nicolás recalentó las críticas que surgieron a la precariedad de la organización de las ligas amateurs cuando se conoció la noticia de la muerte de Luis, en mayo pasado. En ambos casos, a las palabras de condolencia a su familia, se sumaron las críticas por la falta de control que cubre a las ligas independientes con fines comerciales.


El cardiólogo santafesino Carlos Lorente explicó que el 40 por ciento de los fallecimientos por causas cardíacas se desencadenan por una muerte súbita. Sin embargo, su origen puede no estar necesariamente relacionado con enfermedad cardiovascular. “La mayoría son originadas por un trastorno coronario (70 u 80 por ciento); el 15 por ciento se deben a otras cardiopatías estructurales (congénitas o adquiridas, por virus u otras enfermedades) y el 10 por ciento restante deviene de un trastorno eléctrico primario”, comenzó explicando.


En todos los casos, agregó Lorente, puede ser detectado con un simple electrocardiograma. “Casi todas estas patologías se muestran en un examen cardiovascular y es muy raro que el paciente no tenga síntomas”, subrayó el médico, lo que refuerza la importancia de la realización del examen cardiológico de rutina. La muerte súbita puede ocurrir a cualquier edad y se manifiesta con un paro cardiorrespiratorio que la mayoría de las veces se instala como una taquicardia o una fibrilación ventricular. En el lactante es conocida como la “muerte de la cuna”, en jóvenes deportistas la causa más frecuente es la miocardiopatía hipertrófica y en los mayores de 50 años se origina mayoritariamente por la aterosclerosis.


“Lo ideal para la prevención es que los niños y jóvenes se hagan un chequeo cardiovascular que incluya la detección de factores de riesgo de las enfermedades cardíacas y un electrocardiograma”, agregó Lorente y recomendó especialmente estos exámenes en aquellos que practican deportes.


“La realización del ecocardiograma y la ergometría son necesarios únicamente si en el electrocardiograma surge la sospecha de alguna anormalidad, si la persona hace actividad física intensa o tiene antecedentes familiares de patologías cardíacas”, enfatizó.


Por su parte, el médico deportólogo Roberto Avanzi aseguró que si bien la muerte súbita es difícil de anticipar, no es imposible prevenirla y señaló que en los últimos años se ha producido un fuerte aumento de las exigencias deportivas.


“En promedio, por partido, en la década del 80 se corrían cinco kilómetros. Hoy llegan a correr 15. En la medida que aumenta la frecuencia cardíaca de una persona y su presión arterial, también va aumentando el riesgo. De la única manera que se puede evitar esto es haciendo estudios preventivos”, detalló el profesional y enumeró cuáles son los estudios imprescindibles para detectar falencias cardíacas.


“Lo mínimo que hay que hacer es un electrocardiograma de base con una ergometría. Y cuando en ésta se vea la más mínima dificultad, se debe realizar un estudio más importante todavía, como lo es un ecocardiograma. Pero, en la medida en que no obliguemos a las ligas a exigirlo, no se van a poder prevenir este tipo de muertes”, sentenció Avanzi.


La presencia del Estado
“En la medida en que aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial, más riesgo hay. La única manera de evitarlo es con estudios preventivos. Es un problema que no se soluciona porque no hay una exigencia de parte del municipio de obligar a los estudios preventivos”, opinó ayer Avanzi.


Y coincidió con la opinión del vicepresidente de la Liga Santafesina de Fútbol, Axel Menor, quien manifestó que desde hace más de un año la institución está trabajando en un proyecto de ley para regular el funcionamiento de las ligas independientes. “Generalmente, estas ligas tienen fines de lucro, por lo tanto tienen que ser reguladas en todo sentido. Si no, cualquiera con un monotributo, organiza una liga de fútbol y cuando ocurre algo así nadie se hace responsable”, concluyó.

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