lunes, 18 de junio de 2012

Sentencia por doble homicidio de una pareja de santafesinos

Alejandro Saavedra fue condenado a perpetua mientras que su hermano Luis resultó absuelto. Ambos llegaron a juicio acusados de matar al productor agropecuario Luis Caón y Marisa Tula.

 El tribunal oral de Río Cuarto, Córdoba, y un jurado popular integrado por diez miembros, condenaron ayer en reñida votación al peón rural Alejandro Saavedra, acusado de matar a tiros de escopeta a Luis Caón y Marisa Tula, informó el diario Puntal de esa ciudad.

La pareja de santafesinos había viajado el 4 de octubre de 2010 hasta el campo de Caón, ubicado en Huanchilla, Córdoba, en zona de La Carlota, y al llegar fueron recibidos por Saavedra, que al parecer, no habría tardado en ultimarlos.

Junto con el peón de 37 años llegó a juicio su hermano mayor Luis Saavedra, de 49, quien recuperó la libertad ayer, dado que fue considerado inocente.

Los jueces Oscar Testa, Emilio Andruet y Carlos González Castellanos y el jurado popular integrado por 10 miembros (8 de ellos con derecho a voto), entró en deliberación este viernes, una vez presentados los alegatos de las partes.

Alegatos

Para el fiscal de Cámara Jorge Medina los dos acusados planificaron al pie de la letra el doble asesinato; y el abogado querellante, doctor Quijada, se plegó a las palabras del fiscal.

Por su parte, la defensa compuesta por los abogados Rolbi Valvidiveso y Pablo Romero, reconocieron la culpabilidad del menor de los Saavedra, para quien pidieron condena por “homicidio simple”, pero se mantuvieron firmes en cuanto a la falta de pruebas que sitúen al hermano mayor en el lugar al momento de ocurrido el crimen.

Finalmente quienes estaban presentes en el edificio de la Cámara Segunda del Crimen de Río Cuarto escucharon el veredicto, que fue 6 a 5 tanto en la condena como en la absolución y la votación necesitó del presidente del tribunal Dr. Oscar Testa, para definir la sentencia.

A perpetua

Alejandro Saavedra fue condenado a prisión perpetua bajo la figura agravada de homicidio criminis causae, es decir, que mató para ocultar su intención de obtener ganancias personales con la venta de la soja de Caón.

Según reconoció en su confesión durante el juicio, Caón le había recriminado el robo de la oleaginosa y por eso los atacó a tiros a él y su mujer.

El crimen se consumó entre la noche del 4 y la madrugada del 5 de octubre de 2010 y los cuerpos fueron hallados nueve días después, atados en una roca y sumergidos en un canal de agua en Laboulaye, a varios kilómetros del campo Víctor Hugo, propiedad de Caón.

La primera pista de la desaparición fue el hallazgo de la camioneta con la que las víctimas llegaron al campo, que apareció abandonada en la terminal de Villa María.

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