jueves, 21 de junio de 2012

PROV. STA FE: Salto Grande debate la instalación de una planta de reciclado de baterías

Las instituciones locales y los pobladores de esta localidad del departamento Iriondo debaten la posible instalación de una planta de reciclado de baterías. Las reuniones, impulsadas por la comuna, debido a que son las autoridades locales quienes "buscan un debate serio y no fijar ninguna posición previa para la decisión final sea democrática".
La Capital | 
La firma, cuya radicación demandaría unos 60 puestos de trabajo, se haría a la vera de la ruta nacional 178, entre Salto Grande y Lucio V. López. Los dueños expresaron —sin reservas— que el establecimiento tendrá como misión "el reciclado de baterías usadas".
"Tenemos dudas. Hay mucho para analizar y no puede ser que detrás de la radicación haya sólo la decisión de un jefe comunal o de un senador. En los debates se escuchan todas las posiciones", dijo a LaCapital, el jefe comunal, Juan José Galassi.

Alguien se debe ocupar. Las pilas son arrojadas con el resto de la basura domiciliaria, siendo vertidas en basureros, ya sean a cielo abierto o a rellenos sanitarios y en otros casos a terrenos baldíos, acequias, caminos vecinales y hasta en causes de agua. Para imaginar la magnitud de la contaminación de estas pilas, vasta con saber que son las causantes del 93 por ciento del mercurio en la basura domestica, así como del 47 por ciento del zinc, del 48 por ciento del cadmio, del 22 por ciento del níquel.
Estas pilas sufren la corrosión de sus carcazas afectadas internamente por sus componentes y externamente por la acción climática y por el proceso de fermentación de la basura, especialmente la materia orgánica, que al elevar su temperatura hasta los 70º C, actúa como un reactor de la contaminación. Cuando se produce el derrame de los electrolitos internos de las pilas, arrastra los metales pesados. Estos metales fluyen por el suelo contaminando toda forma de vida. El mecanismo de movilidad a través del suelo, se ve favorecido al estar los metales en su forma oxidada, estos los hace mucho más rápido en suelos salinos o con PH muy ácido.
En una de las últimas reuniones informativas, impulsada por el senador Hugo Rasetto, asistió la jefa comunal de Coronel Domínguez, localidad donde antiguamente funcionaba la planta de reciclado.
Mónica Villegas, actual autoridad de la localidad santafesina de Coronel Domínguez, relató a los presentes su experiencia en la época en la que participó de las movilizaciones de la ciudadanía por problemas ambientales y de salud que generó la planta Rowar mientras funcionó en su localidad, desde 2002 hasta su clausura, en 2008.
Villegas estuvo acompañada por Roberto Kegel, por entonces jefe de planta de Rowar, quien explicó aspectos técnicos del funcionamiento y los procesos usados en este tipo de industria dedicada a la recuperación de baterías, que incluye empleo de plomo, ácido sulfúrico, y otros elementos altamente contaminantes.
Kegel respondió las preguntas de los vecinos presentes, y analizó puntos que fueron presentados por la empresa en una reunión previa.
Los titulares de Rowar pretenden instalar su planta en un predio ubicado entre Salto Grande y Lucio V. López, luego de intentar su radicación en otras localidades que rechazaron la idea, incluido el parque Industrial de Alvear.
Rasetto entregó material informativo a los presentes, y confirmó un nuevo encuentro con presencia de la Secretaria de Medio Ambiente de Santa Fe, para seguir brindando información a los ciudadanos, y definir un método para la toma de decisiones respecto de la instalación de la fábrica.
La jornada, realizada en el Centro de Jubilados de Salto Grande, contó además con la presencia de Galassi, y su par de la comuna de Lucio V. López, Pablo Sullivan.
En la próxima reunión funcionarios de la cartera de Medio Ambiente de la provincia de Santa Fe viajarán a Salto Grande para dar su punto de vista sobre los requerimientos en materia de legislación y reglamentación vigente.
Clausurada. La fábrica ubicada en Coronel Domínguez fue clausurada por orden judicial, cuando un grupo de vecinos reunió firmas y elevó una nota al municipio. Luego, el Ministerio de Medio Ambiente de Santa Fe ordenó nuevamente la clausura, ya que detectó altos niveles de plomo en la sangre de 4 niños que viven cerca de la planta.
Los más de 5 microgramos de plomo por decilitro en sangre hallados constituyen una cantidad "dañina para la salud", según admitieron las autoridades santafesinas, ya que pueden causar "anemia, saturnismo y distorsiones en el neurodesarrollo" de las personas.

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