En la Ciudad Capital,
manifestantes impiden el ingreso y la salida de camiones en el acceso a
la planta de Shell. El reclamo nacional es por subas salariales y por el
mínimo del Impuesto a las Ganancias.
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Desde el lunes el Sindicato de Camioneros comenzó un paro sorpresivo en
el reparto de naftas en todo el país, ante el fracaso de las
negociaciones por un aumento salarial y a pesar de la conciliación
obligatoria dictada horas antes del inicio de la protesta. La medida
podría generar desabastecimiento de combustibles en las próximas horas.
El gremio, cuyo secretario adjunto es Pablo Moyano, hijo del titular de la CGT, reclama un 30 por ciento de aumento pero estaría dispuesto a bajar las pretensiones si el Gobierno “elimina el impuesto a las Ganancias”. La oferta patronal rechazada fue del 21 por ciento.
En la ciudad de Santa Fe, los manifestantes impiden el ingreso y egreso de camiones en el acceso a la planta de almacenamiento de Shell, en los terrenos portuarios lindantes a la avenida Alem.
En diálogo con Diario UNO, Sergio García, integrante de la comisión directiva del Sindicato de Camioneros Seccional Santa Fe, explicó: “Estamos reclamando además del 30 por ciento de aumento y la eliminación del Impuesto a las Ganancias, las asignaciones familiares que no tenemos justamente por el mínimo imponible de ese impuesto”.
“Queremos un acuerdo a la altura de las circunstancias, porque si se nos otorga un incremento del 25 al 30 por ciento, pero no se quita el Impuesto a las Ganancias; nos estarían restando un 18 por ciento; por lo cual el aumento real sería mucho menor; por eso decimos que se trata de un impuesto al trabajo”, indicó.
García expresó que en la provincia de Santa Fe el sindicato tiene 22 mil afiliados, que “se sumaron a un acatamiento absoluto a la medida en todas las plantas del territorio provincial”.
En cuanto a la posibilidad de desabastecimiento de combustibles en Santa Fe, el dirigente manifestó: “En 24 o 48 horas (desde ayer) se va a empezar a notar la falta. Más allá de que en la ciudad sólo hay una planta de Shell, tampoco van a llegar los camiones de las demás, porque la protesta abarca a todas, en Rosario, Arroyo Seco y San Lorenzo, por ejemplo”.
El gremio, cuyo secretario adjunto es Pablo Moyano, hijo del titular de la CGT, reclama un 30 por ciento de aumento pero estaría dispuesto a bajar las pretensiones si el Gobierno “elimina el impuesto a las Ganancias”. La oferta patronal rechazada fue del 21 por ciento.
En la ciudad de Santa Fe, los manifestantes impiden el ingreso y egreso de camiones en el acceso a la planta de almacenamiento de Shell, en los terrenos portuarios lindantes a la avenida Alem.
En diálogo con Diario UNO, Sergio García, integrante de la comisión directiva del Sindicato de Camioneros Seccional Santa Fe, explicó: “Estamos reclamando además del 30 por ciento de aumento y la eliminación del Impuesto a las Ganancias, las asignaciones familiares que no tenemos justamente por el mínimo imponible de ese impuesto”.
“Queremos un acuerdo a la altura de las circunstancias, porque si se nos otorga un incremento del 25 al 30 por ciento, pero no se quita el Impuesto a las Ganancias; nos estarían restando un 18 por ciento; por lo cual el aumento real sería mucho menor; por eso decimos que se trata de un impuesto al trabajo”, indicó.
García expresó que en la provincia de Santa Fe el sindicato tiene 22 mil afiliados, que “se sumaron a un acatamiento absoluto a la medida en todas las plantas del territorio provincial”.
En cuanto a la posibilidad de desabastecimiento de combustibles en Santa Fe, el dirigente manifestó: “En 24 o 48 horas (desde ayer) se va a empezar a notar la falta. Más allá de que en la ciudad sólo hay una planta de Shell, tampoco van a llegar los camiones de las demás, porque la protesta abarca a todas, en Rosario, Arroyo Seco y San Lorenzo, por ejemplo”.
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