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domingo, 23 de octubre de 2011

La industria santafesina, de la depresión al crecimiento

Un estudio elaborado para Fisfe repasa los cambios cuantitativos y cualitativos del sector manufacturero provincial entre la década del 90 y el período posdevaluación.

La industria santafesina, de la depresión al crecimiento

La posconvertibilidad trajo tiempos de bonanza para el sector industrial santafesino. Los cambios radicales en la política económica del país abrieron una etapa que difiere sustancialmente de lo acontecido durante la fátidica década del 90. En el trabajo “Desempeño industrial en la provincia de Santa Fe: recuperación y reindustrialización”, realizado por Gabriel D. Frontons para la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) se exponen algunos de los aspectos que diferencian la dinámica industrial luego de la devaluación de lo ocurrido durante los años noventa.
   “Luego de un proceso de transformaciones macroeconómicas de magros resultados en materia industrial (1991-1998), y de un extenso y profundo período de retroceso y desarticulación productiva (1999-2002), que derivó entre otros efectos en la finalización del plan de convertibilidad, las actividades industriales desarrolladas en el territorio provincial, muestran desde 2003 y hasta el presente —a excepción del año 2009—, un indudable salto cuantitativo y cualitativo en su performance”, detalla.
   El estudio destaca el salto en los niveles de generación de producto industrial; la creación de puestos de trabajo a partir de mayores niveles de elasticidad empleo-producto; la productividad media de la fuerza de trabajo; los cambios en la composición sectorial a favor de las ramas metalmecánicas; la inserción globalde manufacturas de origen industrial; y la convicción acerca de la necesidad de recomponer el tejido institucional educativo, especialmente en escuelas técnicas y universidades tecnológicas.
El repunte. El texto arranca con los cambios en las condiciones macroeconómicas luego de la crisis de 2001 y, fundamentalmente, a partir de 2003, cuando “la revalorización por parte del gobierno nacional del rol del Estado en el desarrollo industrial se manifestó en la implementación de un conjunto de políticas tendientes al progreso y consolidación de la industria nacional”, precisa.
   La producción industrial cuenta en Santa Fe con una extensa y rica tradición, y constituye una de las principales fuentes de generación de valor agregado, empleo y dinamismo económico. La industria manufacturera participa anualmente con el 16% del Producto Bruto Geográfico (PBG), y emplea en forma directa a más de 120.000 personas —el 13,6% del total de la población ocupada—, una porción incluso superior a la registrada en el plano nacional.
   El estudio señala que Santa Fe posee más de 9.800 locales fabriles, el 11,6% del total del país. Además, las exportaciones manufactureras provinciales de 2010 superaron los 12.800 millones de dólares, significando ello más del 27% del total nacional.
   La dinámica del producto industrial tuvo sus particularidades durante el período analizado. Durante los noventa la producción fabril provincial presentó una dinámica positiva, pero acotada, durante los períodos (1991-94 y 1996-98), que fueron interrumpidos primero por la crisis de 1995, y luego por la depresión de los años 1999-2002. Solo en 1996 y 1997 la industria manufacturera alcanzó tasas de crecimiento por encima del PBG, siendo por tanto limitada su capacidad de tracción sobre la economía provincial.
   El colapso del programa de la convertibilidad retrotrajo la producción industrial al nivel alcanzado en 1992, generando una severa retracción en el nivel de actividad agravado por las particularidades del contexto productivo. Desde 1998, la industria enfrentó severos recortes de actividad hasta 2001.
   En 2001 el producto industrial se replegó 21,5% mientras que el PBG global cayó entre 1998 y 2002, un 9,8%. “Así, la década del 90 significó para la industria de Santa Fe años de escaso crecimiento y pérdida de tracción y participación sobre el sistema económico”, destaca el estudio monitoreado por Fisfe.
Punto de quiebre. A partir de 2002, pese al contexto de recesión generalizada en la economía provincia, el producto industrial revirtió su trayectoria y comenzó una etapa alcista. Desde entonces, la industria manufacturera santafesina presentó una extensa expansión de siete años consecutivos, hasta la llegada de la crisis financiera en 2009. Hasta 2008 acumuló un crecimiento de 70% con respecto al mínimo observado en 2001, y de 37% en relación al pico del año 1998.
   Las nuevas condiciones económicas impactaron fuerte y rápidamente sobre el sector ya que en 2004 —luego de tres años de recuperación—, el nivel de actividad ya se encontraba por encima del máximo anterior. El período 2005-2008 puede calificarse como de neto crecimiento industrial. De esta manera, la industria motoriza el crecimiento económico provincial al expandirse a tasas superiores al PBG durante cinco de aquellos siete años.
   El desempeño de la industria superó ampliamente al evidenciado por el conjunto de las actividades económicas provinciales, que alcanzaron durante el período 2002 a 2008 una mejora del 45%. De esta manera, el peso relativo de la industria manufacturera en el PBG creció del 14,4% en 2002 (fondo de la crisis) al 16,9% en 2008, consolidándose así la creciente contribución del espectro manufacturero en la economía provincial.
   Desde la óptica sectorial, la industria también evolucionó en forma diferente en la convertibilidad y la posconvertibilidad. Al comparar los períodos 1993-2001 y 2002-2007, se observa en esta última etapa una creciente participación de las actividades metalmecánicas (específicamente de la metalurgia y la fabricación de maquinarias y equipos), y de la refinación de petróleo. Desde 2002, la industria siderometalúrgica, la fabricación de maquinarias y equipos, y la industria autopartista-automotriz presentan los mejores resultados, mientras que la industria alimenticia pierde cierto peso relativo.
   “La movilidad empresarial también manifiesta los cambios de contexto económico. Luego de cuatro años consecutivos de destrucción de empresas industriales (1999-2002), desde 2003 y hasta 2008, Santa Fe presenta importantes niveles de creación neta derivados de altos y sostenidos niveles de apertura y decrecientes valores de cierre”, observó el econimista.
   Frontons enfatizó que “a partir de una industria sólida apoyada en un vigoroso mercado interno y en una inserción internacional madura el país podrá cerrar ciertas brechas de su desarrollo”.
   Opinó que pese al fuerte proceso de reindustrialización resulta necesario resolver los procesos de desarticulación productiva generados durante las últimas tres décadas. Para ello es vital sostener y profundizar el proceso de reindustrialización presente en Santa Fe desde 2003. Ello requerirá densidad nacional y un conjunto de condiciones y herramientas que estimulen el desarrollo de las fábricas santafesinas, que impulsaran verdaderos procesos de transformación social con inclusión.

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