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domingo, 28 de agosto de 2016

La experiencia de dos tailandeses que eligieron estudiar en Santa Fe

De la mano de AFS y con el objetivo de incorporar idioma, historia y cultura, estos jóvenes llegaron a la ciudad hace siete meses y se quedarán hasta fin de año. Detalles y anécdotas de su aventura

por Loreley Duré / ldure@uno.com.ar

En la Peatonal. Naey y Book (en los extremos), de paseo con el presidente de AFS Santa Fe, Luciano Chiale.UNO de Santa Fe/Mauricio Centurión


Conocer otra cultura, abrirse hacia la diversidad y mejorar un segundo idioma, pueden ser parte de los valiosos objetivos que se plantean quienes deciden embarcarse en la aventura de mudarse a otra ciudad para realizar un intercambio estudiantil; mucho más si la ciudad elegida queda nada más y nada menos que "al otro lado del mundo". Para conocer un poco más sobre dicha experiencia, Diario UNO dialogó con los jóvenes tailandeses Jiratchaya Suadsong (Naey) y Pantawat Deeraksa (Book) –de 15 y 17 años, respectivamente–, quienes desde hace siete meses están viviendo en Santa Fe en el marco de un viaje organizado por la asociación civil AFS (American Field Service).

Alojados en una vivienda céntrica (de la familia Vázquez, que forma parte de la asociación como voluntaria desde hace más de tres años), su experiencia de intercambio además de ser constructiva respecto del aprendizaje de la cultura argentina, y santafesina en particular, es enriquecedora respecto del rol de "hermanos" que están vivenciando.

"Vamos a distintas escuelas y años –al 3º año del nivel medio del Instituto de Estudios Superiores de Santa Fe y el 4º de la Escuela Nacional de Comercio Domingo Guzmán Silva, respectivamente–, pero el resto de las cosas las hacemos juntos", explicaron los chicos, quienes se manejan bastante bien con el castellano (él principalmente) y utilizan como idioma alternativo al inglés.

"A mí hay docentes que me ayudan dándome el material en inglés porque lo manejo mejor que el castellano, pero hay materias como Lengua en la que (por obvias razones) debo adaptarme y por tanto de a poco voy aprendiendo el castellano, pero es difícil", detalló Naey, al tiempo que Book agregó: "A mí me fue difícil hasta que un día soñé en español y me empezó a resultar mejor hablar".

En esa línea, al ser consultados respecto del porqué eligieron a la Argentina como país receptor, los chicos detallaron que les sedujeron las diferencias sabidas con su país de origen, y la curiosidad por conocer el país del ídolo popular Lionel Messi.

"Todo es distinto en este lugar", afirmaron y destacaron: "La comida (allá consumen más cerdo y animales pequeños y no tanta carne de vaca), las salidas nocturnas (los boliches de acá no se asemejan en nada a los suyos, afirman), la religión (ambos son budistas y en su país hay pocos católicos, como es mayoría aquí), y hasta los tiempos escolares (allá hacen jornada extendida)".

Sobre ese punto, los adolescentes comentaron que "ya se animaron a la siesta santafesina" (inexistente en Tailandia), la cual dijeron que era "muy linda y placentera".

En cuanto a la recepción de los compañeros de escuela, ambos chicos comentaron que "los ayudan mucho y son muy buenos", y marcaron lo mismo respecto de la comunidad en general.


Sus perfiles
Si bien Jiratchaya y Pantawat no se conocían antes de llegar a AFS, porque la primera es oriunda de Bangkok (la capital de Tailandia) y el segundo de Loei (una de las menos pobladas de su país, situada al noroeste), ambos se mostraron compinches al dialogar su experiencia y contentos de compartir la misma.

Asimismo, aseguraron que a pesar de que están en permanente contacto gracias a las redes sociales, "ya comenzaron a extrañar a los suyos". De todas maneras y para cerrar dejaron en claro que están muy conformes con la experiencia y la recomendaron.

Características de la recepción
Es importante destacar que la participación de las familias receptoras dentro del programa es netamente voluntaria y que la misma se basa en el otorgamiento –por un compromiso firmado con AFS– a los jóvenes de alimentación, espacio para dormir y cuidados básicos.

"La idea es que lo incluyan como a un integrante más. Y de hecho la integración se hace de esta forma porque creemos que es la mejor manera de romper con las barreras culturales", explicó al respecto en diálogo con Diario UNO el presidente de la organización a nivel local, Luciano Chiale, quien detalló que el primer paso para la inserción es el idioma, "conocimiento que se comienza a adquirir en general de una manera intrínseca y por una necesidad".

Al respecto, y haciendo alusión también a las características que tiene el programa de intercambio en sí, el referente de la asociación civil detalló que los chicos no solo van a la escuela y conviven con la familia, sino que además realizan actividades con la institución, como viajes y paseos.

Por otro lado, es importante detallar que antes de la llegada de los jóvenes intercambistas ala ciudad, y durante su estadía, AFS lleva a cabo instancias de capacitación tanto para las familias receptoras como para las escuelas.

"También brindamos capacitaciones y becas a docentes sobre lo que es el intercambio intercultural, brindando la posibilidad de realizar viajes cortos para vivir la experiencia", dijo Chiale, al tiempo que especificó que además del programa de integración de estudiantes de entre 15 y 18 años –como el que actualmente integran estos dos jóvenes tailandeses y otros siete chicos más de otros países del mundo (ver recuadro)–, la entidad lleva a cabo uno apto para chicos mayores de 18, los cuales están abiertos a la participación de santafesinos que quieran experimentar intercambios.

Por más datos e información los interesados pueden comunicarse a la línea gratuita 0800 288 2237, visitar este sitio de Facebook; seguir esta cuenta de Twitter, o escribir directamente al mail: presidente.santafe@afs.org.


El rol de la familia
Néstor, uno de los miembros de la familia receptora de Naey y Book que los acompañó a la entrevista, también brindó su punto de vista respecto de lo que implica para ellos la inclusión de estos jóvenes en su cotidianidad.

"Cada vez que recibimos a algún joven estudiante la casa se convierte en un espacio didáctico y lúdico prácticamente. Porque como ellos no conocen el idioma vamos pegando papelitos por todos lados para ir marcando las palabras y al mismo tiempo les decimos que ellos incluyan el suyo para nosotros también ir aprendiendo", dijo y contó: "La experiencia es muy rica, no solo por lo que nosotros podemos brindarles sino también porque se aprende mucho en el compartir pequeñas cosas, como ser una comida típica que le mandan sus familiares, el escuchar su música favorita y demás".


Cien años de trabajo en busca de la paz
AFS Programas Interculturales es la organización pionera en intercambio estudiantil. Su carácter de institución voluntaria, sin fines de lucro, no gubernamental y sin ningún tipo de afiliación política, étnica o religiosa, la convierten en una organización única en su género que nació hace más de cien años (en 1914) con el objetivo de bregar por la paz mundial.


"A su nacimiento su fin era similar al de Cruz Roja (se conformó un cuerpo de conductores de ambulancias mantenido por voluntarios estadounidenses que actuó en Europa, África y Asia durante las dos guerras mundiales de una manera pacífica, transportando heridos desde el campo de batalla hasta los hospitales utilizando una donación de camionetas Ford), pero en 1947 transformó su actividad hacia el desarrollo de programas de intercambio estudiantil entre distintos países, con el objetivo de que el reconocimiento de las diferencias culturales que proporciona la inmersión en una sociedad distinta a la propia, fuera la garantía de que no se produjesen más guerras", explicó en diálogo con Diario UNO el presidente de la filial Santa Fe, Luciano Chiale. Y afirmó, además, que el propósito de la organización es también educativo, "ya que el foco central de AFS es el aprendizaje intercultural".


"En Santa Fe somos una organización conformada por treinta voluntarios y tenemos distintas áreas de trabajo. Una de las áreas es recepciones, que se encarga de recepcionar y ubicar a los estudiantes no solo en hogares (familias voluntarias) de alojamiento, sino también en escuelas para que continúen su escolaridad".


Sobre ese punto, el joven detalló que actualmente en la ciudad hay nueve chicos incluidos en el programa de intercambio de AFS que están estudiando en Santa Fe: cuatro provenientes de Tailandia, una de Nueva Zelanda, una de Francia, una de Italia, uno de Alemania y otra de Estados Unidos.


"Todos los años recibimos aproximadamente unos quince estudiantes. Algunos llegan en enero y febrero, y otros en julio", confirmó Chiale.

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