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Foto:Danilo Chiapello
“Encima del robo, después tuvimos que soportar a un policía que llegó y se puso a dormir arriba de su camioneta. Lo hicimos constar en la denuncia”, dijeron las víctimas.
Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com
Alfonso y Valeria conforman una joven pareja que desde hace tres meses alquilan una vivienda en Pedro Ferré al 2700, en barrio Fomento 9 de Julio. Hasta allí llegaron con todas sus ilusiones a cuestas y el proyecto de una vida juntos.
Anoche, minutos después de las 20, ambos se ausentaron de dicho domicilio para cumplir con un trámite particular, el que no les demandaría demasiado tiempo.
“Teníamos que ir hasta el shopping para cambiar un pantalón que me había comprado.
Como la noche estaba horrible no daba para pasear. Entonces el plan era ir y regresar enseguida”, dijo hoy Alfonso en diálogo con El Litoral.
En efecto, los nombrados realizaron el cambio de prenda en pocos minutos. Pero lo que no estaba dentro de su “programa” era la nefasta sorpresa que se llevarían al regresar a su casa.
La puerta de rejas ubicada en el frente del inmueble estaba abierta y fue la primera señal que puso en alerta a Alfonso.
“Cerca de las 20.30 salimos para hacer unos trámites y la idea era no demorar demasiado. Habremos tardado unos 40 minutos y cuando regresamos encontramos la reja y la puerta del frente de mi casa abiertas. En el acto me di cuenta de que algo feo había ocurrido”, narró Alfonso.
“Apenas entro a la casa veo que el dormitorio era un caos... habían dado vuelta todo. Sigo mirando y veo que la puerta que da a un patio también estaba abierta”, agregó.
Observando la escena del suceso, las propias víctimas reconstruyeron cómo fue la mecánica del robo.
Observando la escena del suceso, las propias víctimas reconstruyeron cómo fue la mecánica del robo.
“El o los delincuentes atacaron la casa desde la calle. Primero se treparon por la reja y escalaron hasta el techo. Fueron caminando hasta que se ‘descolgaron’ en el patio del inmueble. Desde allí violentaron una puerta y entraron a la casa”, precisaron.
Desde el dormitorio de la pareja los malvivientes sustrajeron un televisor LED; una cámara de fotos digital, perfumes, prendas de vestir varias y algo de dinero en efectivo.
“Tiraron todo lo que había en un placard y rompieron el marco de la puerta de atrás. También se llevaron un juego de llaves que habíamos dejado, por eso es que pudieron salir por el frente. Ahora vamos a cambiar todas las cerraduras”, reflexionaron.
En cuanto a la situación del barrio, Alfonso recordó que “hace unos días un vecino pasó una mala experiencia. Ese hombre tiene un Rotweiller que en medio de la noche se puso a ladrar como loco mientras miraba hacia el techo. En ese momento, se escucharon gritos desde afuera que decían: '¡Vamos... vamos!’.
Y el viernes me estaba por ir a jugar a la pelota cuando escuché que estaban forcejando la puerta de otro vecino. Me asomé no vi a nadie, pero me pareció todo raro”, concluyó.
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