Imagen ilustrativa Foto: Archivo El Litoral
Joaquín Fidalgo
jfidalgo@ellitoral.com
Un hombre fue ejecutado de un tiro en el pecho esta madrugada en el barrio santotomesino de Las Vegas, luego de una cadena de violentos episodios.
Miguel Chamorro tenía 49 años y se ganaba la vida como “changarín”. Se domiciliaba en una precaria casilla ubicada en inmediaciones de donde se cruzan las calles Llerena y Arenales, junto a dos familiares.
Los investigadores tratan de determinar si todo comenzó anoche, aproximadamente a las 23, cuando dos delincuentes llegaron en moto hasta una vivienda ubicada enfrente de la de Chamorro. Allí, violentaron una puerta para ingresar y tomaron desprevenido al dueño de casa, que fue sometido a una golpiza brutal. “Querían plata, pero este hombre no tenía. Lo molieron a palos”, señaló un vecino.
La víctima, con severos politraumatismos, fue a parar al Samco de Santo Tomé, donde esta mañana permanecía internada. Los violentos ladrones le habrían robado un televisor y otros artículos de valor.
El segundo incidente se desencadenó cerca de las 3 de hoy. A esa hora, estos u otros malvivientes llegaron hasta el domicilio de Chamorro y a los golpes trataron de derribar la puerta.
Los tres moradores del inmueble forcejearon con los atacantes, que tenían cuchillos en sus manos. “Acabaron con todas sus manos cortadas por la pelea, pero pudieron quitarles las armas y los delincuentes se fueron”, relató una mujer.
Los violentos sujetos volvieron poco después y arrojaron una bomba tipo “molotov” (una botella llena con combustible y una mecha encendida) contra la casilla de Chamorro, que minutos más tarde logró apagar el fuego sin que la cosa pasara a mayores.
Pero los agresores todavía no estaban dispuestos a darse por vencidos y regresaron aproximadamente a las 5, esta vez con un arma de fuego.
Nuevamente trataron de forzar la puerta de chapa, mientras los moradores luchaban para evitarlo desde el interior. En ese momento, uno de los criminales metió su revólver por una pequeña mirilla sin vidrio y disparó.
El balazo impactó de lleno en el pecho de Chamorro, que cayó desplomado y murió prácticamente en el acto.
Personal de Homicidios de la Policía de Investigaciones trata de determinar si todos los capítulos están relacionados.
Todo indica que los responsables serían delincuentes conocidos en esa zona, miembros de una banda que se abusa de los mismos vecinos, pero las tareas de inteligencia recién comienzan.
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