Desde hace 35 años, la Central Operativa Brigada de Emergencias Municipal (Cobem) o 103 (por su número telefónico) atiende diversas situaciones de la comunidad local: desde accidentes de tránsito, pasando por rescates en inundaciones, incendios o explosiones, captura de animales silvestres, hasta descompensaciones en la vía pública o incluso en domicilios particulares.
“El fundador fue Rocardo Vergara, que fue director hasta 2007. Su idea era dar respuesta a las necesidades de la gente porque la municipalidad cerraba a las 13 y no había nadie que atendiera una demanda hasta el día siguiente”, relató Mariano Cabal, director del programa que alberga al Cobem.
Las demandas se fueron complejizando y demandaron más personal capacitado y perfeccionamiento en distintas técnicas de emergencia y de rescate. Actualmente son 75 empleados que cumplen tres turnos de 8 horas cada uno, los 365 días del año y se movilizan en siete vehículos: dos ambulancias, dos camionetas de rescate, una de prevención y dos motos para atenciones más rápidas.
En 2015 intervinieron en más de 5.600 atenciones de emergencias, dentro de las cuales los accidentes de tránsito y las caídas en la calle son las más frecuentes. También asisten a las víctimas de robos, cuando sufren una crisis nerviosa.
Ayer vivieron una de las situaciones más movilizantes: un policía llegó a la oficina del Cobem con un bebé de un mes ahogado, prácticamente muriéndose por no poder respirar.
“Lo atendió la radioperadora que, si bien está preparada para indicar telefónicamente cómo debe actuar la persona que llama, es muy distinto tener que hacerlo personalmente. Por suerte, le hizo reanimación y el bebé se salvo, pero fue una situación muy movilizante porque se trataba de un bebé de un mes que se estaba muriendo”, relató aún conmovido Carlos Avalos, director a cargo del Cobem.
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