Tiene 27 años y vive en Buenos Aires. A su familia y amigos en Rosario les hizo creer por una semana que estaba secuestrado. Lo rastrearon hasta hallarlo ileso en la casa de una amiga. Quedó preso e imputado de tentativa de extorsión.
Rosario 12 |
"Te lo vamos a devolver en pedazos", rezaba uno de los mensajes de texto que estremeció a la familia de un joven de 27 años al que durante una semana creyeron secuestrado, hasta que la Fiscalía Regional frustró la entrega de 50 mil pesos que el muchacho había pedido por su rescate. La amedrentación llegó por la red social Whatsapp a varios de los integrantes de la familia de D.A., y hasta a un amigo, con un foto suya en la que aparecía desnudo, con los ojos vendados y atado. El autosecuestro se desbarató una semana después del inicio de la investigación, cuando en la tarde-noche del miércoles el joven fue hallado solo en la casa de una amiga, en Buenos Aires. El fiscal José Luis Caterina le imputará el delito de "tentativa de extorsión", cuando sea trasladado a Rosario. Según se indicó, la madre del muchacho es pensionada y su padre trabaja en una cooperativa; y ninguno estaba a punto de cobrar una suma elevada de dinero que ameritara la extorsión. Sus motivos, entonces, no están claros. Hasta la audiencia, quedará preso.
El miércoles 9, la familia recibió el primer mensaje que advertía sobre el secuestro de D.A., horas después de que éste avisara a una tía que estaba viajando a Rosario y que el colectivo se había averiado en San Nicolás, por una tormenta. Los familiares hicieron la denuncia y la Fiscalía de Imputados No Individualizados (NN) del Ministerio Público de la Acusación, a cargo de Verónica Caíni, empezó a averiguar.
Comprobaron que los datos aportados por el joven acerca del viaje no eran ciertos, como esa tormenta en San Nicolás que no existió.
Pero el engaño continuó con más mensajes hasta el domingo pasado, cuando la familia recibió el pedido de 50 mil pesos para el rescate del muchacho. Resultó que era él mismo quien se hacía pasar por sus captores desde otro teléfono celular. Sus padres y allegados empezaron a juntar la plata que pudieron.
Según pudo saber este diario, el joven había ido a vivir a Buenos Aires, hace cinco años, con una chica que ya no es su pareja. Desde allí, tenía contacto solo con algunos de los integrantes de su familia, y había estado estudiando en un instituto. "No tenía un arraigo claro en la ciudad de Buenos Aires", dijo el fiscal. Al parecer, vendía telas.
"Desde la tarde de ayer (por el miércoles) me hice cargo de la investigación que inició la Unidad NN, en función de mensajes que llegaron a una familia de Rosario sobre su hijo, que habría sido secuestrado; por lo que se pidió un rescate extorsivo", señaló el fiscal Caterina, quien destacó el "terrible" trabajo de los investigadores y fuerzas que estuvieron a cargo de la pesquisa durante una semana. "Todo indicaba que estaba secuestrado; pero Caíni hizo muchas medidas para intentar dar con su paradero y ahí aparecieron las inexactitudes que llevaron a sospechar del autosecuestro. Sin embargo, en todo momento se mantuvo esa posibilidad hasta que lo encontraron en un domicilio que no era el suyo. Cuando se lo entrevistó, el joven no pudo sostener ni explicar qué estaba ocurriendo. Además, en ese momento dijo que había perdido su celular, pero éste fue hallado entre sus ropas, durante el cacheo", relató.
"¿A usted lo secuestraron?", le preguntó un integrante de la Brigada Antisecuestro de la Policía Federal a D.A., cuando abrió la puerta del departamento en el que se ocultaba. "No, estoy bien", respondió él. "La familia vivió momentos de zozobra y mortificación; y él tuvo una actitud de desapego con sus allegados", relató Caterina. "Cuando se lo vio en buenas condiciones, sin lesiones y en libertad, nos comunicaron esa situación y ordenamos la detención", agregó.
Sobre la foto, el fiscal detalló que "se enviaron varias fotos similares donde él se presenta desnudo, atado, con los ojos vendados, para dar la apariencia de un secuestro". Las imágenes venían acompañadas de mensajes que advertían que "en ningún momento los familiares debían poner en conocimiento a la policía, y avisaban que habría graves represalias si lo hacían". Sin embargo, Caterina indicó que "no surge evidente la existencia de cómplices, porque en principio podría haber sido algo armado por él mismo; pero si hay otro sospechoso, será investigado".
Sobre el motivo del autosecuestro, el fiscal no dudó al decir que tuvo que ver con "la idea de que le entreguen una suma de dinero; por eso la imputación será por tentativa de extorsión". Ahora, resta saber los motivos por los que el muchacho fingió. Según se indicó, "no tiene antecedentes de deudas o adicciones".
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