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domingo, 13 de septiembre de 2015

ROSARIO El Museo de Ciencias Naturales se reinventa para una mayor participación

Un cambio que involucra una reforma material, en sus espacios y salas de exposiciones, el montaje de una nueva muestra; pero sobre todo en transición hacia una nueva concepción de museo.
La Capital | 
El Museo de Ciencias Naturales se reinventa para una mayor participación
 ¿Qué es la Pampa? La llanura infinita verde y próspera, la tierra colonizada por el cultivo de soja o ese territorio que narra Juan José Saer no sólo como paisaje sino como experiencia. “El conocimiento se construye en capas de sentido. Y creo que las instituciones que tienen como objetivo la divulgación del conocimiento tienen que dar cuenta de esa multiplicidad. La pampa es agua, tierra, alimento, hábitat, paisaje y cambio”, define Sebastián Bosch, el coordinador del Museo de Ciencias Naturales Angel Gallardo, mientras recorre el segundo entrepiso del edificio de San Lorenzo 1929, evitando herramientas, restos de materiales, objetos embalados y muebles recién cepillados.
   En agosto, el museo ubicado en una de las ciudades engordadas por la pampa cumplió 70 años. El aniversario llegó en medio de una profunda metamorfosis. Un cambio que involucra una reforma material, en sus espacios y salas de exposiciones, el montaje de una nueva muestra; pero sobre todo en transición hacia una nueva concepción de museo.
   Si todo sale como está planeado, a fin del mes próximo los trabajos que comenzaron hace nueve meses estarán terminados.
   “Pensamos un museo que pueda investigar, conservar, educar; pero también compartir, criticar y dialogar”, señala Bosch.
   En una síntesis del proyecto que da sustento a esta nueva propuesta se define un modelo de museo “que pueda reestructurar el diálogo entre ciencia y cultura, para reflexionar sobre los intereses que movilizan las investigaciones, a quiénes benefician, quiénes las financian y cuál es el perfil y el sentido que se le da a la comunicación científica para que resulte un instrumento social y democrático que propicie un pensamiento crítico”.
   Por ahora, en medio del trabajo de carpinteros y pintores, esa nueva imagen puede apenas adivinarse. Gran parte de los 1.300 metros cuadrados que el Gallardo ocupa en una de las alas de la sede del gobierno provincial se parecen más a un taller en plena jornada laboral que a salas de exposiciones.
   Por un lado se construyen las mesas, muebles y juegos mecánicos diseñados para la muestra destinada a escolares, en otro sector se recuperan antiguas vitrinas que pasarán a formar parte del bar y la tienda del museo, una pared blanca invita a imaginar una gran pantalla interactiva o una muestra de imágenes de células obtenidas por microscopios digitales, donde la frontera con el arte electrónico queda cuanto menos desdibujada.
Otra vez. La primera gran transformación que tuvo el museo de ciencias fue en julio de 2006, cuando inauguró su sede en el edificio de la Gobernación, tres años después de que el incendio de la Facultad de Derecho consumiera sus instalaciones y casi el 80 por ciento de su patrimonio, equivalente a unos once mil ejemplares.
   Las consecuencias del incidente todavía se sienten. Por ejemplo, en el área de antropología y paleontología se está desarrollando un proyecto para reconstruir la historia de unas 4 mil piezas de restos fósiles ya que se perdió todo el archivo que acredita sus orígenes.
   Los laboratorios y depósitos, levantados mediante una técnica de bioconstrucción (en base a adobe y paja), fueron la primera etapa de los trabajos de remodelación. Las paredes ya están terminadas y muestran las distintas etapas del proyecto que, además de alojar áreas específicas, se convirtió en uno de los atractivos del museo.
   Ahora el grueso de los trabajos se concentran en el segundo entrepiso y en la planta baja del museo. Cada uno de estos espacios tendrá una propuesta y un público particular. En el primer nivel habrá un bar especializado en recetas regionales, una tienda y un gran sector de descanso, donde los más jóvenes podrán acceder a información sobre los primeros habitantes de la pampa. En el entrepiso se montará una muestra para niños con juegos mecánicos e interactivos sobre la producción de alimentos.
   Y la segunda planta hablará de la transformación del paisaje pampeano desde distintas disciplinas: la economía, la ciencia y el arte.
   “Algo está cambiando en el Museo Gallardo. Temporalmente el edificio se encuentra cerrado al público. Muy pronto te vamos a sorprender con nuevos espacios y propuestas”, asegura un cartel colgado en los portones del edificio.

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