SANTA FE: Robaron en el centro de salud de barrio El Abasto
Al dispensario
ingresaron por un techo y se llevaron una garrafa, el motor de la bomba y
medicamentos vencidos. El personal sospecha que puede ser una
represalia.
En el centro de salud El Abasto, que
funciona en el CAF Nº 18 del barrio que tiene el mismo nombre, la
atención no fue normal esta mañana. Es que cuando el personal abrió el
dispensario, a las 7, se encontró con que alguien había provocado
múltiples destrozos y robado objetos de valor para el funcionamiento del
centro.
Según relató Nicolás Bagnaroli, el coordinador del
centro de salud, los ladrones abrieron el techo de la enfermería para
ingresar, luego levantaron una reja y lograron acceder a una habitación
donde se guardan todas las llaves del centro. “Evidentemente, sabían
dónde estaban las llaves y las cosas”, sugirió.
Después de
revolver todo lo que tuvieron a su alcance, se llevaron la garrafa de un
anafe, medicamentos vencidos y el motor de una bomba que proveía de
agua a los tanques. Esto último dejó sin el suministro al centro y
complicó la atención de los vecinos. También descalzaron todos los
acondicionadores de aire del centro de salud, hecho que llamó la
atención de los trabajadores del centro como también el que hayan tenido
acceso a todas las habitaciones pero no se hubieran llevado más cosas.
“Dejaron los ventiladores que son fáciles de sacar, una computadora,
los televisores, se llevaron muy poca leche en polvo. Los medicamentos
que faltan estaban vencidos, los habíamos separado para devolverlos a la
droguería central”, enumeró el coordinador, y agregó que “parece que la
intención fue más la de dar un mensaje de daño que la de llevarse
cosas”.
Una hipótesis
El centro
de salud de calle Abipones al 10200 cubre la atención de la salud de una
población de alrededor de 6.000 personas. Muchas veces, la urgencia
individual de los pacientes genera roces con el personal que intenta dar
prioridad a los casos para poder brindar la atención que todos se
merecen. Una de los hipótesis que manejan los trabajadores del
dispensario para explicar lo que pasó, es que esas diferencias hayan
impulsado el robo y los destrozos.
“Acá a veces los
problemas no se arreglan con palabras y por eso nos planteamos la
posibilidad de que en el ajetreo diario se haya generado alguna
discordia con alguien y esto sea una represalia”, arriesgó con prudencia
Bagnaroli. Para el coordinador, el hecho de trabajar con “problemas de
otros y que cada persona considere al propio como el más importante
conlleva a que el personal deba separar, establecer prioridades y
atender”.
En ese sentido, el coordinador refirió que “como
trabajadores tenemos dignidad y lo debemos trasladar a las personas que
se atienden en el centro de salud, todo tiene un límite que no podemos
dejar permitir que lo avasallen”.
A media mañana, personal de mantenimiento del Ministerio de Salud había concurrido al centro para comenzar con los arreglos.
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