Una sencilla comparación entre las dos imágenes de la Virgen de Guadalupe en donde se puede apreciar varias diferencias, con un simple vistazo.
Otro capítulo más en esta confusa historia de desaciertos se sumó ayer en horas de la tarde cuando el diario El Litoral terminó refrendando editorialmente una polémica que está lejos de ser esclarecida.
“La Virgen vuelve a Colón” dice uno de los títulos centrales que añade - y legitima una versión que se quiere instalar desde ámbitos dirigenciales del club del sur de la ciudad- que “la restauración está casi terminada”.
Tal como se puede observar en la página anterior se registran no menos de una decena de diferencias entre ambas estatuas. “¿Serán las mismas?” Es lo que se pregunta una importante cantidad de vecinos de Santa Fe, no necesariamente hinchas de Colón, dado que el tema a desbordado toda pretensión institucional y es el tema que recorre cada hogar santafesino en los últimos diez días.
Es lógico que la gente se pregunte si la obra presentada ayer por un medio de comunicación gráfico como la imagen de la Virgen de Guadalupe “lista para volver a su lugar” y dar por sentado que Saúl Miller “fue el hombre que construyó la imagen (...) y que ahora la restauró” (sic) es la real, o bien, se trató de una estratégica operación comunicacional para restarle adherentes al desagravio propuesto para las 19.30 en la Basílica de Guadalupe.
No hay una sola opinión de ningún directivo del club respecto del hallazgo periodístico, ni ninguno de ellos, con nombre y apellido manifestó su satisfacción de contar de nuevo con la misma Virgen. Es más, Diario UNO tomó contacto con dos integrantes de la comisión directiva quienes a las 20.30 no tenían conocimiento de lo publicado por el socio local de Clarín. Algo particularmente curioso y sugestivo. Ambos pidieron estricta reserva de su identidad; y uno de ellos se despidió del cronista que intentó dar a conocer su parecer con un: “¿Y qué importa si no es?”.
Siii, pero nooo, pero sii
En este tema, siempre está omnipresente la franja gris. El convite a la imprecisión. A saber, el miércoles cuando Diario UNO informaba que las autoridades del club Colón habían sido convidadas a realizar un descargo por estos hechos públicos y notorios, desde algunos medios se decía “que esto no era así, que era imposible, porque desde El Litoral no se había publicado nada al respecto. Que era imposible”. Sólo un día después, desde los mismos espacios tuvieron que volver sobre sus dichos y admitir que el club debía dar su versión de los hechos.
Otro tanto tuvo lugar el viernes por la mañana, donde desde algunos espacios radiales se aseguraba “que el presidente de Colón había presentado su descargo en la Justicia”. Diario UNO, ese mismo día, a la misma hora informaba desde su portal www.unosantafe.com.ar que el pretendido descargo tribunalicio jamás había ingresado. Unas horas después, igual que el miércoles, se confirmaba que “quizás el lunes sea la fecha indicada para la presentación”. En lo fáctico, Diario UNO otra vez informaba con precisión.
Las dudas y las certezas
Desde estos mismos espacios, alineados en este tema con el socio local de Clarín, se fogonea la idea de que ésta es la imagen original y que el tema está saldado. Muy por el contrario, la causa judicial cada vez cuenta con más elementos para evaluar si la réplica que se entronizará en los próximos días en el Cementerio de los Elefantes es o no la original. Quizás lo sea o quizás no.
En la nota también hay algunas situaciones curiosas. En un párrafo puede leerse claramente “espero que no se enoje el intendente porque me vine a arreglar la Virgen, así que ahora me vuelvo a mi pueblo (Villa Anisacate) porque tengo que seguir haciendo ese trabajo”, dice Saúl Miller. Pero claro, si presuntamente está desde ese paraje cordobés ¿Adónde “se vino a arreglar la Virgen” Miller? Las especulaciones crecen y hay quienes arriesgan que las tomas fotográficas fueron sacadas en Santa Fe.
¿Buenos Airisacate o Anisacaires?
La comisión directiva de Colón informó oficialmente que la restauración de la imagen se estaba realizando en Buenos Aires y ahora, de acuerdo a El Litoral, la “restauración” habría tenido lugar en Anisacate. La pregunta es elemental: ¿Porqué no se informó esto a la prensa o a la Justicia? De este modo se habría detenido el sinfín de especulaciones de lo sucedido con la obra religiosa.
La súbita aparición de la imagen, la tarde previa a un encuentro de desagravio de la comunidad en la Basílica de Guadalupe y que además muestra notorias diferencias, es por demás sugestiva. Ni hablar de lo que dijo el propio hijo de Saúl Miller, Milton quien aseguró que nadie se había comunicado hasta el jueves con ellos por la restauración de la imagen de la Virgen. O los testimonios recogidos por Diario UNO en Monte Vera donde al menos dos vecinos dicen haber presenciado la rotura a martillazos de la estatua. El juez interviniente dispuso que ambas personas -y otras que hubieran visto esto- sean citadas a declarar. También hay documental obrante y testimoniales de la empresa constructora encargada de la remoción. Demasiadas puntas abiertas para pretender cerrarlas con la publicación de tres fotografías de una “restaurada” Virgen.
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