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lunes, 17 de octubre de 2011

SANTA FE/"Con dolor asistimos al retiro y posible destrucción de la Virgen"

En su homilía en la misa de desagravio a la Virgen de Guadalupe, el obispo de Santa Fe, José María Arancedo, sostuvo además que "la gravedad objetiva de este hecho nos obliga a reparar el debido respeto que merece su presencia y devoción". Crecen las dudas sobre la Virgen "restaurada" a partir de las notables diferencias con la imagen original.


Hubo gente que llegó muy temprano. Con suma tranquilidad los fieles católicos fueron tomando asiento en la Basílica de Guadalupe. La misa para desagraviar a la Virgen de Guadalupe estaba convocada a las 19.30 de ayer. A esa hora la iglesia ya estaba colmada. Había mucha gente parada en los pasillos e incluso en la puerta.


Los feligreses consultados por Diario UNO remarcaron la necesidad de saber la verdad. Lejos de convencerlos la súbita aparición de una imagen similar el sábado por la tarde, eso pareció ser una estocada más al sentimiento religioso. Nadie cree, a priori, que la figura que se mostró en el vespertino santafesino sea la original. Pero incluso dejando el beneficio de la duda, a favor de la dirigencia de Colón, lo que piden es que la Justicia realice un peritaje para despejar cualquier tipo de sospechas.


Porque hasta el mismo arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, lo dijo con todas las letras al referenciar que “con sentimientos de dolor, desconcierto y repudio asistimos al retiro y posible destrucción de la venerada imagen, que fuera bendecida y entronizada en el estadio Brigadier López de nuestra ciudad”.


Luego agregó: “Uno ha querido encontrar el lugar donde se encontraría la Virgen, pero no hemos podido conocerlo. Llamativamente ayer, en la víspera, han aparecido noticias sobre este tema en versiones periodísticas. Eso, releyendo las palabras que había pensado en esta catequesis, creo que siguen siendo válidas”.


Las palabras de Arancedo siguen siendo dichas desde un sentimiento de dolor, el mismo que lo motivó a convocar al acto de desagravio a la Virgen de Guadalupe.


“Hemos tomado conocimiento de que la imagen de la Virgen de Guadalupe que fuera retirada del estadio de Colón se encuentra en un taller, donde se la estaría restaurando para volverla al lugar donde fuera entronizada, según una versión periodística. Lamento no haber tenido estos datos que había solicitado reiteradamente sobre su paradero. Es más, no fue posible tomar contacto con la imagen”, dice el texto de la homilía leída por Arancedo.


En otra parte del texto el obispo expresó: “No dudamos que Ella como Madre de todos sabrá perdonar el error de quienes lo hayan cometido o permitido. A nosotros, concluíamos, la gravedad objetiva de este hecho nos obliga a reparar el debido respeto que merece su presencia y devoción. No pretendo juzgar intenciones, pero ante este hecho he sentido el deber como hijo y la responsabilidad como obispo de asumir el deseo de muchos fieles que han vivido con desolación este acontecimiento; ello me lleva a presidir este acto religioso como homenaje y testimonio a su persona”.


Por último, Arancedo dijo “que esta celebración que ha nacido de nuestra fe en Dios y de nuestro amor a la Santísima Virgen María, al tiempo que es un justo acto de reparación y testimonio de nuestra devoción, sea también un camino de encuentro que nos permita crecer como hermanos en el respeto y el amor, que son frutos del Evangelio de la verdad y la misericordia que hemos recibido y predicamos. Considero que éste es el mejor testimonio de hijos agradecidos a la Santísima Virgen María en esta triste circunstancia que hemos vivido y que estamos viviendo”.


En esa última frase, el obispo aclara –por si aún hace falta– que lejos de ser un caso cerrado, para la Iglesia aún quedan preguntas por responder. Todavía hay una verdad por conocer.

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