El episodio se produjo a las 21.40 de anteanoche, en barrio Tango. Se completó con ataques con piedras contra el transporte público, de parte de amigos de los asaltantes. Aún así, el chofer pudo llegar al Aeropuerto, donde lo detuvieron.
Un chico de 15 años fue golpeado anteanoche en el interno 21 de la línea 116 de la Semtur, luego de intentar robar a quienes viajaban en la unidad. Los pasajeros retuvieron al adolescente. El chico subió con un cómplice en Mendoza al 8500 y ambos intentaron robar a los usuarios del servicio y al chofer con un arma de fuego y un cuchillo, según indicaron desde la Unidad Regional II. Uno de los jóvenes logró bajar con un bolso robado, mientras que el otro fue interceptado por los pasajeros, que lo retuvieron a golpes. Desde afuera, dos motos con familiares y vecinos de los asaltantes, apedrearon y palearon el colectivo. Desde la gerencia de Semtur, Héctor Zanda dijo a este diario que se trató de un hecho "extraordinario", y lamentó que sucediera casi media hora antes del comienzo del horario de acompañamiento policial para esa línea, que es de 22 a 4. El conductor se sobrepuso a las agresiones y se dirigió al aeropuerto, donde el chico fue detenido por la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Luego, fue trasladado con custodia policial al hospital Carrasco, donde le diagnosticaron lesiones leves. De allí se fue antes de recibir el alta médica.
"No estamos muertos, pero dejaron el colectivo hecho un queso gruyere", graficó ayer uno de los usuarios del ómnibus, sobre los cinco vidrios rotos y las marcas de piedrazos en el chasis.
El hecho tuvo lugar en barrio Tango, alrededor de las 21.40 del miércoles. Los pasajeros vivieron minutos de tensión, hasta que llegaron al aeropuerto Islas Malvinas. Todo pasó muy rápido. "El padre del chico que quedó en el colectivo estaba abajo con una especie de rebenque con una piedra en la punta, reventando los vidrios del colectivo", expresó Oscar, uno de los usuarios, quien agradeció que el conductor no hubiera frenado ni abierto las puertas de la unidad. "Pudo salir por Calazans a unos 70 u 80 kilómetros por hora, con dos motos que nos venían tirando piedras. Encaró para el aeropuerto; y ahí, se hizo cargo la PSA", detalló.
Tras ver bajar a su cómplice, el jovencito insistió con agresiones al conductor, pero los alrededor de diez pasajeros lo atajaron y recibió una golpiza. En ese momento, al ver lo que sucedía arriba de la unidad, las personas que estaban afuera comenzaron a tirar piedras al ómnibus y a pegarle palazos. El chofer sorteó las agresiones y llegó al aeropuerto.
Más tarde, el chico fue derivado al Hospital Carrasco, donde fue atendido por los golpes que había sufrido, que no eran graves, según informaron desde el centro de salud. Le hicieron curaciones por las contusiones y excoriaciones que le dejó la golpiza.
Sin embargo, sobre la madrugada, familiares del chico se presentaron en el hospital y se retiraron, sin el alta médica. Desde la URII indicaron que estaba custodiado en el efector y luego se dio intervención a la Justicia de Menores.
Al recordar la situación vivida, en LT8, Oscar relató: "Si el chofer abría la puerta de colectivo, estábamos todos muertos".
Zanda señaló que por ser una "zona conflictiva", la 116 tiene un acompañamiento policial para ese recorrido, a partir de las 22 y hasta las 4 o 5 de la madrugada.
Por su parte, desde el gremio de los choferes lamentaron el suceso. Temprano, Manuel Cornejo, titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), señaló que se deberá modificar el turno o la línea del chofer, para evitar posibles represalias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario