martes, 1 de enero de 2013

SANTA FE: Nuevos actos vandálicos en la Reserva Ecológica


Rompieron la baranda de madera del acceso y tumbaron un baño químico y cestos de basura. También atacaron los miradores ubicados en el interior del predio. Existen varios antecedentes de hechos similares.  


Entre el sábado a la noche y el domingo a la madrugada autores desconocidos perpetraron actos vandálicos que dejaron destrozos y robos en la Reserva Ecológica, una situación que encuentra varios antecedentes en los últimos años. Entre otras cosas, rompieron unos cinco metros de la baranda de madera, que forma parte del pórtico de acceso, tumbaron tres cestos de basura que se ubican sobre el camino de acceso y derribaron un baño químico. 

Los ataques no dejaron indemnes a los miradores que se encuentran en el interior de la reserva. El que está en el sendero del borde norte (donde además quebraron las pasarelas) sufrió roturas en su baranda. Y en el otro, que se usa para observar aves y está en la laguna central, tiraron abajo parte de una pared de adobe y arrojaron dos bancos al agua. 

Además, durante esa misma noche, echaron abajo uno de los pocos carteles fijos que quedan todavía dentro el predio. Es que, precisamente producto de los frecuentes ataques, prácticamente el 90 % de los carteles que se utilizan allí son móviles: el guarda-reserva los coloca a la mañana y los retira por la tarde. Además, cabe señalar que parte de las maderas robadas se encontraron entre los restos de un fogón en la zona de playas. 

Ante esta situación, un guarda-reserva de la Fundación Hábitat & Desarrollo radicó ayer una denuncia en la seccional policial de barrio El Pozo. Y desde la institución indicaron que si alguna persona fue testigo de algunos de estos hechos, se comunique, al tiempo que pidieron a toda la sociedad que se involucre para garantizar el cuidado de estos espacios.

Ya ocurrió antes

No es la primera vez que se detectan hechos de estas características en la reserva. A principios de 2011, robaron los postes del frente para hacer fogones en la playa; a fines de ese año rompieron los candados de la tranquera principal y las canillas del bombeador y también quitaron las barandas de los senderos dentro de la reserva.

En el predio, también arrancaron carteles indicativos de los senderos que luego aparecieron tirados a metros de donde estaban colocados; los baños químicos resultaron atacados en varias oportunidades; desparramaron papel higiénico y utilizaron los espacios verdes como baño.

En marzo pasado, el mirador de aves también había sido blanco de los vándalos: una de las paredes de adobe fue atacada con un tronco que el guarda-reserva encontró a pocos metros, junto con una botella plástica quemada.

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