Así lo confirmó el director del Hospital Provincial San Carlos de esta ciudad, Germán Camiletti, al recibir los resultados de los análisis practicados a tal fin. Se trata del primer caso fatal que se registra en Casilda en lo que va del año.
Un casildense de 44 años murió a causa de la gripe A. Así lo confirmó ayer UNO Medios el director del Hospital Provincial San Carlos de esta ciudad, Germán Camiletti, al recibir los resultados de los análisis practicados a tal fin. Se trata del primer caso fatal que se registra en Casilda en lo que va del año y que se suma a otros cinco que ya se reportaron en distintas localidades santafesinas.
El hombre falleció el último miércoles en el efector público casildense tras permanecer internado dos días en terapia intensiva por un cuadro respiratorio agudo.
Al advertirse que el paciente presentaba síntomas compatibles con la enfermedad se le suministró la medicación indicada además de una serie de antibióticos para frenar su proceso infeccioso, pero no respon dió. Tras el deceso se constató a instancias de los estudios correspondientes de laboratorio que se trató de un caso de gripe A, tal como se sospechó desde un principio.
Durante el corriente año también hubo en la ciudad otras personas afectadas por el virus influenza H1N1, pero todas evolucionaron favorablemente.
El caso fatal “evidencia la circulación del virus que produce la enfermedad”, explicaron las autoridades del hospital casildense para luego insistir con la necesidad de la aplicación de la vacuna contra la gripe A en personas que pertenecen a algún grupo de riesgo.
El establecimiento sanitario local dispone de dosis suficientes que están destinadas, como establece el protocolo médico, a embarazadas en cualquier trimestre de gestación y puérperas hasta 6 meses posteriores al parto, niños de seis meses a 2 años, adultos mayores de 65 y trabajadores de la salud tanto de efectores públicos como privados.
También están comprendidos los menores, adolescentes y adultos con factores de riesgo como problemas genéticos, musculares o del desarrollo graves; severos trastornos respiratorios; asmáticos graves; cardiopatías congénitas; diabetes, insuficiencia renal crónica; alteraciones en las defensas (por VIH o medicación); enfermedades onco-hematológica y tumorales; trasplantados; y obesidad avanzada.
La muerte de Andrés Acosta, quien era conocido en la ciudad por haberse desempeñado como conductor de programas de radio en emisoras locales además de cantante, causó profundo dolor.
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