sábado, 8 de septiembre de 2012

CENTRAL RECIBE A CHICAGO: DEBE GANAR PARA CALMAR LAS AGUAS

Una lucha desigual entre la mente y el físico. Una pelea de dos pesos diferentes en términos boxísticos. Central recibe esta tardecita a Nueva Chicago con un rival enquistado dentro mismo de su cuerpo y alma.
La Capital | 
Una lucha desigual entre la mente y el físico. Una pelea de dos pesos diferentes en términos boxísticos. Central recibe esta tardecita a Nueva Chicago con un rival enquistado dentro mismo de su cuerpo y alma. No es una consideración metafísica. Intenta ser el anuncio, preludio, proyección, de un partido de fútbol. Pero a Central hace rato que el fútbol le viene envuelto en un paquete que además incluye frustraciones, desencuentros, fastidios, desilusiones, intolerencia... No es sólo un partido con 22 jugadores y por los puntos. En Arroyito hace mucho tiempo que no es así. Es un combo explosivo que lo somete, lo exprime y lo oprime.
Por eso mismo el rival no es Chicago, o en el mejor de los casos no es sólo el equipo de Mataderos.
Así son los tiempos canallas. Un equipo que no contagia y pierde más de lo que gana, que siente la presión que baja desde las tribunas apenas disputados un puñado de minutos. Y lo que es peor. No logra desembarazarse de ese karma.
El origen de todo es el descenso. Jamás elaboraron el duelo. En la primera temporada el grado de tolerancia se fue achicando fecha tras fecha. Hasta que terminó fundiéndose con la resignación. En la segunda, la ilusión voló por el aire en 180 minutos después de una larga temporada. Nadie puede explicar muy bien por qué. Nadie sabe por qué.
Allí la resignación mutó. Ya no es una actitud pasiva propia de ese sentimiento.
En la cancha de Central ya no hay paciencia. Nadie negocia nada; ni cinco minutos de desconcentración. Nadie soporta nada diferente a un triunfo. No hay indulgencia. Ni siquiera para los que no tuvieron nada que ver con aquel fatídico 23 de mayo de 2010. Tampoco la habrá para Russo si los resultados no aparecen. Así es la cosa. Ese es el sentimiento del hincha de Central. Del soberano.
Desde afuera se puede advertir claramente cuál es el sentir hacia los jugadores y cómo luchan ellos contra la historia reciente.
Los que participaron de al menos uno de los tres peores momentos (1 descenso y 2 intentos frustrados de ascenso) saben que no tienen ni el más mínimo margen. Y así juegan: mal. Los que llegaron para esta temporada todavía no terminan de entender el clima y menos aún de absorverlo. Y así juegan: bastante mal.
Los más chicos gozan del beneficio que les entrega a esta edad el estado de inconciencia que genera ponerse la camiseta de fútbol de un equipo muy popular y soñar con vivir, y muy bien, de la relación con la pelota. No los inhibe el clima externo.
De ese rompecabezas debe sacar las piezas Russo para armar el equipo que le ofrezca la mejor versión posible.
Sí, debería ser el anuncio de un partido de fútbol. Pero en Central hace rato que el fútbol pasó a un segundo plano.
¿Y entonces? Entonces debe ganar, empezar a ganar. Y mientras tanto elaborar definitivamente el duelo para refundarse de una vez por todas.
El Canallabus
El plantel de primera división de Central arribará hoy al gigante de Arroyito en el Canalla Bus por primera vez. Empresa Argentina y Rosario Central presentarán el primer colectivo personalizado con imagen del club auriazul. Es una unidad que llevará la impronta canalla y los colores del club a todos los rincones del país. Contará con equipamiento de última generación.

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