miércoles, 25 de abril de 2012

NAC. CRIMEN DE LA DOCENTE: "Yo la mandé a matar"

Una escucha telefónica en la que se oye la frase "yo la mandé a matar" complicó la situación de Daniel Sfeir en la causa en la que está detenido como presunto autor del crimen de su esposa, la docente Silvia Prigent, informaron hoy fuentes judiciales.

Si bien una pericia realizada por Gendarmería determinó que esa frase es muy corta y le faltan fonemas para poderla identificar con la voz del viudo, el fiscal a cargo del caso, Cosme Iribarren, considera a la escucha como un nuevo indicio en contra de Sfeir, ya que el audio está tomado del celular personal del imputado.

La escucha efectuada tres días antes de que el viudo sea detenido pertenece a la línea del teléfono celular que Sfeir tenía intervenida a pedido del fiscal y con autorización del juez de Garantías de la causa.

Las fuentes explicaron que la frase no se pronuncia en el marco de la conversación telefónica entre dos personas, sino en una oportunidad en la que Sfeir llama a su casilla del correo de voz para levantar un mensaje de su primer abogado, Marcelo Adámoli.

Como la línea estaba intervenida, la grabación captó lo que la persona que tenía el teléfono en la mano estaba diciendo al micrófono, seguramente en una conversación que mantenía en ese instante con alguien que estaba a su lado, y allí se escucha la frase "yo la mandé a matar", según explicaron las fuentes.

El abogado de la familia Prigent, José Vera, aseguró a Télam que el audio es "un nuevo indicio contundente en contra del viudo".

"Cuando uno escucha la grabación se queda helado porque de manera sarcástica parece que Sfeir hace rimar la voz grabada de la operadora diciendo "bienvenido a su casilla de Movistar" con la frase "yo la mandé a matar"", explicó Vera.

El abogado explicó que los peritos de Gendarmería que analizaron la grabación "llegaron a la conclusión de que se trata del mismo patrón de voz que la de otras escuchas a la misma línea de Sfeir".

No obstante, aclaró que "lamentablemente no se pudo hacer el cotejo de esa frase porque a "yo la mandé a matar" le faltan dos vocales, la i y la u".

Sin embargo, Vera recordó que durante su indagatoria, "Sfeir declaró que nunca le cedió a nadie ese teléfono celular".

El defensor del viudo, Rubén Jones, minimizó la importancia de la escucha al asegurar a Télam que "al no poder cotejarse esa frase con la voz de Sfeir, la pericia es negativa".

"Es una voz de fondo que no puede atribuírsele a mi cliente y por lo tanto es un elemento que no puede valorarse como prueba en su contra", recalcó Jones.

Por otra parte, el defensor insistió en la importancia que tendrá para el expediente el análisis de la tajeta SUBE de Prigent para demostrar que la víctima fue en colectivo y por propia voluntad al descampado donde fue asesinada.

"No es cierto, como planteó el fiscal en la prisión preventiva, que mi cliente trasladó o hizo pasar a buscar a su mujer hasta el sitio del asesinato. Esta mujer fue al lugar en un colectivo de la línea 720 y eso está en la tarjeta SUBE", explicó Jones.

Prigent (50) fue asesinada de dos tiros en la cabeza el día que desapareció, el 29 de diciembre último.

Tras 10 días de búsqueda, un vecino encontró su cuerpo en un descampado ubicado a la vera de la ruta 26, en la zona del Dique de Luján, en el límite entre los partidos de Tigre y Escobar.

El viudo fue detenido el 13 de enero, luego de que el fiscal Iribarren lo acusara de ser el autor del crimen.

Las cámaras de seguridad del municipio de Tigre que lo ubican yendo al lugar del crimen, el análisis de las antenas donde fue captado su celular y algunos testigos clave, son las principales pruebas con las que el fiscal logró la detención del viudo como principal sospechoso.

Por el caso, también está apresado como coautor del homicidio su empleado y mano derecha en su empresa de recolección de residuos, Jorge Daniel Bini, quien confesó ser el autor del asesinato, aunque dijo que ocurrió en un forcejeo cuando Prigent sacó un arma y discutían por una supuesta relación amorosa que mantenían.

Pese a la confesión de Bini, los investigadores sospechan que el móvil del crimen está vinculado a una doble vida que llevaba Sfeir con su reconocida amante, María Cristina Soria, y que para concretar el asesinato éste contó con la colaboración de su empleado.

El expediente se encuentra ahora en la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro a la espera de que se confirmen o no las prisiones preventivas de ambos imputados.

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