sábado, 28 de abril de 2012

Reflexiones y aportes: Iglesia pide debate sobre nuevo Código Civil

Los obispos cuestionaron el proyecto oficial. Reclamaron que se “respete el valor de la vida concebida, el matrimonio y la familia”.

 La Iglesia criticó el anteproyecto de reforma al Código Civil y sostuvo que algunos cambios propuestos no privilegian los derechos del niño, agravian la dignidad de las mujeres y pueden llegar a equiparar el matrimonio heterosexual con la unión convivencial.

El titular de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, insistió en reclamar una “reflexión profunda” en torno a la iniciativa del gobierno y aseguró que ciertas modificaciones “comprometen el ordenamiento jurídico de la sociedad”.

“No caben urgencias en temas de tanta trascendencia”, subrayó en conferencia de prensa al presentar junto con el arzobispo Antonio Cargnello, vicepresidente segundo, el documento “Reflexiones y aportes sobre algunos temas vinculados a la reforma del Código Civil”. El pronunciamiento eclesiástico fue consensuado por el centenar de obispos que participó desde el lunes del plenario episcopal en la casa de ejercicios espirituales El Cenáculo-La Montonera, de Pilar.

En el documento, la Iglesia opinó que el criterio de selección de embriones propuesto en el anteproyecto para la fecundación asistida “conculca el derecho a la identidad de los niños” y tampoco “privilegia los derechos e intereses” de estos. Tras alertar que la legalización de la donación de gametos post mortem crea “deliberadamente orfandades amparadas por la ley”, sostiene que el alquiler de vientres “resulta agraviante a la dignidad de las mujeres” y “degrada a la mujer gestante”.

Los obispos católicos también consideraron que hay “equiparación casi absoluta” entre el matrimonio y la unión convivencial y lamentaron que la iniciativa no aliente proyectos de familia “más estables”.

Asimismo, dijeron que no reconoce que la persona es tal desde la concepción, sin distinguir que ella ocurra dentro o fuera del seno materno, “significa introducir una discriminación injusta”. Entre otros puntos “positivos” de la propuesta oficial, rescataron que se tenga en cuenta las situaciones que hacen a los derechos de las comunidades indígenas, pero expresaron “preocupación” por cierto reglamentarismo que se propone en el anteproyecto en relación con las asociaciones civiles.

“Esas formas asociadas son parte esencial de la sociedad civil y, por ello, debería evitarse sobrecargarlas de exigencias e interferencias del Estado en su vida interna”, alertaron.

Arancedo reiteró la necesidad de que “no haya apresuramientos” y reclamó un debate “razonable y sereno” sobre el anteproyecto de reforma al Código Civil. “No es algo de poca monta modificarlo, ya que es un marco modélico para la sociedad”, subrayó en rueda de prensa. Arancedo dijo que es intención de los obispos entregar este documento a “todos los sectores” y reveló que acercaron el texto a la presidenta Cristina Fernández.

El titular del Episcopado expresó, además, disposición a acudir al Congreso, si es convocado, para dar a conocer la posición de la Iglesia. Arancedo aseguró que en este momento de “particular relevancia política que hace a su vida y cultura como nación” se necesitan “caminos de reflexión que nos ayuden a dar a nuestra patria leyes que garanticen la dignidad de la vida humana, el valor de la familia y la protección de todos los derechos del niño”.

“El Código Civil, por su carácter estable y modélico, al definir las obligaciones y derechos de las personas e instituciones no es algo neutro, sino que a través de él se expresan doctrinas y corrientes de pensamiento”, recordó

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