Poder detectar con exactitud si un hombre es o no pedófilo ya es posible gracias al uso de escáneres cerebrales. Al menos así lo afirmó al diario ELMUNDO.es el
Dr. Jorge Ponseti, de la Sección de Medicina Sexual de la Universidad
de Kiel Alemania, tras publicar un estudio en el último número de la
revista Archives of General Psychiatric.
La investigación fue realizada “con 24 pedófilos, que
admitían su condición y que se sentían atraídos por niños o niñas
prepúberes, y que estaban recibiendo tratamiento en nuestro centro”,
declaró Ponseti al periódico español. Se los comparó con 32 adultos
sanos a los que les gustaban mujeres u hombres. De esa forma se pudo
confirmar que "efectivamente, la respuesta cerebral a los
estímulos sexuales, visto con resonancia magnética funcional, contiene
información suficiente para identificar a los pedófilos con gran
exactitud", defendió el experto.
Ya pruebas anteriores habían encontrado diferencias en la anatomía
cerebral de los que se sienten atraídos sexualmente por menores, "pero
estos cambios estructurales no han sido confirmados a través de los
diferentes estudios”, indicó Ponsetti para luego agregar que le
interesaba saber no sólo en qué parte del cerebro se encuentran estas
diferencias anatómicas, sino si existen diferencias funcionales y si
pueden servir para un uso diagnóstico individual.
Con ese fin mostraron a todos los participantes de entre 20 y 50 años
una serie de fotos de genitales de niños y niñas, de menores desnudos o
sólo de sus caras, así como de adultos en las mismas posturas.
"Las imágenes se mostraron sólo durante un segundo. En este tiempo,
el cerebro reacciona al estímulo antes de que la persona sea consciente
realmente de él, por lo que la respuesta no puede ser engañosa. Además, y
para asegurarnos de que estaban atentos a las imágenes, las
intercambiamos con fotografías sin contenido erótico en las que aparecía
un círculo verde. Ellos debían pulsar un botón cada vez que las
visualizaran", explicó.
Los resultados revelan que las áreas del cerebro que "actúan en los
mecanismos de recompensa, cuando algo nos gusta, y que están
relacionados con la sexualidad, son similares en el grupo de pedófilos
que en el grupo control ”, indicó el experto.
“Lo que sucede es que la respuesta neuronal de los pedófilos ante las
imágenes de niños desnudos es distinta de la de las personas sanas. En
otras palabras, en las personas sanas no se produce estímulo al ver
fotos de menores", insistió el director de la investigación.
Posteriormente, los científicos alemanes llevaron a cabo un segundo
análisis en el que se comparaba la actividad neuronal de cada
participante con la de ambos grupos, el de pedofilia y el control.
"Introdujimos los datos en la computadora con el fin de
averiguar si dicha actividad cerebral correspondía al grupo de afectados
de pedofilia o al de sanos. Finalmente, y tras varios algoritmos
informáticos, pudimos establecer si una persona tenía altas o bajas
probabilidades de ser pedófilo. En el 95% de los participantes esta
decisión fue correcta", reconoce Jorge Ponseti. Y todo "con
un 100% de especificidad (la probabilidad de que para un sujeto sano se
obtenga un resultado negativo en la prueba) y un 88% de sensibilidad
(la probabilidad de que para un sujeto enfermo se obtenga en la prueba
un resultado positivo”.
“Hemos discutido mucho sobre la aplicación de la RM como herramienta
de diagnóstico en la pedofilia y los aspectos éticos que le rodean.
Porque el interés por un menor, por ejemplo, no significa que se vaya a
abusar de él", indicó el experto.
Alcaró que "cuando un adulto comete un único delito con un menor
tiene un 50% de posibilidades de ser pedófilo, porque pueden existir
otros componentes como es el del miedo a acercarse a una mujer adulta o
que haya tomado alcohol, drogas, etcétera”. Pero “cuando los delitos son
cinco, sabemos que sí lo es. Nosotros queremos esta prueba, que
consideramos objetiva, para poder establecer quién se va a beneficiar
realmente de la terapia de la pedofilia, que puede consistir en fármacos
que inhiben la actividad sexual. Los otros casos se tratarán de forma
distinta, con psicoterapia encaminada a reconducir la sexualidad".
Ponseti admitió que ya está pensando en sus estudios futuros. "Ahora
queremos hacer el mismo trabajo pero con pedófilos que no reconocen que
lo son, algo que le sucede a la mayoría, y con hombres sanos a los que
vamos a pedir que intenten controlar sus impulsos, sus respuestas, para
ver si pueden 'engañar' al escáner", concluyó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario