Roy López Molina, presidente del
bloque, sostuvo que no hay tiempo suficiente para que los vecinos den
su opinión. El lunes elevará el proyecto al Concejo y advirtió que “en
la manzana funcionan un geriátrico y un quirófano de alta complejidad”.
Confuso episodio en una manifestación de vecinos.
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El edil Roy López Molina, presidente del bloque de Unión PRO
Federal en el Concejo, anticipó que este lunes presentará un proyecto
para la suspensión del pedido de habilitación para Esperanto, el boliche
que pretende instalarse en la esquina de Zeballos y Presidente Roca.
“El lunes teníamos rumores y preferimos una vía intermedia, que fue
pedir un informe. Ahora creemos que éste es el paso que tiene que venir
a continuación”, señaló López Molina en diálogo con La primera de la
tarde (Radio 2).
El local en cuestión, donde funcionaba un supermercado, es un espacio de
900 metros cuadrados y con capacidad para 1200 personas. Y tras la
solicitud del martes pasado, el secretario de Gobierno de la
Municipalidad, Fernando Asegurado, indicó que \"si cumple con la
normativa, lo vamos a habilitar\".
Al respecto, López Molina destacó: “Nosotros no hablamos de
irregularidad, pero no se había dado la publicidad suficiente para que
los vecinos puedan ejercer su poder de oposición”.
Y remarcó que el lugar señalado contiene “una clara violación a la
ordenanza que reglamenta la ubicación de boliches. Principalmente,
porque en la misma manzana se encuentra ubicado un geriátrico y un
centro de salud con quirófano de alta complejidad”.
“Nuestra oposición no es a los boliches, es a la ubicación”, aclaró
también el joven presidente de la bancada macrista.
Por último, recordó que “la norma establece determinadas características
para su ubicación y hasta enuncia zonas como el parque Scalabrini
Ortiz, la base del puente Rosario-Victoria o la Fluvial. Son lugares que
tienen menor impacto en ruidos molestos y vibraciones”.
Una situación dudosa
Este viernes al mediodía se produjo un encuentro entre el concejal y
unos 60 vecinos de la zona en la esquina en cuestión. Y, según relató el
propio edil, “se dio una situación particular” que “despertó la alarma
de todos los que estábamos allí”.
“Paró una moto con dos personas y arrojaron una bugía que impactó contra
uno de los vidrios de la garita que da al estacionamiento. Fue justo en
el momento en que un de 60 vecinos se manifestaba pacíficamente”,
agregó.
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