La adolescente de 13 años,
Araceli Ceballos, se fue de su casa de barrio Los Troncos el sábado a la
noche. Creen que iba a encontrarse en la Granja La Esmeralda con un
chico que conoció por chat.
Araceli Belén Ceballos es muy alta, mide 1,80 metros y
físicamente puede aparentar algo más de los 13 años que tiene. El sábado
a la noche, cenó en su casa de barrio Los Troncos con sus padres y su
hermanito. A las 23.30, les pidió permiso para salir a bailar, pero no
la dejaron: “Disfrutá la edad que tenés, ya vas a tener tiempo de
salir”, le contestó Alejandro, su padre. A cambio, negoció quedarse
despierta un ratito más, usando la computadora. La adolescente le dio un
abrazo a su papá, quien en broma le contestó: “Ahora no tengo plata
para los vestidos”. A la mañana siguiente, a las 9, su mamá María del
Carmen la fue a despertar, pero Araceli ya no estaba en su pieza. Había
dejado prendido el televisor y el aire acondicionado.
En ese instante, la mujer llamó a su marido, que a las cinco de la mañana había salido hacia su trabajo en la Cervecería Santa Fe y comenzó una desesperada búsqueda que arrojó algunos resultados, aunque Araceli todavía no aparece.
Algunas pistas
Hasta el momento, el testimonio de dos vecinas del pasaje Pallarres al 8.100 indica que Araceli salió de su casa a las 0.30 del domingo. Además, una tía de la adolescente contó que Araceli se había estado mandando mensajes por celular con un muchacho que había conocido por chat. Una amiga de la escuela había hecho el vínculo.
“Supuestamente, el encuentro con este chico iba a ser en la Granja La Esmeralda. Araceli le pidió a la tía que la lleve, ella por supuesto se negó y entonces, todo indica que Araceli se fue sola. Pero es una nena que no sabe manejarse en colectivos. Siempre estuvo muy acompañada por nosotros. Es muy chica todavía”, lamentó María del Carmen.
A cuatro días de la desaparición de Araceli, sus padres pueden “atar algunos cabos”, sobre conductas típicas de adolescentes, que en el trajín de la vida cotidiana no habían detectado.
“Ella no tenía Facebook, no la dejábamos justamente para que no esté tan expuesta. Ella usaba mucho la computadora, pero siempre que la veía estaba con jueguitos, si la hubiera visto chateando seguramente le hubiera preguntado con quién hablaba. Siempre tratamos de cuidarla y ella es una chica feliz. Yo no creo que en ningún lugar ella esté mejor que acá. En casa tiene su espacio, su pieza. Tiene una buena relación con nosotros y su hermanito la extraña muchísimo”, contó emocionada la mujer. Y agregó: “Yo espero que ella escuche la radio y vea en la televisión y los diarios cómo la estamos buscando. Todos la queremos de vuelta y si le hemos prohibido hacer cosas es justamente para cuidarla, porque tiene 13 años. Espero que en estos días piense en nosotros y en lo duro que es que una hija decida irse y no saber nada de ella”.
El caso es investigado por el juez de Instrucción Penal de la Segunda Nominación, a cargo de Nicolás Falkenberg. Ante cualquier información sobre Araceli, se solicita a la comunidad contactarse con la Secretaría de Derechos Humanos de Santa Fe (Saavedra 2.059, de esta ciudad) o bien con la familia Ceballos a los teléfonos 155332190 o 4840273.
En ese instante, la mujer llamó a su marido, que a las cinco de la mañana había salido hacia su trabajo en la Cervecería Santa Fe y comenzó una desesperada búsqueda que arrojó algunos resultados, aunque Araceli todavía no aparece.
Algunas pistas
Hasta el momento, el testimonio de dos vecinas del pasaje Pallarres al 8.100 indica que Araceli salió de su casa a las 0.30 del domingo. Además, una tía de la adolescente contó que Araceli se había estado mandando mensajes por celular con un muchacho que había conocido por chat. Una amiga de la escuela había hecho el vínculo.
“Supuestamente, el encuentro con este chico iba a ser en la Granja La Esmeralda. Araceli le pidió a la tía que la lleve, ella por supuesto se negó y entonces, todo indica que Araceli se fue sola. Pero es una nena que no sabe manejarse en colectivos. Siempre estuvo muy acompañada por nosotros. Es muy chica todavía”, lamentó María del Carmen.
A cuatro días de la desaparición de Araceli, sus padres pueden “atar algunos cabos”, sobre conductas típicas de adolescentes, que en el trajín de la vida cotidiana no habían detectado.
“Ella no tenía Facebook, no la dejábamos justamente para que no esté tan expuesta. Ella usaba mucho la computadora, pero siempre que la veía estaba con jueguitos, si la hubiera visto chateando seguramente le hubiera preguntado con quién hablaba. Siempre tratamos de cuidarla y ella es una chica feliz. Yo no creo que en ningún lugar ella esté mejor que acá. En casa tiene su espacio, su pieza. Tiene una buena relación con nosotros y su hermanito la extraña muchísimo”, contó emocionada la mujer. Y agregó: “Yo espero que ella escuche la radio y vea en la televisión y los diarios cómo la estamos buscando. Todos la queremos de vuelta y si le hemos prohibido hacer cosas es justamente para cuidarla, porque tiene 13 años. Espero que en estos días piense en nosotros y en lo duro que es que una hija decida irse y no saber nada de ella”.
El caso es investigado por el juez de Instrucción Penal de la Segunda Nominación, a cargo de Nicolás Falkenberg. Ante cualquier información sobre Araceli, se solicita a la comunidad contactarse con la Secretaría de Derechos Humanos de Santa Fe (Saavedra 2.059, de esta ciudad) o bien con la familia Ceballos a los teléfonos 155332190 o 4840273.
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