La chica de 13 años, que se fue
de su hogar de barrio Los Troncos el sábado pasado, estaba en Arroyo
Aguiar junto con un joven de 17 años. “Está asustada, no sabía que la
buscábamos”, dijo su mamá.
“Araceli está bien, muy asustada todavía, pero está bien”,
insistió ayer María del Carmen Ceballos, la mamá de la adolescente que
el sábado pasado se fue de su casa para encontrarse con un chico.
Agentes de la División de Trata de Personas la encontraron ayer a la
mañana en la pequeña localidad de Arroyo Aguiar.
“Lo primero que hice fue abrazarla y lloramos. No hubo tiempo ni fuerzas para más palabras. Ya vamos a poder ver bien qué pasó y por qué tomó la decisión de irse. Lo único que nos importaba a su papá y a mí era encontrarla sana y salva. Y Araceli está bien”, agregó María del Carmen.
Araceli se fue de su casa de barrio Los Troncos el domingo a la madrugada. Desde entonces, durante cinco días su familia la buscó de manera incesante. “Queremos agradecer muchísimo a la policía y a todos los agentes de la División de Trata de Personas y al juez (Nicolás Falkenberg). Actuaron muy rápido, nos dieron contención y eso –para un padre que está buscando a un hijo– es importantísimo”, indicó la mujer.
Por disposición judicial, la niña todavía no volverá a la casa de sus padres. Primero tendrá reuniones con asistentes sociales y psicólogos que permitirán dilucidar por qué la adolescente tomó la decisión de irse de su casa.
“Yo creo que fue una travesura. Pienso que Araceli no dimensionó lo que estaba haciendo y sé que va a querer volver a casa con nosotros y con su hermanito”, indicó la mujer. Fuentes del caso indicaron que la menor fue encontrada tras el rastreo de llamadas telefónicas. Estaba junto a otro menor, de 17 años y oriundo de Chaco, en la localidad de Arroyo Aguiar.
Acompañada
El domingo a las 9, María del Carmen Ceballos encontró la cama de su hija vacía. El televisor y el aire acondicionado seguían prendidos, pero Araceli no estaba. La noche anterior, la adolescente se había quedado despierta usando la computadora. Y vecinas del barrio la vieron irse con una mochila en horas de la madrugada. Le había pedido a sus padres permiso para salir a bailar y no la habían dejado. “Tiene 13 años nomás”, insistió su padre para justificar la negativa.
Entonces, una tía de la adolescente contó que Araceli se había estado mandando mensajes por celular con un muchacho que había conocido por chat. Una amiga de la escuela había hecho el vínculo.
“Supuestamente, el encuentro con este chico iba a ser en la Granja La Esmeralda. Araceli le pidió a la tía que la lleve, ella por supuesto se negó y entonces, todo indica que Araceli se fue sola. Pero es una nena que no sabe manejarse en colectivos. Siempre estuvo muy acompañada por nosotros. Es muy chica todavía”, había contado María del Carmen a Diario UNO.
“Ella no tenía Facebook –continuó–, no la dejábamos justamente para que no esté tan expuesta. Siempre tratamos de cuidarla y ella es una chica feliz. Yo no creo que en ningún lugar ella esté mejor que acá”.
“Lo primero que hice fue abrazarla y lloramos. No hubo tiempo ni fuerzas para más palabras. Ya vamos a poder ver bien qué pasó y por qué tomó la decisión de irse. Lo único que nos importaba a su papá y a mí era encontrarla sana y salva. Y Araceli está bien”, agregó María del Carmen.
Araceli se fue de su casa de barrio Los Troncos el domingo a la madrugada. Desde entonces, durante cinco días su familia la buscó de manera incesante. “Queremos agradecer muchísimo a la policía y a todos los agentes de la División de Trata de Personas y al juez (Nicolás Falkenberg). Actuaron muy rápido, nos dieron contención y eso –para un padre que está buscando a un hijo– es importantísimo”, indicó la mujer.
Por disposición judicial, la niña todavía no volverá a la casa de sus padres. Primero tendrá reuniones con asistentes sociales y psicólogos que permitirán dilucidar por qué la adolescente tomó la decisión de irse de su casa.
“Yo creo que fue una travesura. Pienso que Araceli no dimensionó lo que estaba haciendo y sé que va a querer volver a casa con nosotros y con su hermanito”, indicó la mujer. Fuentes del caso indicaron que la menor fue encontrada tras el rastreo de llamadas telefónicas. Estaba junto a otro menor, de 17 años y oriundo de Chaco, en la localidad de Arroyo Aguiar.
Acompañada
El domingo a las 9, María del Carmen Ceballos encontró la cama de su hija vacía. El televisor y el aire acondicionado seguían prendidos, pero Araceli no estaba. La noche anterior, la adolescente se había quedado despierta usando la computadora. Y vecinas del barrio la vieron irse con una mochila en horas de la madrugada. Le había pedido a sus padres permiso para salir a bailar y no la habían dejado. “Tiene 13 años nomás”, insistió su padre para justificar la negativa.
Entonces, una tía de la adolescente contó que Araceli se había estado mandando mensajes por celular con un muchacho que había conocido por chat. Una amiga de la escuela había hecho el vínculo.
“Supuestamente, el encuentro con este chico iba a ser en la Granja La Esmeralda. Araceli le pidió a la tía que la lleve, ella por supuesto se negó y entonces, todo indica que Araceli se fue sola. Pero es una nena que no sabe manejarse en colectivos. Siempre estuvo muy acompañada por nosotros. Es muy chica todavía”, había contado María del Carmen a Diario UNO.
“Ella no tenía Facebook –continuó–, no la dejábamos justamente para que no esté tan expuesta. Siempre tratamos de cuidarla y ella es una chica feliz. Yo no creo que en ningún lugar ella esté mejor que acá”.
Travesura?????............En que dimensión viven los padres
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