Con la llegada del frío aumenta el uso de artefactos que funcionan a gas natural, leña, carbón o nafta incrementándose los riesgos de inhalación de un gas que no se ve ni huele. Se recomienda verificar las instalaciones y no utilizar hornos ni hornallas para generar calor.
Ante las temperaturas del invierno y la consecuente calefacción de los lugares cerrados, uno de los riesgos que se corre es la intoxicación con monóxido de carbono. Frente a ello, y sobre todo porque puede causar la muerte cuando se lo respira en niveles elevados, es fundamental ventilar los espacios y tener cuidado con el uso de estufas y braseros para calentar los ambientes.
El monóxido de carbono se produce por la mala combustión del gas natural, la leña, el carbón o la nafta. No tiene olor ni color, tampoco irrita.
A los fines de evitar accidentes por inhalación de monóxido de carbono, se recomienda supervisar las rejillas de ventilación, los conductos y las chimeneas de una casa, para verificar que estén limpias y no tengan ningún tipo de obstrucción que impida la renovación del aire; controlar que los aparatos de calefacción que se instalen tengan la certificación de los organismos correspondientes, que en general consta en un sello ubicado en la parte posterior; y observar con cierta frecuencia las llamas que producen los artefactos que trabajan con gas, que deben ser de color azul, estable y silenciosa —si no cumple alguna de esas tres condiciones, es decir tiene un color rojizo, fluctúa o emite sonido se debe consultar a un gasista matriculado ya que la generación de monóxido de carbono es por la combustión incompleta.
Ante la percepción de olor a gas en el hogar, lo recomendable es abrir puertas y ventanas, no encender fósforos ni accionar interruptores y cerrar las llaves de paso de los artefactos como acción previa al llamado a un profesional.
De todas formas, una buena práctica para evitar problemas con los artefactos a gas es recurrir a un profesional para que realice un control anual de las instalaciones hogareñas. Entre ellas calefactores, calefones o termotanques y cocinas.
Resta decir que una práctica habitual en domicilios que no cuentan con calefactores en todos los ambientes es encender el horno o inclusive las hornallas de la cocina como una forma de combatir el frío. Dicha acción debe evitarse por los riesgos que implica.
El monóxido de carbono se produce por la mala combustión del gas natural, la leña, el carbón o la nafta. No tiene olor ni color, tampoco irrita.
A los fines de evitar accidentes por inhalación de monóxido de carbono, se recomienda supervisar las rejillas de ventilación, los conductos y las chimeneas de una casa, para verificar que estén limpias y no tengan ningún tipo de obstrucción que impida la renovación del aire; controlar que los aparatos de calefacción que se instalen tengan la certificación de los organismos correspondientes, que en general consta en un sello ubicado en la parte posterior; y observar con cierta frecuencia las llamas que producen los artefactos que trabajan con gas, que deben ser de color azul, estable y silenciosa —si no cumple alguna de esas tres condiciones, es decir tiene un color rojizo, fluctúa o emite sonido se debe consultar a un gasista matriculado ya que la generación de monóxido de carbono es por la combustión incompleta.
Ante la percepción de olor a gas en el hogar, lo recomendable es abrir puertas y ventanas, no encender fósforos ni accionar interruptores y cerrar las llaves de paso de los artefactos como acción previa al llamado a un profesional.
De todas formas, una buena práctica para evitar problemas con los artefactos a gas es recurrir a un profesional para que realice un control anual de las instalaciones hogareñas. Entre ellas calefactores, calefones o termotanques y cocinas.
Resta decir que una práctica habitual en domicilios que no cuentan con calefactores en todos los ambientes es encender el horno o inclusive las hornallas de la cocina como una forma de combatir el frío. Dicha acción debe evitarse por los riesgos que implica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario