Los chicos realizaron una obra teatral y recolectaron elementos para donar.
Hace unos meses la comunidad del complejo educativo Ceferino Namuncurá sufrió un duro golpe, el incendio del SUM (salón de usos múltiples) y de la sala de música. Esa situación generó una gran desazón pero también obligó a alumnos, docentes, directivos y familiares a unirse aún más en la adversidad. Entre las muchas acciones cotidianas que dan cuenta de ese fortalecimiento en el sentido de pertenencia se destaca el trabajo realizado por los alumnos de la sala de cinco años: una obra de teatro para ayudar a una escuelita de La Rioja. En la madrugada del 30 de mayo, el salón de usos múltiples del jardín de infantes y el salón de música de la escuela primaria del complejo educativo Ceferino Namuncurá, ubicado en 12 de Octubre 9.400, se incendiaron. Ese hecho motivó, entre otras actividades, un abrazo al edificio del que participaron las familias del barrio ya que muchos de los padres y abuelos de los alumnos actuales también estudiaron allí. Pero con el paso de las semanas y los meses, la institución continuó su trabajo que incluye la formación integral de los estudiantes. De esa manera, junto a los contenidos académicos, se fomentaron los valores. “En lugar de sumirnos en la desesperación, esto nos obligó a secarnos las lágrimas y comprometernos firmemente con la construcción de un nuevo lugar”, explicó la docente María Fernanda Benítez y agregó: “Habiendo trabajado durante dos años, el abordaje de la educación a través del teatro como juego y de los valores como formadores de conducta, es que decido culminar estos proyectos con la puesta en escena de la obra Acerca de Magia, Cuentos y Sopas de Piedra, donde participan los niños y sus familias”. En ese sentido, destacó que la labor no hubiese sido posible sin el apoyo y acompañamiento de los directivos y las familias de los niños de la sala de cinco años. De manera paralela, la docente puso en contacto a sus alumnos con los changuitos del cerro, en la comunidad Los Tambillos, de La Rioja. “Eso les permitió conocer una realidad muy diferente y notar las carencias que tenían sus amigos. Y sin planificar demasiado las cosas, con la simplicidad que tienen los niños, decidieron que había que ayudarlos”, manifestó la docente. Un gran compromiso El jueves pasado, los niños y sus familiares realizaron la presentación del trabajo final, la obra de teatro. Fue desde las 14.30 en la sala Luz y Fuerza y asistieron alumnos del nivel inicial del turno mañana y tarde acompañados por sus docentes, padres, hermanos, tíos y abuelos. “La obra fue la culminación de los proyectos y la posibilidad de mostrarnos desde otro lugar, se convirtió en el lugar donde se vieron los frutos concretos de los valores abordados: libertad, generosidad, confianza, compromiso, fe y amor”, indicó Benítez, quien destacó la importante concurrencia y que se pudieron recolectar elementos que se donarán a la escuela riojana.
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