Es un informe telefónico que probaba la relación entre el supuesto autor intelectual y el presunto asesino. Hubo un error en el proceso de datos.
La principal prueba de cargo que complicaba a los dos principales detenidos por el secuestro y crimen de Candela Sol Rodríguez fue desestimada en las últimas horas por la Justicia, apenas detectaron un insólito error en la elaboración del informe de entrecruzamientos de llamadas de los aparatos de Hugo Bermúdez, acusado de ser el homicida, y Héctor “Topo” Moreyra, sindicado como el presunto autor intelectual. Fuentes judiciales consultadas por PERFIL confiaron que la Fiscalía de Morón, que encabeza la instrucción, estaba convencida de que el chip del teléfono celular de Bermúdez había sido utilizado con la carcasa del aparato de Moreyra. Para los investigadores, la prueba era “irrefutable” y probaba el vínculo entre los dos sospechosos y los contactos que mantuvieron mientras Candela estuvo desaparecida. Sin embargo, un segundo análisis, que fue acercado a la fiscalía el jueves 6 de octubre pasado, corrigió el resultado aclarando que en el anterior se había cometido un “error” cuando se procesaron los datos de los teléfonos investigados.
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