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lunes, 3 de septiembre de 2012

STA FE: "Decir que renuncié por un partido es una simplificación"


"Decir que renuncié por un partido de fútbol es una simplificación. Entendí que estaba perdiendo autoridad al frente de las fuerzas de seguridad como para implementar transformaciones en la gobernabilidad de la institución policial y eso me llevó a dar un paso al costado", sostuvo el ex Ministro de Seguridad de Santa Fe, Leandro Corti.
La Capital | 

"Decir que renuncié por un partido de fútbol es una simplificación. Entendí que estaba perdiendo autoridad al frente de las fuerzas de seguridad como para implementar transformaciones en la gobernabilidad de la institución policial y eso me llevó a dar un paso al costado". A este y a otros temas como el papel de la policía en la construcción de seguridad pública y su relación con el poder político se refirió el ex ministro de Seguridad santafesino Leandro Corti.
El ex funcionario se refirió a la relación que, según su mirada, debe entablar la autoridad política con la policía, a la que calificó como "una herramienta central para construir seguridad pública".
"El Estado es la suma de las acciones cotidianas de quienes lo integran y así el funcionario policial es la cara visible del gobierno de la seguridad pública. Por eso la policía es parte del problema y también parte de la solución, para comenzar a generar nuevas estrategias de intervención y tener más eficacia al abordar la seguridad pública en la provincia. Esa era la lectura que teníamos como diagnóstico y también como horizonte de proyección para avanzar en algunas estrategias. En este sentido siempre se reivindicó como necesario fortalecer distintos mecanismos de control político sobre el aparato policial y la institución, no por una cuestión de prejuicios sino en función de una perspectiva realista sobre cómo estaba funcionando el sistema policial en Santa Fe", explicó Corti, y añadió: "Entendíamos que había que tener mayor injerencia política sobre el funcionamiento del gobierno de la seguridad pública en general, y en ello va también sobre la institución policial. Por eso para nosotros era importante consolidar determinados instrumentos de control".
En este contexto, reivindicó la "reconfiguración del rol" de la Dirección de Asuntos Internos de la policía como "vital para aumentar justamente el caudal político sobre la institución policial", no sólo por "el mensaje de que no se iban a tolerar determinadas prácticas ilegales por parte de la policía" sino también a la hora de las sanciones.
Mensajes. Los siete meses de gestión de Leandro Corti al frente de la cartera de seguridad del gobernador Antonio Bonfatti estuvieron a tono con la conflictividad propia de esta problemática. Esos "mensajes" hacia la policía se tradujeron en 90 pases a disponibilidad de policías vinculados con delitos, en reforzar el control administrativo de los gastos y en medidas profundas como el traslado a la órbita política de las áreas policiales que combaten el narcotráfico y la trata de personas.
También fue resonante, en ese marco, la renuncia del joven ministro luego de una controversia desatada con su oposición, en junio pasado, a que el partido de Rosario Central contra Patronato de Paraná se jugara en el estadio de Colón, frente al criterio contrario de figuras influyentes del socialismo y del propio gobernador.
En la entrevista radial, Corti también se refirió a esa dimisión que algunos sectores vincularon más con su voluntad transformadora que con la desavenencia futbolística planteada entonces.
Gesto. "Decir que renuncié por un partido de fútbol es una simplificación. Yo entendí que había ingresado a un proceso de pérdida de autoridad política al frente de las fuerzas de seguridad, más allá del partido de fútbol que ya era anecdótico. Al entender que no podía continuar con el caudal y la potencia de autoridad política que ameritaba el proceso que intentaba llevar adelante, de generar pequeñas transformaciones en la gobernabilidad de la institución policial, eso me colocó en la convicción de plantear que un gesto mínimo de responsabilidad y visión realista de cómo funcionan las cosas me tenía que llevar a dar un paso al costado", sostuvo Corti.
No obstante, el ex funcionario reivindicó el "compromiso" de Bonfatti en las transformaciones propuestas para la cartera en cuanto a abordar el problema de la narcocriminalidad y su relación con el funcionamiento de la policía.
"El gobernador siguió insistiendo en que tenía todo su compromiso con la transformación que estaba intentando, que tenía todo el respaldo político. Yo hacía otro tipo de análisis y, en ese sentido, un ministro es un mero colaborador de quien encabeza el proyecto político y fue elegido por la voluntad popular, que es el gobernador", dijo Corti.
"Pero a mi humilde entender yo ya no iba a ser útil en ese proceso más allá de lo que pasara en ese partido. Yo lo analizaba en función de los esquemas de ejercicio de poder político en lugares tan complejos como las fuerzas de seguridad donde hay que tener un gran caudal para establecer condiciones básicas de gobernabilidad. Esa fue mi lectura en ese momento y por eso planteé dar un paso al costado", señaló Corti, e insistió en la necesidad de tener "una mirada realista de cómo funciona una estructura donde hay una multiplicidad de intereses económicos y de actores divergentes".
"La política no es un todo homogéneo —enfatizó— sino variables que hay que calibrar con mucha sintonía fina para garantizar determinados procesos de transformación".
Consenso serio. En cuanto al rol de la política respecto de la seguridad pública, Corti remarcó la necesidad de un "consenso serio en por lo menos cinco o seis ejes". Así, apeló a la "racionalidad y la madurez" para dejar mezquindades aparte, en un consenso que debe ir más allá del sector político o judicial.
"Es notorio lo que ocurre en cuanto a violencia ligada al fútbol, las relaciones espurias entre dirigentes y las denominadas barras bravas, y los cruzamientos con circuitos de ilegalidad como el narcotráfico. Debe construirse un verdadero consenso en materia de seguridad pública. Poco ambicioso y sumamente honesto. Hoy la seguridad pública no está para ser rifada por mezquindades políticas o esto que solemos ver como la política barata. Hay que hacerlo ahora y con mucha seriedad, y no es privativo de esta provincia. Porque después vienen las respuestas mágicas y simplificadoras que son claramente inconducentes y que después se vuelven como un bumerán para los actores políticos", expresó el ex ministro, y se refirió a "la ingenuidad de pensar que se va a transformar la seguridad pública con proyectos rutilantes de reformas legales".
Así, cargó contra "la postura del jurista ingenuo de creer que porque modificamos permanentemente de manera casi espasmódica e hiperkinética los sistemas normativos eso por sí nos va a garantizar la transformación de la realidad".

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