La Planta de Clasificación de Residuos cumple 365 días de funcionamiento. En ese plazo se recuperaron un promedio mensual de 81 mil kilos de basura, producto de la separación de residuos en húmedos y secos. En el lugar trabajan 110 personas de la Asociación Civil Dignidad y Vida Sana.
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Alrededor de un millón de kilos de residuos secos que generan los santafesinos, pudieron ser recuperados durante el último año en la Planta de Clasificación que funciona desde hace un año el Complejo Ambiental del Area Metropolitana de Santa Fe. Inaugurada por el Gobierno de la Ciudad el 30 de noviembre pasado, y administrada por 110 integrantes de la Asociación Dignidad y Vida Sana, la Planta de Clasificación de Residuos permitió recuperar un promedio superior a los 81 mil kilos de basura mensuales, integrados fundamentalmente por plásticos, papel, cartón, vidrio y metales, entre otros materiales. “La participación de toda la comunidad, que ha adherido a la separación de residuos en húmedos y secos, es fundamental para que se logren buenos resultados en la Planta”, remarcó Roberto Celano, subsecretario de Ambiente del Gobierno local: “Actualmente, es reciclable o reutilizable el 90 % de los residuos secos recolectados los lunes y jueves en Santa Fe”, precisó. Crecimiento Si se efectúa una comparación con lo recuperado durante los primeros meses de funcionamiento de la Planta de Clasificación del nuevo Complejo Ambiental, en el último tiempo se advirtió “un importante incremento, que supera el 33 %”, remarcó el subsecretario de Ambiente. Según ejemplificó el funcionario, en los primeros meses de funcionamiento de la Planta se separaban y comercializaban cerca de 9 toneladas por mes de papel, mientras que ahora son más de 14 toneladas mensuales. Y en el caso del plástico del tipo pet, ha mostrado incrementos de hasta el 80 % en algunos meses. Para Celano, en el aumento de la recuperación de materiales inciden varios factores: por un lado, la tecnología con que cuenta la Planta de Separación, que hace posible un mejor procesamiento de los materiales, permitiendo que conserven su calidad y valor de comercialización. Y por otra parte, el hecho de que la recolección diferencia se ha ampliado a toda la ciudad, lo que incrementa notablemente la cantidad de materiales que llegan a la instancia de clasificación, y la calidad de esos residuos. Solidaridad La Planta de Clasificación de Residuos es operada por personal de la Asociación Civil Dignidad y Vida Sana, una organización que también estuvo a cargo de la operación de la planta instalada en el antiguo relleno sanitario de la ciudad, ubicada en calle Chaco al 4000. Se trata de una entidad formada por 114 personas que antes se desempeñaban como recuperadores informales de residuos. Como se sabe, una vez clasificados los materiales reciclables o reutilizables, son comercializados, distribuyéndose las ganancias en forma equitativa entre cada uno de los miembros de la Asociación Dignidad y Vida Sana. De esta forma, al aumentar la cantidad de residuos reciclables, se incrementan también los ingresos de cada uno de los integrantes de la organización. Historia La Planta de Clasificación de Residuos reciclables que funciona en la capital provincial es única en el país: posee equipamiento con la más alta tecnología, que permite la recuperación, compactación y enfardado de hasta 22 materiales diferentes. La Planta está insertada dentro del Complejo Ambiental -ubicado en la margen oeste de la avenida Circunvalación, en intersección con calle Hernandarias-. El lugar, cuenta con un nuevo espacio para el tratamiento de los residuos urbanos, que cumple los más estrictos estándares de seguridad en el proceso de disposición de residuos y tratamiento de efluentes. La tecnología utilizada permite la compactación y cubierta de los desechos con material inerte, como así también la captación de los gases generados por la descomposición de los residuos para prevenir el impacto ambiental. El nuevo Complejo Ambiental -cuya construcción demandó una inversión de 70 millones de pesos- reemplaza al viejo Relleno Sanitario, ubicado en barrio Altos de Noguera y que, luego de 13 años de funcionamiento, estaba absolutamente colapsado.
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