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miércoles, 27 de julio de 2011

Mujeres rosarinas convocan a “la Marcha de las putas”

El grupo integrado por personas de distinta edad, ocupación e ideología política y religiosa se movilizará el 12 de agosto próximo, en la ciudad. “Cuando una mujer dice no, es no”, dice el eslogan inspirado en el movimiento mundial que lucha contra violencia sexual y acoso a las mujeres.
Mujeres rosarinas convocan a “la Marcha de las putas”

 Un colectivo de mujeres rosarinas se sumó a un movimiento mundial surgido en Canadá que se denomina “La marcha de las putas” en repudio a todas formas de violencia sexual hacia las mujeres. La movilización convocada para el 12 de agosto próximo, a las 18, en la plaza San Martín –desde donde marcharán hasta el monumento a la Bandera– es abierta a hombres y mujeres y tendrá su correlato en Buenos Aires, Mar del Plata y Córdoba.
La Marcha de las Putas nació a raíz de un comentario que el policía canadiense Michael Sanguinetti hizo durante un seminario sobre agresión sexual en la Universidad de York, en Toronto: “Las mujeres deben evitar vestirse como putas para no ser víctimas de la violencia sexual”. Más de 3 mil mujeres salieron a la calle en Toronto vestidas como “putas” para expresar que no importa la vestimenta que se use, ya que nada justifica la violencia sexual. Además, se burlaron de la idea de que hay hombres a los que esos atuendos excitan al grado de perder el control.

El mensaje difundido por el colectivo consiste en afirmar que “las agresiones sexuales son responsabilidad de quienes las llevan a cabo y no de las víctimas”. Así, la Marcha de las Putas se diseminó a otros países como Australia, Estados Unidos, Inglaterra, Holanda, México, Honduras, Nicaragua y Perú.

“El objetivo de la marcha es exigir respeto y también decirle a la sociedad y al gobierno que no se puede ya seguir culpando a las víctimas del abuso y del acoso sexual por su forma de vestir, de hablar, de caminar, su ocupación o su género” –explicó a Rosario3.com Melina Coronel, organizadora del evento.

“La marcha no apela a las autoridades únicamente, sino también a la sociedad en general, y apunta a cambiar las ideas alrededor de este tema tan naturalizadas en nuestra sociedad. Queremos instalar el tema, generar conciencia y esperamos que esta marcha sea un importante aporte para este cambio”, señaló Coronel.

El porqué del nombre
El grupo expresa su voluntad de “aporpiarse del término estigmatizante de «puta»”, una palabra usada por hombres y mujeres no sólo para nombrar a las trabajadoras sexuales. El término se usa también para calificar a las mujeres que no se ajustan a los lineamientos de “decentes”, ya sea porque tienen relaciones sexuales libres o simplemente porque visten de manera llamativa. Ciertos hombres también usan este apelativo “como venganza cuando una mujer resiste sus avances indeseados”.

Por eso –destacan– el calificativo de “puta” les sirve a ciertas personas como insulto y socialmente se vuelve un arma para mantener “a raya” a las mujeres, ya que el temor de ser calificadas de “putas” las predispone a aguantar malos tratos o restricciones a sus deseos.

“Así –explica Coronel– la utilización arbitraria y sexista de «puta» cuando el comportamiento de las mujeres no es lo que se espera, hace que en cualquier momento las mujeres puedan ser estigmatizadas como «putas»”.
No queremos que esta palabra siga siendo el pretexto y la justificación de la violencia sexual que vivimos las mujeres. Queremos quitarle la fuerza, la ofensa, la carga social negativa que tiene la palabra para que no nos dé vergüenza asumirnos putas y así podamos exigir nuestro derecho a la libertad. Ese es también el sentido de La Marcha de las Putas, una batalla por la re significación simbólica que, aunque no acaba por sí sola con la separación ideológica entre mujeres decentes y las putas, provoca una reflexión muy necesaria respecto a la doble moral.
El eslogan de la marcha
Cuando una mujer dice no, significa no”, es la bandera del movimiento en todo el mundo y una de las organizadoras, la mexicana Minerva Valenzuela, lo plantea de forma muy clara. "Si nos ponemos medias de red y tacones de aguja: «no» significa «no»; si la apertura de mi falda sube hasta mi muslo: «no» significa «no»; si en cualquier momento decido no consumar el acto sexual: «no» significa «no»; si me pongo una borrachera marca noseasuste: «no» significa «no»; si ella baila de forma sensual: «no» significa «no»; si el escote de su vestido es épico e invitador: «no» significa «no». Nada justifica la violencia sexual”, afirma terminante.

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