Juan Carlos Zabalza, candidato al Parlasur por el Frente Progresista, Cívico y Social, habló de las elecciones tucumanas y de la realidad de Santa Fe. "La situación de Tucumán marca la necesidad de un cambio en la Argentina y nosotros queremos hacerlo con una mirada positiva para los argentinos, por eso vemos fortalecido al Frente Progresista con la candidatura de Margarita Stolbizer", sostuvo Zabalza.
Diario UNO |
—¿Está de acuerdo con la suspensión de las elecciones en Tucumán?
—Creo que es un quiebre de una forma de concebir el poder y de mantener lo que tiene el Gobierno Nacional. La situación de Tucumán marca la necesidad de un cambio en la Argentina y nosotros queremos hacerlo con una mirada positiva para los argentinos, por eso vemos fortalecido al Frente Progresista con la candidatura de Margarita Stolbizer. Tucumán marca la necesidad de hacer una gran reforma política en el país que comience con los sistemas electorales para que generen más transparencia y más libertad para el elector. La boleta única que existe en Santa Fe o en Córdoba son ejemplos a seguir. Esto está acordado por todos los partidos de la oposición pero no ha habido posibilidades materiales porque el oficialismo se ha negado en todo este tiempo a dar quórum o a tratar siquiera el tema.
—Salvando la distancia entre los hechos ocurridos en los comicios de esa provincia y las denuncias de fraude que hubo en Santa Fe, ¿no cree que hubo similitudes en un proceso de desprestigio cargado de mala intención?
—Creo que sí, que se puso en duda. Lo de Santa Fe lo hemos explicitado claramente, fue una elección muy pareja. Pero es cualitativamente diferente a lo de Tucumán porque en Santa Fe estaban cargadas en la página web todas las actas que fueron no tenidas en cuenta en el escrutinio provisorio y cualquiera que ingresara a la página las podía consultar. Eso es un acto de clara transparencia. Después el escrutinio definitivo se movió muy poco. Pero en las generales, que fueron extraordinariamente parejas, no hubo políticas clientelares, no hubo votos comprados. Hay situaciones cualitativamente distintas y que diferencian la realidad de Santa Fe con esa provincia.
—Igualmente, tal como ahora se reclama el cambio de sistema electoral a nivel nacional, en Santa Fe cuando se terminaron las elecciones se cuestionó la boleta única y hoy en la Legislatura ya se habla de voto electrónico. ¿Usted qué opina?
—Yo soy partidario de la boleta única de papel, y si después se quiere se puede ver la posibilidad de un recuento electrónico. Pero siempre que el software no sea controlado por una empresa privada. Esta es mi idea sobre la boleta electrónica. Los sistemas electorales no existen perfectos ni vienen perfectos; son perfectibles. Lo que no es perfectible es un sistema como el de la ley de lemas a la que se le suman los acoples y terminan configurando un infierno de boletas desparramadas sobre las mesas electorales.
—¿Cree que el caso del excandidato a diputado, Fernando Niembro, es un hecho aislado en la forma de hacer política del PRO?
—Yo me refiero al caso tal cual es. No hay nada que justifique contrataciones directas por 21 millones de pesos, la existencia de una empresa sin empleados y que tenga un solo cliente. Eso es muy difícil de explicar.
—El caso Niembro, la suspensión de las elecciones en Tucumán, ¿inciden electoralmente para octubre?
—Creo que las elecciones en Tucumán configuran un costo real para el Gobierno Nacional porque veo que hay una conciencia creciente de que es necesario avanzar en modificar el sistema electoral en la Argentina y una cantidad de prácticas de seudoprogresismo asentado en señores feudales en las provincias que no tiene ninguna relación con un progresismo como política real. Creo que es necesario revalorizar un federalismo cooperativo. Cada vez hay menos federalismo fiscal, cada vez más las provincias dependen de la Nación para desarrollar posibilidades de mejoramiento de sus realidades que se le escapan por falta de presupuesto.
—¿Cómo ve la carrera electoral hacia octubre en Santa Fe?
— Nosotros solicitamos a la ciudadanía el voto al Frente Progresista, Cívico y Social en la candidatura de Hermes Binner para senador nacional y Hugo Marcucci para diputado nacional. Ellos conocen Santa Fe, dieron muchos momentos de su vida por los problemas reales de los santafesinos y creemos que es necesario dotar al Congreso de gente que efectivamente actúe defendiendo los intereses de los santafesinos y no aliándose con el gobierno de turno.
—¿Es remontable la diferencia que le sacaron a Hermes Binner los otros candidatos a senadores nacionales?
—Creo que es bastante posible remontarla y tengo una enorme confianza en la militancia de todos los integrantes del Frente Progresista de Santa Fe.
—Hace 15 días se instaló el debate por el déficit de la Caja de Jubilaciones de Santa Fe, ¿cómo hay que resolverlo?
—En primer lugar deben dialogar los responsables de la Caja con todas las estructuras cuyos trabajadores pertenecen a la Caja. Hay que poner sobre la mesa las cuestiones que ocasionan los déficits. Hay una cuestión que es esencial: la Nación no cumple con la provincia en financiar los déficits de las cajas que son del sector público. Desde que está Cristina Fernández de Kirchner no llegó un peso a Santa Fe para eso. También hay que ver esa detracción que le hace Nación a Santa Fe del 15% en la coparticipación y que va al Ansés, que es el organismo que todos apoyamos; eso no tiene ninguna justificación. Hay que buscar una respuesta dentro de la Caja sin tocar los beneficios que hoy tienen los que acceden al 82% móvil, que es una gran diferencia entre Santa Fe y la actitud del Gobierno Nacional. Es necesario que se dialogue hacia adentro y que haya un acuerdo y una sólida unidad para reclamar a la Nación y defender a muerte esta caja provincial.
—Usted habla de diálogo pero los gremios ya anticiparon que se oponen a cualquier reforma del sistema previsional y a reclamar ante la Nación.
—Me parece una posición no acertada. Hay que hablar y unificar un reclamo. Hay que partir de la base de que este gobierno del Frente Progresista jerarquizó la política de previsión social. Hoy los jubilados cobran automáticamente los mismos aumentos que tienen los activos, eso debe ser valorado. Frente a un hecho donde se agrava un déficit creo que hay que sentarse a analizar y ver si hay posibilidades de atenuar ese déficit y después de hacer un reclamo frente a la Nación.
—¿Cómo analiza que el gobierno de Bonfatti haya tenido que pedir una ayuda financiera de $2.000 millones antes de terminar su gestión?
—Creo que tiene que ver con esta realidad. Santa Fe no participó de ninguna de las reuniones donde la Presidenta en las cadenas nacionales le hace una borratina de deuda que tienen las provincias con la Nación. A nosotros no nos pueden perdonar nada porque no tenemos ninguna deuda con la Nación. Todo lo contrario, la Nación le debe a la provincia. Debería ser una actitud de todos, independientemente de los partidos políticos de los que participamos, que defendamos esta posibilidad del federalismo y que defendamos lo que nos toca recibir a los santafesinos. Hoy ese reclamo está en la Corte Suprema.
—¿Usted entiende que el único problema es el dinero que no llega de la Nación o hay que corregir algunas cuestiones de la gestión provincial?
—Siempre hay que corregir problemas de gestión, sobre todo cuando los recursos se achican. Nosotros estamos ante esa situación que se ve claramente en la recaudación de impuestos. Son recursos que están pegados al funcionamiento económico. Si la actividad decrece y no siguen creciendo los mecanismos inflacionarios, en teoría, los números reales bajan. Eso es lo que está sucediendo en la Argentina y en Santa Fe. Además, entiendo que hubo una sobreejecución de la obra pública en la provincia en este último período contrariamente a lo que se ha denunciado. Creo que estamos frente a situaciones totalmente controlables y estamos entrando en un cono de sombras en la macroeconomía determinado por la pérdida de la rentabilidad de las economías regionales y que es necesario corregir.
—En materia de seguridad el 2014 fue un año durísimo para las ciudades de Santa Fe y Rosario. ¿Cómo analiza la política de seguridad provincial?, ¿debe quedarse Gendarmería en la provincia?
—Creo que la provincia tiene un plan que se viene desarrollando y que tiene tres instancias: la social, que tiene como correlato el Plan Abre con una inmensa proyección hacia adelante, porque atiende demandas sociales que tienden a igualar en los territorios con más desigualdad y marginalidad. Otro punto es el mejoramiento de la Justicia, con la puesta en funcionamiento del nuevo Código Procesal Penal, que costó un enorme trabajo y fue una continuidad de una política de Estado, porque el gobierno de Obeid (Jorge 2003-2007) generó un plan estratégico y fue el Frente Progresista quien lo continuó. Eso va a mejorar la Justicia en algo que es esencial como achicar los márgenes de impunidad y diferenciar el que defiende del que acusa y el juez que juzga. El tercer aspecto es la modificación de las fuerzas de seguridad, lo que más cuesta. En todas las instituciones hay gente que está con otros objetivos que no son los objetivos morales y éticos, que son los que deben primar en una institución. Hay tanta explosión con la seguridad que cuando uno habla de que hay resultados positivos en el decrecimiento de los homicidios es muy difícil que eso entre en el cerebro de la gente porque hay muchas dudas acerca de lo que está pasando. Las fuerzas nacionales no son ni de un ministro ni de un secretario en particular, son de la Nación y Santa Fe forma parte de la Nación. Como santafesinos debemos aspirar a que haya una coordinación no solo con la provincia de Santa Fe, sino también con los focos más calientes que existen en las grandes ciudades de la Argentina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario