El Ing. Martín Fraguío de Maizar aseguró que el rendimiento de la campaña en curso puede tener los resultados por lote más altos de la historia productiva.
Entre clima, tecnología aplicada y política, el maíz empieza a definir una campaña que puede ser histórica.
“La primera discusión que hay en esta campaña, es la de saber de cuánto es la campaña sembrada. En la pre-campaña se entendía que podía haber una caída muy grande en la intención de siembra, después durante la implantación se preveía que la merma fuera del 10 al 15 por ciento, pero los datos de esta semana muestran que es posible que la caída del área sea mucho menor, entre el cinco y el diez por ciento, promediando un siete por ciento, lo que modifica la estimación que teníamos pensada”, aseguró a LA OPINION, el Ing. Martín Fraguío.
Según el Director Ejecutivo de Maizar, la Asociación del Maíz Argentino, “suponiendo que el área sembrada sea menor a la del año pasado y a la vez siga siendo importante, con un aproximado de 3,6 millones de hectáreas, quizá hasta un poco más, lo que vemos hasta el momento es que el 60 por ciento se sembró en fecha; y el otro 40 por ciento serían cultivos tardíos o de segunda, que todavía tienen la posibilidad de tener rendimientos muy altos, tal como sucediera en 2012 luego de la sequía, por no estar en floración no son considerados tan sensibles a este nuevo período seco que estamos pasando”. “Por eso si en los próximos días vuelve a llover, o simplemente las lluvias de febrero son normales, vamos a tener rendimientos muy altos, porque hay lotes que están realmente muy buenos”.
En su recorrido por el sur santafesino, en el día de ayer, Fraguío remarcó que con el desarrollo que se ve de los maizales en general, “vamos a tener una cosecha de maíz muy grande, con una posibilidad para la Argentina que al combinar un área sembrada, un área cosechada con rendimiento medio que quizá pueda llegar a ser el más alto de la historia, no vemos que se pueda estar lejos de pasar por uno de los mejores años”.
Habiendo pasado en 2012 por el que fue el año récord histórico para el cultivo, a pesar de haber padecido inmensas pérdidas en los cultivos de primera por la ausencia de precipitaciones, desde Maizar hay seguridades de un 2013 con las mejores exportaciones en la línea de tiempo, “ahora va a haber que esperar los resultados para ver si superamos los parámetros de rendimiento por hectárea”.
“Nuestra esperanza es que sea más sencillo acceder al mercado exportador”, afirma el dirigente, no por temas netamente comerciales o de precios, sino por el acceso complejo a los permisos de ventas externas que permite el Gobierno. Con 15 millones de toneladas autorizadas para la campaña anterior y con las declaraciones del viceministro de Agricultura, Lorenzo Basso, sobre la necesidad de liberar tres más, en la cadena se genera una expectativa interesante, sin cesar en la tarea de crecimiento y gestión para que esto suceda, teniendo en cuenta que el consumo interno está bien abastecido. “No tiene que haber sobresaltos, porque estamos hablando de una campaña de gran volumen”, con lo cual hay que entender que “las exportaciones de maíz están haciendo entrar al país un caudal de divisas inédito para el cultivo”, lo que debiera permitir que eso mecanice la cadena maicera en general.
Son años complejos para la producción agropecuaria y los agricultores no los pueden eludir. Según el Ing. Fraguío, “el productor viene muy castigado, con la sequía del año pasado, tanto desde el punto de vista de los cultivos, como desde la fase económica”, ya que de las ventas efectivas existe aún una gran diferencia económica con el precio internacional, brecha que se ha vuelto a ampliar en las últimas semanas, llevando entonces al valor real muy por debajo de lo que debería ser, con lo cual “el estado de ánimo no es de optimismo, sino de preocupación. Deberíamos volver a encauzar esto, pero es parte de la realidad argentina y es por eso que el productor entiende perfectamente que tiene que seguir remándola, ante estos momentos de incertidumbre, que no se corresponden con el esfuerzo que hizo el productor y todo su esquema para lograr los cultivos que tenemos hoy por hoy, que son increíbles”.
El panorama productivo está plagado de desafíos, muchos afrontables con herramientas tecnológicas y avances genéticos en las semillas; y otros que sólo dependen del humor de los que dictan las reglas de juego.
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