lunes, 11 de junio de 2012

“La televisión es la que da valor a lo que hacen los otros medios”

Roberto Igarza, doctor en Comunicación, habló de su vigencia a pesar del crecimiento de las redes sociales a través de dispositivos móviles. “Se mira tevé mientras se comenta en Twitter”, ejemplificó

 

Roberto Igarza. El especialista realizó una historización sobre las prácticas culturales en torno a la televisión.
Roberto Igarza. El especialista realizó una historización sobre las prácticas culturales en torno a la televisión.


El 5º Foro Internacional de Periodismo Digital que tuvo lugar esta semana en la ciudad de Rosario volvió a dar otro salto cualitativo, sobre todo por la calidad de expositores –prestigiosos teóricos y editores de medios digitales del mundo– que brindaron una serie de conferencias magistrales durante las tres jornadas en las que duró el evento.

En ese marco, Roberto Igarza, doctor en Comunicación Social por la Universidad Austral, cuyos trabajos de investigación atienden principalmente las nuevas formas de consumo cultural, fue el segundo expositor en el panel sobre Televisión Digital en la segunda jornada del foro.

Igarza se refirió principalmente a la relaciones entre la televisión y las redes sociales y el crecimiento del consumo a través de los dispositivos móviles. Advirtió que no se quitan público una a otra sino que existe “un apilamiento de medios” y describió que se mira televisión mientras se comenta en Twitter. “Se alinean las pantallas y ya no se mira publicidad”, dijo.

El especialista realizó una historización sobre las prácticas culturales en torno a la televisión, al tiempo que reconoció que continúa siendo el epicentro de nuestro sistema cultural mediático.
“Puede ser que ya no sea tan masiva o tan abierta, pero continúa estando presente en la vida de las personas. La televisión que emociona, informa y entretiene reúne a las familias que se juntan alrededor del aparato más convocante para los argentinos. Sin la televisión nadie estaría discutiendo la tapa de los periódicos. La televisión es la que le da gran parte de valor a todo lo que los otros medios hacen”, expresó.

Sin embargo, y ante la evidente incidencia cada vez mayor del consumo de redes sociales se preguntó si la televisión estaba en crisis, respondiendo inmediatamente, en tono pausado y con una sonrisa: “Está claro que no le va tan mal”.

En cuanto al crecimiento del uso de redes sobre todo en teléfonos y dispositivos móviles indicó que se estima que éste será aún mayor. “El próximo año se multiplicará por cuatro”, vaticinó.
“Entonces –continuó– ¿cómo puede ser que se siga consumiendo televisión al tiempo que crece el uso de las redes sociales? Lo que ocurre es un apilamiento de medios. Quiere decir que las personas ven televisión y con el otro ojo miran la computadora. Se ha convertido cualquier dispositivo en un control remoto y ya no hacen zapping, hacen hiperzapping”.

En ese sentido describió algo que sucede muy a menudo cuando se combina el uso de la tele y la computadora y es que “Twitter habla mucho de la televisión”. Y afirmó que alrededor de tres millones de personas comentan por noche lo que pasa en la televisión argentina, lo cual también condiciona los contenidos de la tele.


Estimaciones a corto plazo
—Con todos estos cambios tan vertiginosos, ¿cómo imagina el futuro de la televisión?
—Imagino que va a seguir influyendo porque sigue siendo contextualizadora y productora de sentido común. Dentro de un sistema que se ha fragmentado extremadamente, la televisión todavía sigue teniendo un peso importante. No veo que vaya a perder la centralidad. Evidentemente compartirá de manera fragmentada los tiempos de consumo de sus usuarios. Desde ese punto de vista creo que va a ser cada vez más acompañada por otras pantallas y que los consumos se van a solapar.

—¿Cómo va a ir variando la relación con la audiencia?
—La televisión se ha reinventado muchas veces, y desde ese punto de vista creo que va a saber encontrar y poner el foco en las novedades que mejor mantengan sus audiencias. Ahora, sin ninguna duda, considero que hay un espacio para las narrativas transmediáticas. Y en la medida en que se alineen los consumos en diferentes pantallas –esta capacidad del usuario para intervenir haciendo hiperzapping entre su dispositivo móvil y la pantalla del televisor– allí evidentemente la televisión tendrá que encontrar formas nuevas de acercarse a esas audiencias.

Estas audiencias a su vez son verticales y horizontales. Verticales en la medida en que seguirá siendo unívoca por un tiempo relativamente prolongado para una amplia mayoría de la población mundial; pero también habrá audiencias sociales que consumen en una segunda pantalla, en una pantalla más pequeñita, donde interactúan con otros, donde la conversación se hace mucho más contagiosa y donde se prolongan los diálogos inclusive fuera del espacio del programa.

—¿Cuál es el desafío entonces para dar respuesta a estas nuevas audiencias sociales?
—Me parece que hay que buscar narrativas que superen las pantallas tal cual las hemos visto hasta ahora: aisladas, separadas y desagregadas, y hay que entenderla como un único dispositivo tecnosemiótico donde el usuario está estimulado a consumir en una combinación y en una intermitencia extraordinaria.


Dialogar y dialogar
—En el caso del periodismo, ¿cómo tendremos que insertarnos los comunicadores en este nuevo contexto?
—Creo que todavía tienen un camino por hacer para llegar a ser 2.0, para ser periodistas entreverados entre los comentarios de sus lectores o televidentes, construyendo comunidades. Tienen que trabajar para alcanzar esas audiencias sociales que en general han estado distantes, no porque ellas quisieran, sino más bien porque los periodistas han querido no acercarse a esos diálogos horizontales propios de una generación 2.0.

Creo que el camino pasa, por un lado, por acercarse a sus audiencias sociales, reconociendo a esas identidades y esos grupos, y transformarse también en un gestor de esas comunidades. Y al mismo tiempo tienen que insertarse en los intersticios sociales, en esos lugares donde las audiencias sociales conversan más allá de la televisión y más allá de lo que la oferta del televisor le propone.

Evidentemente estamos hablando de un periodista diferente, de un periodista que está en la búsqueda de un nuevo estatuto social, en una televisión que se ha vuelto mucho más compartida que antes.

Hacia la Televisión Digital
—¿Cómo analiza el proceso de incorporación de la tevé digital en nuestro país?
—Es un proceso incipiente. Hay que entenderlo como un proceso que está llevándose a cabo pero que recién comienza. Aún no se puede evaluar hacia dónde realmente irá. Yo le auguro éxito en la medida en que pueda sostenerse a largo plazo, y esa sustentabilidad está muy vinculada a la forma en la que se integren estas nuevas televisiones, estos nuevos canales y estas nuevas programaciones, a las existentes.

Los consumidores de televisión tienen un vínculo arraigado con determinados programas y es evidente que no va a ser sencillo para nadie insertarse en un sistema que ya es muy complejo. El usuario va a tener que acostumbrarse a navegar en un océano de ofertas que a veces serán locales, otras nacionales, algunas 1.0 y otras 2.0. Habrá que estar atento porque no sabemos hacia dónde va todo esto.

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