Una investigación realizada por
la Justicia, que abarca a unos cuarenta hechos de robo, permitió
identicar a los responsables de los delitos mediante las imágenes
registradas por las cámaras de seguridad bancarias.
Dos hombres, uno oriundo de la provincia de Buenos Aires y de
Córdoba, fueron detenidos acusados de perpetrar al menos cuarenta
estafas con cajeros automáticos de Rosario mediante adulteración del
mecanismo de entrega de billetes de bancos Nación, Credicoop, Francés y
Macro.
Las maniobras, concretadas mediante el mecanismo conocido como "pescador", fueron registradas por las cámaras de seguridad de los respectivos cajeros y todas fueron concretadas fuera del horario bancario. El procedimiento judicial fue realizado por la Brigada Operativa de Tribunales provinciales de Rosario.
El titular de la Oficina Judicial de Causas Judiciales con Imputados no Individualizados, Marcelo Vienna, consignó que la modalidad que tenían esas personas "era concurrir a los cajeros automáticos. Allí Instalaban un dispositivo que técnicamente se denomina shotter, pero que en la jerga se lo conoce como pescador. Consiste en la instalación de una especie de reglita en la ranura por donde se despedía el dinero que había solicitado el usuario del cajero. La máquina hacía la operación normalmente y al momento de entregar el dinero, los billetes quedaban pegados a esa especie de chapita que estaba en la ranura y que tiene una cinta adhesiva donde el dinero quedaba pegado".
"A través de este ardid, muchas personas entendían que el dinero no salía porque el cajero no estaba cargado y por ese motivo se retiraban del cajero. Detrás de estos usuarios ingresaban los autores del hecho que extraían el dispositivo y se apoderaban del dinero", remarcó Vienna.
Según el fiscal Vienna, los sospechosos fueron capturados a fines de marzo de este año por policías que prestaban un servicio de custodia adicional en uno de los bancos y que advirtieron que esas personas realizaban movimientos extraños en torno a los cajeros. El funcionario contó que se recopilaron todos los hechos del 2010 y 2011 y se estableció mediante el entrecruzamiento de filmación que eran las mismas personas las que cometían las maniobras.
"La mayoría de los hechos que pudieron elevarse a los distintos juzgados de Instrucción, de acuerdo a las fechas en que se produjeron, los clientes o abonados del banco advirtieron que algo raro pasaba y que había algo que obstruía la salida de los billetes. En muchos casos los bancos han devuelto el dinero", dijo Vienna.
Las maniobras, concretadas mediante el mecanismo conocido como "pescador", fueron registradas por las cámaras de seguridad de los respectivos cajeros y todas fueron concretadas fuera del horario bancario. El procedimiento judicial fue realizado por la Brigada Operativa de Tribunales provinciales de Rosario.
El titular de la Oficina Judicial de Causas Judiciales con Imputados no Individualizados, Marcelo Vienna, consignó que la modalidad que tenían esas personas "era concurrir a los cajeros automáticos. Allí Instalaban un dispositivo que técnicamente se denomina shotter, pero que en la jerga se lo conoce como pescador. Consiste en la instalación de una especie de reglita en la ranura por donde se despedía el dinero que había solicitado el usuario del cajero. La máquina hacía la operación normalmente y al momento de entregar el dinero, los billetes quedaban pegados a esa especie de chapita que estaba en la ranura y que tiene una cinta adhesiva donde el dinero quedaba pegado".
"A través de este ardid, muchas personas entendían que el dinero no salía porque el cajero no estaba cargado y por ese motivo se retiraban del cajero. Detrás de estos usuarios ingresaban los autores del hecho que extraían el dispositivo y se apoderaban del dinero", remarcó Vienna.
Según el fiscal Vienna, los sospechosos fueron capturados a fines de marzo de este año por policías que prestaban un servicio de custodia adicional en uno de los bancos y que advirtieron que esas personas realizaban movimientos extraños en torno a los cajeros. El funcionario contó que se recopilaron todos los hechos del 2010 y 2011 y se estableció mediante el entrecruzamiento de filmación que eran las mismas personas las que cometían las maniobras.
"La mayoría de los hechos que pudieron elevarse a los distintos juzgados de Instrucción, de acuerdo a las fechas en que se produjeron, los clientes o abonados del banco advirtieron que algo raro pasaba y que había algo que obstruía la salida de los billetes. En muchos casos los bancos han devuelto el dinero", dijo Vienna.
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